5. Fábula.

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Amar sin amor.

C A P Í T U L O   0 5

De verdad intenté posponer la cacería

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De verdad intenté posponer la cacería.

De verdad intenté huir de ella.

Pero, como me dijo Abrahel, ¿De qué sirve huir de un mundo envuelto en locura? Puedo llegar a correr, más no esconderme. Porque aquí todos son asesinos, porque aquí todos son psicópatas. Y si lo digo, es porque ya me he informado muy bien de ciertas cosas por internet.

Los tales «Aniquiladores» son un grupo de hombres y mujeres que prácticamente no poseen sentimiento alguno. Es decir, si bien las personas aquí no parecen tener algún remordimiento, estos seres los anulan en su totalidad. En pocas palabras, ellos nunca conocieron a su familia.

Ser un aniquilador no se decide, se obliga. Según el proyecto de una organización llamada "La Protección Del Turbarentur" (L.P.D.T.), la cual tiene una guía muy específica en internet, existen unos algoritmos impuestos en la sociedad enfocados en la fertilidad y embarazos de las mujeres, los cuales te indican que ese feto y futuro bebé será un gran soldado para dicha fuerza. No dice cuáles son los algoritmos, pero mi pensar dice que eso es imposible.

Tal parece que aquí nada lo es.

Es punto es que esos bebés, cuando nazcan, serán quitados de sus padres por la alta jerarquía de este mundo. Los padres no tienen opción de impedirlo, aunque algo me dice, según las imágenes, que ellos más bien están felices de que su hijo o hija sea partidario de esta organización... Aún si él o ella nunca los recordará porque desde entonces se someterán en el entrenamiento para ser un Aniquilador.

No especifica el trayecto que se hace para ser un aniquilador, pero algo me dice que no es para nada lindo de ver o sentir. Para saberlo, solo se tiene que ver la cara de inocencia y felicidad con la que entra el bebé, y luego la cara de mastodonte y sin sentimientos que cargan cuando salen a cumplir sus labores.

Es que no lo sé, si me pusieran a compararlos con algo, diría que ellos son robotʼs con sistemas incorporados para detener grupos de infectados.

Claro que, para mi suerte, si no fuiste seleccionado con anterioridad, no hay oportunidad para hacerlo en el ahora. Estoy a salvo de ese proyecto, al menos. Pero me preocupan esos bebés que pronto serán unos asesinos en serie. Sobre todo, la crianza que les dan para convertirlos en sus secuaces.

No obstante, tengo en cuenta de que igual serán asesinos si se crían en este mundo. Pero quizás sean unos menos intensos que los tales Aniquiladores.

Escucho pasos acercarse a la habitación. No había terminado mi investigación en este mundo, pero tampoco quería que me descubrieran. En ese sentido, quiero decir que hasta usé un viejo truco de navegación privada para que no detectaran mi señal por esas páginas. Era mejor prevenir que lamentar cualquier estupidez que haga.

Lo que ocultan las sombras ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora