3• Al fin lo reconozco, ¿tendré una oportunidad?

13 1 1
                                    

Los días pasaron de manera tediosa, hablarnos de manera necesaria se había vuelto costumbre para nosotros, ninguno de los dos quería aceptar el hecho de seguir hablando despues de lo ocurrido...

~Flasback~

La tarde se hacia presente en la escuela, todo parecía marchar bien para el resto de nuestros compañeros; yo me había escapado a las canchas en la última hora de clase, quería pensar, necesitaba aclarar que aquello que empezaba a sentir no era mas que una simple confusión, aquella tarde fuí seguida por mi mejor amiga, quien al verme no dudo en acercarse y tratar de consolarme sabiendo que las palabras no eran precisamente su fuerte.
Le dije que estaba bien, le mentí porque no quería preocuparla, no me parecía justo que ella estuviera cargando con el peso que implica un corazón roto, un corazón que termino herido por querer encajar donde no pertenecía; por querer ser parte de algo tan poderoso como el amor. Le pedí que me dejará sola en aquel tronco muerto, frente a esa desolada cancha de futbol, al principio se nego; decía que yo no estaría bien sola, que ella escucharía lo que fuera a decir, que no quería verme en ese estado. La mire ligeramente y con la mejor sonrisa forzada le dije que estaría bien, que no tenía nada de que preocuparse, le pedí amablemente que regresará a clases y le dije que la vería en la salida; pocos minutos despues sentí que alguien se acercaba, pense que era mi amiga y solo atine a decir...

-no es necesario que vengas a verme cada cinco minutos, solo quiero aclarar mi mente; regresa a clase por favor.-

Sin embargo, no conseguí respuesta de la visita inesperada...

-lamento haber llegado sin avisar, pense que a estas horas la cancha estaría vacía; pero ya que estás aquí ¿podemos hablar? Me haz estado evitando desde hace ya un rato y bueno, quisiera saber que cambio; ¿puedo sentarme?- tu voz sonaba algo quebrada, como si hubieras llorado recien.
Ni siquiera atine a mirar a aquella persona, mi nerviosismo delataba de quien se trataba; no hable y solo te hice un ademán para que te sentarás, me quede en silencio apreciendo el efecto que hacia tu voz en aquel silencioso lugar; era algo hermoso escuchar tu voz rebotar al otro extremo frente a nosotros; la mejor melodía que había tenido el privilegio de escuchar en mi corta vida; si algo admiraba de ti, era esa persistencia que tenías en cada momento, aun sabiendo que yo no deseaba darte una respuesta, sabiendo que solo podrías ser escuchado y que no hablaría, seguías insistiendo en busca de una respuesta...

-¿qué fue lo que cambio? ¿Nunca me consideraste un amigo realmente? Sabes, pense que no me afectaría tanto el hecho de que empezarás a evitarme, y si tratas de demostrar algo, haz ganado, por favor hablame de nuevo- querias llorar, lo podía notar en tu voz.

-¿que quieres que responda primero?- quería que mi voz sonará fría, para que no notarás que estaba al borde de un llanto silencioso.

-solo quiero saber una cosa, despues de que respondas te juro que si decides ya no hablarme mas, lo entenderé- tu voz se empezo a cortar, desviaste tu mirada y solo diste un ligero golpe al espacio del tronco entre tú y yo.

-...*suspiro pesado*... De acuerdo, responderé lo que sea que vayas a preguntar, aunque no estoy segura que la respuesta te haga sentir bien- me estaba costando hablar con claridad, y tú no ayudabas mucho diciendo todas esas cosas.

-¿porque ya no me quieres hablar? Se que suelo hacer bromas algo pesadas, también se que no tengo los mejores temas de conversación, soy pésimo contando chistes...-

-nada de eso importa, era divertido hablar contigo en cualquier situación; pero deje de hablarte porque me enamore de ti, y es mejor dejar las cosas así, alejandome de ti, estos sentimientos se desvanecerán y nadie saldrá herido; tú lo habías notado, y aun sabiendo que me gustabas, con todo el descaro del mundo me presentaste a tu novia; que mejor señal que presentarle a tu novia a la chica que sabes que gustaba de ti, que no quieres nada con ella, que solo es eso TU AMIGA, que no podras verla de otra forma. ¿Sabes? La vida no es tan larga como nos hacen creer, grabate bien lo que diré a continuación, porque solo lo diré una vez: no pienses que ahora que lo sabes algo cambiará, lo sabes porque yo te lo estoy diciendo, aunque bueno ya no sirve de nada; nunca sirvio de nada que lo supieras, si te lo dije es porque en este momento pienso dejar enterrados todos los sentimientos que empezaban a crecer en mi interior hacia ti.

Salí caminando en dirección a aquel salón, lo que menos quería era voltear y que me vieras llorar; pude apreciar muy apenas tu voz quebrandose a lo lejos mientras pronunciabas mi nombre....

•~si pasará que yo lo fuese a admitir, mi voz y mi sentir te tendría que ocultar: Tú me gustas en verdad~•

Intentabas con las pocas fuerzas que te quedaban detenerme, o eso pense; pero al parecer estaba equivocada, tú solo te quedaste viendo a la nada; ese día comprendí que había perdido a un gran amigo por tratar de convertirlo en un amor juvenil.

~FIN DE FLASBACK~

Nuestro día a día se basaba en ignorarnos cuando estuvieramos solos, fingir hablarnos como soliamos hacerlo anteriormente ya que no queriamos que nuestros compañeros notarán algo que seguramente ya estaba en boca de todos.
Y así sin dirigirnos palabra alguna, vimos finalizar el tercer semestre, con buenas y malas noticias como pasaba a menudo; tú habías terminado con tu novia un día antes de que cumplierán otro mes más; y yo, bueno yo me decidí en regresar al baloncesto y entrenar como lo hacia antes de conocerte, pense que se me concentraba en algo que no tuviera nada qur ver contigo, olvidarte sería un paso mas sencillo, pero me equivoque, mi mente se había vuelto la mejor en crear ilusiones opticas, jugando con mis sentimientos, haciendome creer algo que simplemente no pasaría...

Un día el destino cruzo por segunda ocasión nuestros caminos; pero esta vez lo hizo de forma literal, ya que un martes pasado el medio día, mientras yo corría con toda mi energía a tope porque llegaba tarde de nueva cuenta a mi entrenamiento, tú ibas tan tranquilo saliendo del deportivo; por un breve instante cruzamos miradas, y pude sentir que el tiempo se detenía o que se congelaría si seguía perdiendome en esos ojos cálidos tan tuyos. Regresamos a la normalidad pocos segundos despues. No pude concentrarme en mi entrenamiento, me habías atrapado ede nueva cuenta, sentía mi cara arder al recordar tu mirada, al recordarte; estuvieron a nada de sacarme del equipo, por suerte recorde el juramento que nos hice meses átras.

Cartas para un Viejo AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora