EL COMIENZO (Parte 2)

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Son las 10:00 am y sigo acostada en mi cama. Cuanto tiempo tomara para que el gobierno quite esa ley? Porque atacaron ahora? He pasado casi toda la noche hablando con Telo sobre lo que ha pasado, pero Nyha no contesta aun ninguno de nuestros mensajes, quizá este aun en shock. Digo, quien no lo estaría. He dormido solo dos horas, mientras mi hermanita durmió toda la noche y a las 7:00 am bajo para encontrarse con Andrei a ver dibujos animados. Es bueno saber que ellos aún no comprenden del todo la situación y no deben preocuparse. Me levanto y me doy cuenta que soy un total desastre. Aun llevo puesto el uniforme, y mi cabello se enredó a tal punto que un pájaro bien podría poner sus huevos en él. Salgo de la habitación y escucho un grito horrible del cuarto de mis padres y la verdad temo lo peor, he estado muy preocupada por mamá. Corro lo más rápido que puedo y veo como Andrei abraza a Anya, quien está dando una terrible pataleta en el suelo.

-NO, NO, NO! – Grita mientras llora – Ustedes prometieron una gran fiesta para nosotros! NO!

-Patito, tan solo compréndenos... todo ha cambiado de un momento a otro, no podemos gastar lo poco que tenemos en...

-QUE NO! – Grita con más fuerza.

-YA BASTA ANYA – Esta vez es Andrei quien grita, lo cual es muy extraño en él. – Mamá y papá prometieron hacerlo cuando todo mejorara, no podemos hacer que otorguen por algo así.

Me sorprende ver la madurez de mi hermano, mientras que la de mi hermana... bueno, deja mucho que decir.

-Te prometo que conseguiremos algo, ya verás.- Papá se agacha y queda a su lado mientras soba su cabeza, ella termina de sorber por la nariz y asiente haciendo un puchero.

Todos vamos a la cocina, yo ya no tengo hambre, me preocupa ver a mis hermanos así, falta poco para su cumpleaños número 8 y no tendrán su fiesta soñada, me parte el corazón ver a mi hermana sin su sonrisa, justo cuando creía que ellos no comprendían la situación me doy cuenta que a pesar de ser pequeños pueden comprenderlo o interpretarlo a su manera. Entonces un pensamiento se me cruza por la mente: Que tal que por capricho vayan a los puntos que el gobierno recibe a los que otorgan y cambien algo de ellos por algún objeto?.

-Anya, que es lo que más quieres para tu cumpleaños? – Me apresuro a preguntar.

-RE-NE-NE-NE – canturrea – quiero el hermoso vestido rojo que vimos en el centro comercial, y un sombrero a juego, para poder ir al festival de verano como toda una princesa.

Bien, no es algo que sea muy difícil de conseguir, o si? No creo, como todos deben estar pensándolo bien antes de otorgar seguro los precios siguen siendo bajos. Oh, qué raro es tener que preocuparse por esto, nuestros padres siempre nos habían dado lo que queríamos, nunca escatimaron en gastos, y mucho menos se preocuparon por el precio de algún producto. Como no tomo nada de desayuno, me dirijo a mi habitación y reviso mi celular, aun Nyha no contesta. Me propongo ir a la biblioteca a leer más sobre el ataque que nuestro gobierno está recibiendo, y pasar por el centro comercial por el regalo de mi hermana. Le pregunto a Telo si quiere ir conmigo, pero me contesta que tiene planes con su familia.

Una vez lista, salgo de casa alrededor de medio día y decido pasar por el parque que queda cerca de la biblioteca. Que toda esta situación este sucediendo de la nada, no quiere decir que no disfrute mi sábado, es decir, debo hacerlo ahora que puedo. Al llegar me doy cuenta de que esta casi vacío, solo dos familias están a la vista, y camino sin rumbo por sus alrededores. Solía venir todos los fines de semana con mis padres, cuando era una niña y jugar con mamá o comer helado con papá, pero en el embarazo de los gemelos mamá enfermo gravemente y no siguió trayéndome. Sin notarlo, veo que me he acercado a la banca donde comíamos helado después de jugar. Me siento en ella, y al voltear mi cabeza veo a una chica sentada a mi lado, estaba allí cuando me senté? Otro Deja Vu viene a mí, como si ya hubiera visto a esta chica, con sus shorts, su camisa sin mangas y sus zapatos deportivos. Tiene una trenza tan descomplicada que... esperen, una trenza? Eso fue mi otro Deja Vu! La miro atentamente, se ve sola, tiene la mirada perdida en el césped, y logro ver entre sus manos una prenda blanca, pero la aprieta como si su vida dependiera de ello. No sé porque no puedo dejar de mirarla, es muy simpática, tiene la piel tan blanca que podría ser del color de una hoja de papel, tiene sus ojos perfectamente delineados, y lleva dos pequeños aretes rojos en sus orejas, es delgada aunque se ve fuerte y frágil al tiempo. Cuando voltea su mirada hacia mí, me parece ver como sus ojos me enfocan y los abre más, como si con ello quisiera tomarme una foto mental, pero eso no es lo que más me sorprende, sino lo que veo en ellos. No son una pupila, no es un iris, son tan raros y a la vez hermosos, pero causan un poco de temor si soy sincera. La observo sin decir palabra, y ella a mí, luego se gira en mi dirección y ladea su cabeza, como si no entendiera que hago allí, pero no puedo dejar de mirarla fijamente.

-Hola? – Pregunto.

Silencio. No me devuelve la palabra, solo me observa, cada vez me siento más y más incómoda. Pasan cinco minutos, y por fin logro dejar de verla, justo a tiempo para darme la vuelta y sentir como me toca el hombro.

-Hola.

Su voz es seria, sin vida, puedo deducir que ha otorgado o quizá su personalidad es así. Se ve un poco titubeante ante mi expresión, como si saludar hubiera sido dispararme o matarme a golpes.

-Disculpa, nos conocemos? Siento que te he visto, pero no estoy segura. Vamos a la misma escuela?

Se queda mirándome sin expresión alguna, todo en ella es bastante extraño y no logro descifrar que sentimiento otorgo.

-No, es mi respuesta a tus dos preguntas.

WOW, sí que es extraña, es como si fuera un robot. Quizá lo que otorgo fue su alegría, pero debe notar que su respuesta me dejo extrañada porque se sienta derecha y quita la vista de mí. Como sé que no tendré esta oportunidad dos veces me atrevo a preguntarle algo que no he dejado de pensar.

-Perdón, creí que te conocía, te me haces muy familiar...en algún sentido. Es que tus ojos, son bastantes raros pero bonitos, creo que ya has otorgado algo. Veras hoy será la primera vez que yo lo haga, y quería saber que se siente otorgar.

Me mira, como si le hubiera preguntado solo la hora y no muestra señal de asombro o algún indicio de que le interese mi situación.

-No lo sé.

Bueno, sin duda alguna mi paciencia es algo que no otorgare, esta chica ya comenzó a sacarme de casillas. Me levanto y me dirijo a la biblioteca, volteo a ver si sigue allí, pero no la veo, no está en la banca ni tampoco se ve alrededor, y si quizá me lo imagine todo?

Han pasado dos horas y he leído todo un libro que se titula "Principios para otorgar". Dicen que depende de lo que otorgues, sentirás sean dolores físicos o vacíos emocionales. Como también se puede experimentar incrementos de otras emociones o a su vez falta de estas, decido llevarme el libro por si acaso después del centro comercial no sé cómo explicárselo a mis padres. Entrego mi carnet de biblioteca y marcan la salida del libro, mientras hacen ese proceso no dejo de pensar en la chica rara que vi en el parque, sus ojos eran tan raros, en su interior tenían líneas como las de un reloj, y eran totalmente blancos, sin una gota de otro color que no fuera el negro de las líneas internas. Siento una mirada detrás de mí, pero justo cuando voy a darme la vuelta, Eleonor, la bibliotecaria me llama y me entrega el libro junto con un folleto de "Otorgar para principiantes". Siempre que vengo, ella se toma el trabajo de entregarme folletos que vayan de acuerdo a los libros que saco del establecimiento, es una anciana muy dulce pero bastante estricta con su trabajo. Hace semanas atrás, Telo vino conmigo para hacer una tarea de geografía, y como estaba aburrido tomo en sus brazos el globo terráqueo que estaba frente a nosotros y se hizo pasar por un "hombre embarazado" causando que todos alrededor se partieran de risa mientras seguía fingiendo dolores de parto. En ese momento Eleonor llego como un fantasma a nuestra área, lo tomo de una oreja y lo arrastro fuera de la biblioteca, justo afuera le dijo "no vuelvas hasta que tu hijo tenga 10 años". El pobre Telo quedo confundido, por lo que le explique que en otras palabras era "no regreses nunca".

Salgo de la biblioteca riendo por lo bajo por mi divertido recuerdo y ya son más de las 3 pm, así decido tomar un bus para ir al centro comercial. Pero recuerdo que debo tratar de gastar lo menos posible y ahorrar para el regalo de Anya. Comienzo a caminar y sigo sintiendo que alguien me observa, pero las calles siguen con muy pocas personas en ellas, seguro es por el hambre, aún no he comido nada desde ayer en la cena. A las 4:30 pm llego al centro comercial, para mi sorpresa esta hasta el tope, muchas personas deben estar comprando lo que necesiten antes de que suban los precios, cuando me dispongo a subir las escaleras para ir al lugar donde aguarda el vestido para Anya, la mirada que sentía sobre mí se intensifica, busco con la mía a quien me está acosando y entonces la veo. Está esperándome al final de las escaleras.

OtorgadoresWhere stories live. Discover now