Cómo Sucedió

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El hecho de que tu vida empiece a complicarse de un día para otro, y luego todo sea un desastre, es algo... Que no se lo deseo a nadie... Tener un gran secreto, y deber crear una gran red de mentiras para que no sea descubierto... Es complicado.

Mi hermano mayor Jhonathan había venido a quedarse durante las vacaciones a mi casa, aunque casi no salía sino cuando yo lo hacía y estaba más apegado a mi que de costumbre. Se comportó extraño esos días.

-Jota, papa dice que si quieres ir a la disco con ellos- le pregunté asomándome al cuarto, donde estaba jugando play.

-¿Tú vas?- preguntó sin mirarme.

-Aún soy menor de edad ¿Recuerdas?- dije obvia, asintió.

-Me quedo contigo. Además, estoy algo cansado- me dijo mientras dejaba a un lado el mando del playstation y bostezaba falsamente, esto ya es demasiado.

-Ya basta, vas a decirme ahora qué carajos es lo que te sucede- suspiré- No sales a menos que yo vaya, o eso es lo que eh notado. Duermes mucho, lo cual es extraño ya que siempre estabas de fiesta en fiesta y...- él me interrumpe, estaba hablando muy rápido.

-Wow, cálmate... Serán solo cosas tuyas mi cielo, y si me quedo aquí es porque vine de vacaciones ¿No?- razona.

-A veces no te aguanto- comenté saliendo de la habitación.

-¡Espera!- me volteé, espero se esté dando cuenta que no me creo su farsa- ¿Jhonny se queda también?- pregunta, suspiré.

-Va a casa de Dilan a dormir, ellos llegaran tarde, por eso quería saber si ibas también. Haber si iba a quedarme con una am...- me interumpe.

-¡No! Yo me quedo contigo- dijo luego de haber gritado, dramático.

-Tranquilo... Igualmente ella no está en su casa- contesté y fui a avisarles a mis padres que Jota no iría luego fui a ver tv.  Al rato llega mamá para avisarme que iban a dejar a Jhonny y se iban, yo solo asentí.
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No sé en qué momento me quede dormida. Pero luego sentí que abrieron la puerta de mi habitación y me desperté, era Jota.

-¿Pasa algo?- pregunté rascandome un ojo irritada.

-No... Bueno, si... Yo... ¿Vienes un momento por favor?- la duda y su tartamudeo me preocupó un poco así que me levante rápido y lo seguí, fuimos al segundo piso de la casa, donde se logran ver la luna llena y estrellas.

-Bonita noche- le miré de perfil, sus ojos se veían cansados- Dime ¿Qué sucede?- pregunto con sutileza, se veía preocupado de verdad.

-No sé cómo lo vayas a tomar...- susurra angustiado.

-Hey, tranquilo- pongo mi mano sobre la suya en la baranda- Sólo... Cuéntame, sabes que tienes mi apoyo para todo- dije con una sonrisa, aunque estaba algo preocupada.

-Lo sé, y por eso es que te quiero sacar de este lío- hablo bajo como para sí mismo pero logro escucharlo, así que no digo nada- Escúchame, te contaré algo, pero debes mantener la mente abierta. Intenta entenderme y no me odies por favor...- suplicó.

-No hay cosa en el mundo que me haga odiarte- hablé segura de mí.

-Puede haber una excepción- suspira.

-No, nada de eso. A ver, sólo dilo- estaba comenzando a exasperarme, me mira a los ojos cómo si pudiera saber lo que pienso, levanto una ceja esperando respuesta y entonces evita mi mirada.

-Yo... Yo soy... Soy un hombre lobo- pasa su mano por su cabello, nervioso- Cada uno debe transformar a alguien antes de cumplir 25 años o se debilitará y morirá. Es más factible si es alguien menor de 18 para que pueda controlar su lobo- calló mirando a la luna que era destapada por las nubes que la cubrían y yo no sabía como reaccionar.

Mi Otra VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora