2• ¿Acaso esto que siento es AMOR?

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Ha pasado tiempo desde aquel día en que supe que algo distinto crecía en mi, algo que en mi vida había experimentado antes, algo que tenía pensado negar hasta que ya no pudiera ocultarlo mas; y funciono, al menos por un tiempo, nis habíamos convertidos en buenos amigos al grado de no ocultarnos nada; y gracias a ese voto de confianza generado entre nosotros; un martes llegaste emocionado al salón y me dijiste que iba a ser un día sumamente importante para ti y para mi, las primeras clases transcurrían de manera normal; ese día el receso se volvío mi perdición; llegaste al salón acompañado de una chava verdaderamente linda, la tomaste de la mano y se dirigieron hasta mi lugar; una gran sonrisa se posaba en tu rostro, la mas brillante que había visto alguna vez en ti; y sin rodeos me dijiste que ella era tu novia.
Te felicite por ello, sin embargo algo se estaba rompiendo lentamente dentro de mi, era como si el tiempo se hubiera detenido por ese instante; cuando nuestra gran conversación termino, busque entre mis cosas mi teléfono y mis audifonos; el resto del día nos ignorabamos mutuamente, desde aquel día las cosas entre nosotros cambiaron, y no, no cambiaron para bien.

La semana se paso de la manera mas lenta y tortuosa, evitandonos añen cada clase un poco mas; me escape a las canchas durante la última clase de la semana para pensar con claridad, necesitaba estar lejos de todo el barullo que hacían nuestros compañeros sobre tu relación, honestamente todo ese alboroto me ponía el animo por debajo de los suelos, por eso escape en la última hora. Con mi teléfono en mis manos y mis audifonos, sentada en uno de los troncos debajo de la cálida y refrescante sombra de un árbol, podía observar como se movían las ramas del resto de árboles con aquella ligera brisa que anunciaba la llegada del verano, de fondo tenía a Queen  con la canción: Bohemian Rhapsody. Podía sentir como aquella brisa secaba esas escurridizas lágrimas que caían en silencio por mis mejillas; lágrimas que eran la prueba suficiente de que esa noticia tan estrepitosa, que resonaba en mi cabeza como resuena el eco en una cueva abandonada; me era dolorosa, por el simple hecho de haber estos sentimientos que seguían creciendo por ti, me dolía por que me dejaste en claro que para ti siempre seré una amiga.

Cartas para un Viejo AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora