-¿Y no le dijiste que estaba embarazado? - había transcurrido otra semana y el rubio se hallaba de vuelta a konoha, en aquel momento estaba comiendo con Gaara en un lujo restaurante de la capitula.
-No. Sólo estuvo una noche en suna, y aquella misma tarde discutimos de nuevo. Fue.. horrible -Naruto tenía ganas de llorar, pero sabía que no puedo podía permitirse esa debilidad-. Le dije que volvía a lomita y... y que alquilaría un apartamento. No le había contado al Sabaku no toda la historia. Su amigo, al igual que el azabache, eran muy orgulloso, y Naruto sabía que no le habrían gustado nada las sospechas de su marido.
-Supongo que no le haría ninguna gracia que te quedaras en Mimosa -señaló el pelirrojo-. Y menos aún en mi apartamento, sin duda alguna. Bueno, eso puedo comprenderlo.
-¿Pero por qué? Yo le dije que éramos viejos amigos, y que nuestra relación era puramente platónica, pero el no me creyó. Me dijo que amistad pura y simple no podía existir entre donceles y varones.
-Y tenía toda la razón -replicó Gaara, muy serio. Eso no era lo que el doncel había esperado, y así lo demostró su expresión de absoluta sorpresa.
-Mira, ojo zafiros... -aquél era el apodo que el varon le había dado cuando sólo tenía ocho años, y así lo había seguido llamando desde entonces... eres precioso, absolutamente hermoso, pero siempre he sabido que tú me consideras como una especie de hermano mayor. Así que.. -se encogió de hombros, con un gesto que pretendía esconder dolor y una frustración que lo habían perseguido durante años, y a los cuales parecía haberse acostumbrado-... por mí está bien. Prefiero seguir en tu vida como amigo a salir de ella para siempre.
-Oh, Gaara -lo miró fijamente, sintiéndose culpable-. Tú nunca me dijiste... yo no lo sabía.
-Claro que no lo sabías, y no es para tanto. Siempre estaré a tu lado. Y todos los maridos locos y furiosos del mundo no me harán de cambiar de idea y de propósito. Mi casa es tu casa, Ojos de Zafiros, siempre que la necesites. Nada de lazos, ni de compromisos. Y ahora... -le sonrió, disimulando su emoción-... sigue comiendo. Recuerda que ahora te estás alimentando por dos.
-Gaara...-susurró el rubio está absolutamente conmovido por la confección que acababa de escuchar.
-Come, hombre -en aquella ocasión su sonrisa fue realmente sincera-. Esto no es el fina del mundo. No voy a morir de desamor, ni nada parecido. Ya me conoces: soy duro como las viejas botas...
-Me siento muy mal -murmuró Naru.
-Bueno, pues no te sientas así. No estoy precisamente falto de compañía femenina, como tú bien sabes...- bromeó el Sabaku.
-Naruto jamás había imaginado que Gaara pudiera sentir eso por él. ¿Por qué no le había dicho nada al respecto? Lo miró mientras seguía comiendo con buen apetito. ¿Podría él corresponder a sus sentimientos? Era un hombre guapo, con su cabello rojo y rebelde y sus ojos aguamarinas... También era muy alto, aunque no tanto como Sasuke. Pero su amigo tenía razón, reflexionó mientras bajaba la mirada a su plato y picaba algo de ensalada. Él siempre lo había considerado como una especie de hermano mayor. De hecho, lo quería como si fuera su hermano... y no había nada romántico en aquel sentimiento.
-¿Cuánto tiempo más te durarán esa náuseas matutinas? -le preguntó de pronto Gaara-. Estás adelgando demasiado.
-Me temo que todavía alguna semanas más - suspiró, cansado-. Y ojalá fueran matutinas. Me asaltan en cualquier momento del día o de la noche.
-Pobrecito -lo miró con ternura-. ¿Sabes una cosa, Ojos de Zafiros? Algún día tendrás que decírselo. También es hijo suyo. No puedes escondérselo durante toda la vida.

ESTÁS LEYENDO
Traición..
FanfictionFue una boda de ensueño..., seguida de una noche de inolvidable pasión. Luego , Naruto Uzumaki , descubrió que su flamante marido, el hombre al que adoraba lo había traicionado...¡Al segundo día de su matrimonio! Hizo las maletas y se marchó. Pero...