Otorgadores

DECIDIDA

No siento nada a  mi alrededor, de hecho no se en donde estoy. Mi ultimo recuerdo de lo ocurrido fue haber escuchado que mis hermanos estaban en el hospital, despues de alli solo vi a Elliot mover los labios pero ya no podia escucharlo. Todo giraba y estaba oscuro, me dolia la cabeza y me deje llevar. Sintiendo como flotaba, todo en un plano lejano, se que Elliot me ha llevando cargada,  porque mi cuerpo es sacudido y doy pequeños brincos en donde sea que este.

Comienzo a abrir los ojos cuando me veo un cinturon de seguridad puesto y el aire acondicionado del auto me pega en la cara, me incorporo un poco dandome cuenta que vamos a toda velocidad. Elliot esta conduciendo y me mira de reojo para comprobar si he despertado, escucho un suspiro de alivio y reduce solo un poco la velocidad.

-Ya vamos en camino.

Es lo que dice, o eso creo, mi animo ha decaido tanto que me cuesta concentrarme y entender las palabras. Que les paso a mis hermanos?

-Renee, seria estupido preguntar si estas bien... pero, si necesitas algo dimelo por favor.

Poco a poco me voy tranquilizando y miro el camino con enojo y aburrimiento, detesto admitir que cuando uno mas quiere llegar a un lugar, el camino mas largo se siente. Habia sido un dia perfecto, desde la mañana hasta minutos antes de la condenada llamada, habia disfrutado de la compañia del primer chico que gusta de mi y de sus atenciones.

-Quiza sea algo viral, y como son pequeños aun su cuerpo tarda en recuperarse, no crees?

Se que trata de hacerme sentir mejor, y sus palabras logran su objetivo. Mis hermanos nunca habian enfermado gravemente, quiza sea un forma de llamar la atención antes de su cumpleaños, puede que solo sea una gripe, o un malestar. Me acomodo un poco mas sintiendo que mi sangre vuelve a fluir y un tacto calido se posa en mi mano.

-Estare a tu lado- dice Elliot mientras retira la mano y toma la caja de cambios de nuevo- Ya casi llegamos.

Efectivamente al cruzar un par de calles mas, llegamos al hospital donde esta mi familia. No dejo que estacione, me bajo aun con el auto en marcha (ya mas despacio), y me dirijo a la puerta como alma que lleva el diablo. Lo siento Elliot... no puedo esperar a que estaciones.

-DONDE ESTAN MIS HERMANOS!?! -mi grito asusta a la enfermera que esta frente al mostrador, se que eso pudo haber causado algun paro cardiaco en los pacientes cercanos, pero ahora no me interesa ser delicada en el hospital.

-Disculpe, necesitare que baje la voz primero.

-USTED NO ENTIENDE SEÑORA? DONDE ESTAN MIS HERMANOS?!

-Renee... cariño?-La voz de mamá me hace girar la cabeza como si me hubieran hecho un exorcismo.

-Mamá! Lo siento, no tenia mi celular, Elliot... carro, yo...

Mi voz pierde potencia, y mis palabras no suenan coherentes, la calma que habia conseguido en el auto se perdio al verla a ella con los ojos hinchados, con su cara descompuesta...se ve muy fragil y eso hace que cada vez mi animo empeore.

-Renee, ven con nosotros-Papá toma la mano de mamá y extiende la otra a mi.-Debemos hablar.

Esas palabras nunca son nada bueno, nunca. Tomo su mano y camino junto a ellos, los señores Trent estan aqui pero no veo a mas nadie, eso hace que sienta algo de rabia hacia mis amigos.
Elliot llega y se acomoda al lado de sus padres, mientras me lanza miradas que dicen "aqui estare".

Una vez nos sentamos en la cafeteria, es papá quien decide hacerse cargo de la conversación. Sostiene la mano de mi madre como si su vida se fuera si la suelta, y ella solo contiene los sollozos pero sus lagrimas son imparables.