ENCANTADORAMENTE PERDIDO(KURT COBAIN)

CAPITULO 1

Esta semana me había tocado cubrir los conciertos de garajes. Hoy era sábado y por lo tanto el último que quedaba.

El periódico local de Aberdeen solía comprar mis fotos.  Yo cubría todo lo que tenía que ver con espectáculos y cosas así. Últimamente había estado obsesionada con las bandas de garaje y esta última banda Nirvana había llamado bastante mi atención por  la energía con la que tocaba en las presentaciones que hacía y las crudas letras de sus canciones, sin duda el compositor veía el mundo de otra manera y tenía una manera de pensar diferente a la de los demás tipos.

El rubio que cantaba me parecía simpático de apariencia, sus ojos azules llamaban mucho la atención y algunas chicas (las groupies las llamaba yo) le coqueteaban con la mirada, lo que me parecía gracioso, porque a él parecía no importarle. Esbocé una pequeña risa mientras trataba de tomar unas buenas fotografías para sacar algo de dinero para mi familia, y la escuela de Matt.

El tiempo se me paso volando y había tomado unas cuantas fotografías, pero no las suficientes, ninguna llenaba mis expectativas.

Trate de seguirlos entre la multitud de gente que me apachurraba y apenas me dejaba pasar. Los perdí con la mirada. Diablos.

Salí de aquel sucio y sórdido lugar, donde la gente olía a cigarrillos, cerveza y perfume barato. Camine unas cuantas cuadras, para regresar a mi hogar, no me sentía satisfecha hoy, había hecho un mal trabajo, y tenía que compensarlo, me distraje mucho con mis estúpidos pensamientos y no hice unas buenas fotografías.

Al cruzar la pista, paso un maldito coche y casi me atropella. En seguida reconocí la matricula del auto. Le pertenecía al Oopsde Adam. Pero yo nunca me quedaba callada, y hoy no iba a ser una excepción. Me acerque a la ventana del conductor y la comencé a golpear para que la bajara. Adam y sus ovejas se reían como idiotas, está bastante claro que estaba drogado y que cualquier cosa le causaba gracia. No puedo creer yo estuve con ese Oops y que me sentía enamorada, que estupidez.

-Hola Preciosa.-dijo mientras bajaba la ventana- ¿Qué haces sola a tan altas horas de la noche? ¿Quieres que te lleve a casa? Podemos divertirnos…-me miro de arriba abajo mientras yo le sacaba el dedo medio.- ¿Eso es no?-preguntó riendo.

-Sabes que Adam, porque no dejas de joder a la gente y te vas a casa a ayudar a tu madre, que yo sepa no está muy bien de salud.-dije con sarcasmo.

-Los problemas con mi madre no son de tu incumbencia, niñita.-Dijo con cólera.

-Deja de molestarme entonces, mira por dónde vas y trata de no matar gente,

-Anne ¿Por qué no te largas con tu estúpida cámara y me dejas tranquilo?- Sus amigos le celebraban las Oops que hablaba. Abrió la puerta del vehículo y di dos pasos atrás.

-Qué asco me das, hasta ahora no me creo cómo pude estar contigo.- lo miré expectante y con lástima.

-Tienes razón nena, soy mucho para una simple fotógrafa como tú- dijo entre risas

-Muérete Imbécil- lo empujé y comencé a caminar en dirección opuesta.

-HEY! Anne! ¡Te olvidas de algo!- gritó mientras sostenía en alto mi bolso café con cientos de fotos dentro. Oops. No podía estar pasándome esto.

-¡Devuélvemela Adam!-Grité llena de ira.

-¡Claro!- la lanzó a tres metros y veía como en el aire las fotos se salían del bolso quedando esparcidas por todos lados. Diablos, ahora si Adam me las pagaría. Se largó en cuanto el bolso cayó al suelo.

Me agache y comencé a recogerlas por toda la acera, eran muchas. Maldito Adam, maldito seas, como te odio, y me odio por alguna vez haberte conocido, y por haberte besado y por todo, me das asco.