BAJO ATAQUE

0 0 0
                                    

Mi sangre se hiela ante los agudos gritos de auxilio de la niña. Despues de tanto buscar, encuentro a Lirica aprisionada por la puerta principal y sobre ella el cadaver del guardia que ayer nos dio la bienvenida a Brix y a mi. Se encuentra herida y por el peso de la puerta y el cadaver, no ha podido escapar, sin embargo aun respira y ha seguido tratando de llamar a Phillipa. Corro hacia ella y trato con todas mis fuerzas en tirar la puerta, pero es muy pesada, trato una y otra y otra vez, pero sin ningun resultado.

-No me mates! -grita cuando se da cuenta de mi cercania.

-Tranquila, vine a ayudarte- digo mientras me hago de rodillas a su lado y excavo la tierra a su alrededor.

Pasan minutos y el sudor se apodera de mi cuerpo, me duelen las manos pero ya casi logro hacerla escapar. He excavado de su cintura hacia su cabeza haciendo que su cuerpo vaya entrando en un hueco, asi podre sacarla cuando termine el recorrido. Desde donde estamos, nadie logra vernos o eso creo, porque seguro habrian venido a ayudarnos...o a atacarnos. Deshago la idea moviendo mi cabeza de lado a lado, por segundos temo que Lirica haya dejado de respirar pero su respiración solamente se ha tranquilizado un poco desde que la encontre, asumo que tambien su calma se debe a que le he estado hablando para distraerla.

-Lo logre!

-Mis piernas... no puedo moverlas.

-Deben estar agarrotadas, ven-y la traigo hacia mi para poder cargarla.

La tomo entre mis brazos y comienzo a caminar hasta donde sus amigas deben estar esperandonos. Lirica es muy pequeña, tiene el cabello rojo y corto hasta los hombros, aun no me mira fijamente asi que no detallo sus ojos, tiembla un poco y lagrimas comienzan a bañar mi camiseta.

-Phillipa no vino...

-Ella esta luchando, pero tranquila, estaras bien.

-Alto.

Una voz desconocida nos frena en seco, temo darme la vuelta y encontrar a quien sea que este ayudando en el ataque, aunque quiza tambien puede que sea uno de la instalación, un aliado.

-Deja a la niña en el suelo y vete.

Lirica se abraza mas a mi cuello y sus temblores ahora son mas fuertes.

-No.

Me doy la vuelta y encuentro a un soldado, reconozco en seguida que no es aliado, es del enemigo. Su uniforme rojo lo delata, lleva un casco con gafas oscuras y un arma enorme. Me he quedado pegada al suelo, ese chico que tenemos adelante se ve cruel, algo de el me da suficientes motivos para temerle y caigo en cuenta que su uniforme no es realmente rojo... es sangre.

-Tu no entiendes. No es una opción.

Apunta su arma hacia nosotras y lentamente comienzo a agacharme.

-No, por favor no me entregues.

Lirica alza su mirada hacia mi y veo sus pequeños ojos blancos. Es una ejemplar. Por mas que los haya visto en mis nuevos amigos, siguen pareciendome curiosos y extraños.

-El que parece no entender eres tu. No te voy a dar a esta niña.

-Entiendo, lamento mucho que tu estancia aqui no haya sido tan larga.-dice agitando una mano con gracia.

Dispara con un rapido movimiento de su otra mano, pero por algun motivo he podido predecir ese movimiento y lo esquivo. Tomando una roca cercana se la lanzo a las gafas, se que con ellas puede ver mejor en la oscuridad. Yo ya me acostumbre mientras ayudaba a Lirica, y el sigue disparando, cada vez es mas dificil escapar de sus balas, y cada vez mi cuerpo se queja mas, su ultimo disparo roza mi brazo izquierdo causandome una leve herida.

OtorgadoresWhere stories live. Discover now