No me gustas. {Michael Clifford}

No me gustas

Capítulo 4.

No lo sé

Louise estaba esperando la llamada de Michael, estaba sola en casa, sus papás no estarían hasta el día siguiente en la noche y eran las 7 pm.

-¿no piensa hablar?- suspiró y se levantó, fue a la cocina, le dio muchas vueltas a la casa, y decidió entrar al cuarto de sus papás, él señor tenía un pequeño estudio de música, su sueño era ser cantante pero sus papás lo obligarnos a estudiar otra cosa, terminó siendo rico dueño de una aerolínea,  raro.

entró al estudio y tomó la guitarra que su papá cuidaba como tesoro, se la colocó y la rasgo sin hacer ninguna nota, ella lo puso en su lugar y rodeo los demás instrumentos, su celular vibró.

"-Hola, soy yo -no se escuchaba nada más qué absoluto silencio es decir no había ruido -vaya, hum.. no sé qué obra, hagamos la qué quieras- dijo mientras le daba vueltas al estudio -sí. .. ¿puedes abrir la puerta?- ella abrió los ojos como platos, comenzó a temblar y sus manos a sudar -¿abrirte la puerta?- sí, la puerta - de acuerdo, espera un momento es qué ... hago cosas importantes- el soltó una risa muy graciosa- ok, espero. - colgó."

Louise salió del estudio y corrió a su cuarto, se puso unos jeans, un sueter, se hizo una coleta y bajó, abrió la puerta, Michael estaba de espaldas su pelo tenía un nuevo color, ahora era rosado o lila. -Pasa...- él volteo a verla y sonrió, entraron, Michael llevaba unos jeans negros ajustados, botas y una playera sin mangas de la bandera de Estados Unidos -¿estás sola?- ella puso su celular en el bolsillo trasero de su pantalón -sí...- él sonrió, era la segunda vez que mostraba sus dientes algo que lo hacía ver muy bien. -escoge la obra tú- dijo Lou tomando asiento en la inmensa sala- no quiero hablar de eso, estoy llegando de un ensayo con mi banda imaginaria y sólo no- ella juntó sus manos estaba nerviosa y sudando- y del estilista...- él la miró frunciendo el ceño, Lou no pudo evitar soltar una carcajada, él igual rió inclinando la mirada -¿te parece gracioso mi cabello?- ella no dejó de reír hasta que él la miró de ojo a ojo, su mirada tenía algo que evidentemente la controlaba -es qué lo cambias cada semana - él cruzó los brazos -no es mentira, en realidad es cada DOS semanas- ella evitó reír de nuevo, luego hubo silencio total -Bien...- dijo Lou -¿quieres tomar algo? -Clifford asintió- de acuerdo, ven..- fueron a la cocina, sacó dos vasos, sirvió hielo -¿qué quieres tomar? agua... refresco... jugo... - el miró su vaso -refresco, ¿dónde están los hielos?- ella sirvió el refresco y señaló el refrigerador, llenó su vaso con hielo -¿quieres más hielo? -dijo Michael -no... me gusta normal -el guardó el resto del hielo y se sentó frente a ella -explica normal... -dijo después de dar un gran sorbo -hum... pues en realidad me gusta qué éste normal porque no me gusta ni muy helado ni muy frío, neutro. -él alzó la ceja y sacó su celular -vaya definición de normal- ella sonrió, Michael empezó a deslizar los dedos en la pantalla -¿quieres dejar tú celular un momento? -él la miró y lo depositó en su bolsillo de nuevo -¿quieres hacer algo antes de qué me vaya?- dijo dando el último trago a su refresco - ¿cómo qué?- él sonrió de forma extraña, literal de forma "lo qué tú quieras hacer" -no sé, tengo media hora para irme- ella rodeó su vaso con ambas manos -ah-él miró hacía las escaleras y ella asintió -¿tú banda imaginaria es real?- él volvió a mirarla- ¿tú qué crees? -ella alzó los hombros -no sé -dijo con voz queda - lo es, oye. .. ¿tienes algo qué hacer? -ella tomó de su agua y negó con la cabeza- ¿por? -unos amigos y yo iremos de fiesta y veo qué tú vida es aburrida, ¿quieres ir?- ella soltó una risilla- ¿dónde es? -él acomodó su pelo -¿vas o no? -él tenía razón su vida era tan aburrida que mataba a alguien de solo mencionarlo -sí-él sonrió- de acuerdo, vístete- ella miró su ropa -¿tiene algo de malo esta? -él  la miró, incluso observó demasiado- bastante, hacen ver a un vago decente - ella sonrió- enseguida vuelvo - él asintió, Lou corrió a su cuarto, estaba decidida iría a una fiesta con un chico de pelo lila qué la trataba de forma rara.