Tercer Contacto

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— ¿Eres muy peligrosa entonces? –le interrogó.

—Bueno, podría sofocarte e irme corriendo –argumentó en su defensa.

—Sí, posiblemente eso me mande al hospital y tenga que hacer un retrato hablado... pero tomando en cuenta que una chica me sofocó, preferiría mentir y decir que sin querer tropecé con el puño de una furiosa chica.

—Eso es menos creíble –sonrió ella.

—Tienes razón, por favor no me golpees.

—Intentaré, pero no aseguro nada —le contestó.

—Bien, con la promesa tengo, pero ven, vamos –la tomó de la mano y la llevó hasta una banca del pequeño parque.

Estuvieron un largo rato hablando de sus intereses, sólo para conocerse más, según Draco, y bueno, dejando de lado que fuera grosero con Neville hacia unas horas, con ella era amable, él era bastante inteligente y entretenido, sin mencionar un poco nerd, pero lo disimulaba bastante bien intentando ser rebelde.

— ¿Alguien te cree? –curioseó Ginny.

— ¿Qué? –preguntó él sorprendido.

—Que eres un chico rebelde que va por la vida haciendo y deshaciendo sin importarle nada –lo observó.

—Soy un chico rebelde –contestó.

—Perdón –se disculpó –no quería incomodarte, lo siento en verdad.

—No te preocupes –la observó –en realidad soy un chico rebelde Ginny, pero no con todos soy de esa manera.

—Así que tu plan es sólo sacar de quicio a tus padres y conquistar chicas con tu finta de chico sexy, rudo y rebelde –indagó.

— ¿Soy sexy? –preguntó volteando a verla con una pequeña sonrisa.

—Bueno, supongo que para alguna que otra chica lo eres –prosiguió nerviosa –pero no implica que tus encantos seduzcan a todas las chicas de Staffordshire.

—Así que no solo soy sexy, sino que también hago uso de mis "encantos" para seducir chicas ¿eh?

—Bueno –dudó un segundo y observó hacia el banco de enfrente.

[O]

— ¿Estás bien? –Preguntaron –levántate despacio, vamos, despacio –le dijeron — ¿no te golpeaste la cabeza? –Volvieron a preguntarle –Ginny, este sería un buen momento para que me contestes, ya lograste asustarme lo suficiente.

— ¿Dónde estoy? –preguntó abriendo los ojos.

—Recostada en una banca en un parque –contestó apresurado –iba a llevarte a tu casa, pero tomando en cuenta que conduzco una maldita motocicleta y que estabas inconsciente creí que sería una mala idea.

—No sabes donde vivo –contestó concluyendo.

—Bueno, eso también ¿estás bien? –Se acercó más a ella –dime por favor que no te hiciste daño.

— ¿Qué ocurrió? –interrogó agarrando su cabeza, tenía un severo dolor.

—Creo que mis encantos te hicieron perder el conocimiento.

—No –negó –aun sé que dos más dos son cuatro.

— ¡Oh vamos! Eso no fue gracioso –se quejó Draco y se sentó junto a ella.

—Lo siento, pero en serio ¿Qué ocurrió?

—Bueno, hablábamos de mis encantos y después quedaste inconsciente por un tiempo, la gente nos ve raro por eso –le dijo haciéndole notar que las pocas personas los observaban atentos.

Midnight.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora