CAPITULO 2

2K 117 25
                                    

Un nuevo día en el restaurant me esperaba. Hace dos meses que trabajo ahí y no me gusta, que puedo decir, trabajar en un restaurant no es la cosa más bella del mundo y encima me explotan, me tienen como esclava.

Sophie es otra esclava de este maldito trabajo, y también es mi mejor amiga. A ella la conozco desde que tengo siete años, y desde entonces hemos sido verdaderamente hermanas y las cosas siempre son divertidas cuando estoy con ella. De alguna manera ella siempre sabe cómo arreglarme el día. Es una de mis personas favoritas en el mundo. La quiero demasiado.

Apenas llegué, le hable de mi experiencia nocturna, pero no le hablé de Kurt, no lo sé… creó que no quería compartir eso con ella, de todas maneras le hablé de lo bien que tocaba la banda de Kurt. Pero ella siempre se me adelanta y me dio todos los detalles. La banda se llamaba Nirvana y Recientemente iniciaron tocando en lugares pequeños, en garajes, bares, etc. Aunque iniciaron hace poco, les está yendo bastante bien y que se están ganando el aprecio del público juvenil.

-¿Conociste al vocalista?, es muy guapo. Dime ¿Lo hiciste? ¿Lo conociste? ¿Te gusta?- preguntó ansiosa. En ese momento me agarro desprevenida. Por primera vez dude en contarle algo a mi mejor amiga, pero algo de lo que ni yo misma estaba segura, podía decirle que si lo conocía, pero en cuanto a la otra pregunta “¿Te gusta?”, a esa si que no sabía que responder. Me gustaba su apariencia, pero también su personalidad. En sí… Kurt era simpático. Diablos no podía negarlo. Me gustaba, y mucho. En ese momento con presión y todo, pude darme cuenta. Después de mucho tiempo al fin alguien me volvía a gustar, se sentía bien.

Pero aún no sabía si decirle que “si” o “no”. Corría el riesgo de que a ella también a ella le gustara y halla problemas entre nosotras por un chico. Ese tipo de problemas siempre me parecieron estúpidos. Y creo que si ahora no daba la respuesta correcta, tendría problemas. Tenía miedo, porque ella ni siquiera me había confirmado que le gustaba, pero yo lo sabía, y si le gustaba. Lo único que pude pensar fue: “Oops”

-Uhmmm Yo… si… si, lo conocí.-respondí insegura.

-¿Y qué tal? ¿Es guapísimo no? A mí me encanta. Trataré de conocerlo uno de estos días…-dejó de hablar por unos segundos, luego me miró a  los ojos y tenían ese brillo, como cuando se te ocurre algo muy ingenioso- ¡Pero Claro! Tú lo conoces, tú me lo puedes presentar, ¿Puedes Anne? Dime que sí, anda vamos.-empezó a rogar como un lindo cachorrito.

-Pe-pe-pero yo no lo conozco, solo de vista, no he hablado con él.- ¡Mentirosa! Como puedes decir tantas mentiras en menos de un minuto. Me siento avergonzada. Porque a mí tienen que pasarme todos estos problemas.

-Ahhh… Yo creí… Creí que habías hablado con él.-Dijo decepcionada.

-No…solo toé unas cuantas fotos y me fui del lugar, fue rápido.-Dije un poco nerviosa.

-Claro, ya trataré de conocerlo otro día, estará aquí, ¿no creo que se mude a otro estado?-rió divertida. Lo único que me quedaba era reír junto a ella, aunque me sintiera culpable.

Entre cliente y cliente el día se pasó volando, y traté de olvidar lo sucedido con Sophie, para poder hablar con ella sin sentirme culpable.

A la una de la tarde acabó mi turno, me despedí de Sophie y salí del restaurant camino a la escuela de Matt.

Al llegar al gran portón compre unos helados para ambos, de chocolate para Matt y fresa para mí. Como siempre vino corriendo y con el polo manchado, por lo mucho que jugaba con sus compañeros. Su cabello castaño estaba manchado también con un poco de pasto, las gafas se veían borrosas, pero su sonrisa estaba impecable.

ENCANTADORAMENTE PERDIDO(KURT COBAIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora