¿Recuerdas?

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Cristal POV

-Maldición... ¿Por qué aún no despierta?- logré escuchar que dijo alguien a lo lejos.

-Cálmate, ha tenido muchas emociones y está débil, el golpe ya sano. Pero tardará en despertarse- dice alguien más, intento abrir los ojos pero es como si los párpados me pesaran, siento que estoy sudando. Intento moverme y me duele el cuerpo entonces me quejo.

-¿Pequeña?- dice alguien tocando mi frente, pero no pude distinguir quién.

-Está despertando, creo que la ayudas si le das algo de energía- responde el que hablo hace un momento. Empecé a respirar entrecortado ellos sólo gritaban cosas que no logré entender y yo con todo el esfuerzo que pude abrí los ojos, ví a todos lados, encontrando a tres hombres, dos a los lados de la cama en donde estaba y otro entrando por la puerta. Diganme por favor que no estoy secuestrada...

-¿Dónde estoy? ¿Ustedes quiénes son?- pregunté tratando de regular mi respiración, ví que uno de ellos tenía los ojos negros y me miró a los ojos con tristeza. Alcé una ceja y él se llevo una mano al pecho donde está su corazón, como si le doliera. Yo sentí una presión en el pecho pero no le di mucha importancia.

-¡Andrew!- dijo otro y lo ayudó a sentarse en una silla, el que estaba en la puerta se acercó a mí.

-Cristal, soy Jhonathan, tu... Tu hermano...- dijo tomando mi mano, yo la alejé y lo miré extrañada, se me hacia conocido pero eso no quería decir que confiase en él...

-Disculpe, pero no recuerdo haberlo conocido a usted- hablé.

-¿Usted? ¡Qué te pasa! ¿Por qué habla así?- dijo acercándose a mí el que se había tomado el pecho, Andrew, creo.

-Aléjate- dije y puse mis manos en puños, el paró en seco, como si se hubiera chocado con algo, pero no había nada...

-Hey, calma. No te haremos daño- dijo el de ojos negros.

-¿Cómo sé que no?- pregunté.

-Cristal, solo quita el escudo, hay que llevarte con el doctor- dijo mi supuesto hermano

-Cristal...- susurré para mi, ese nombre...

-Acompañanos para que puedan revisarte, quita la barrera, por favor- pide de nuevo el de ojos negros.

-Disculpe señor ¿Cuál es su nombre?- dije viendo al de ojos negros.

-¿Señor? ¡No soy un viejo! Tengo solo 167 años...- susurro lo ultimo, al ver que lo miraba seria suspiro- Soy Jesús- sonrió.

-Claro. Disculpen, pero no sé de que hablan... Ni barrera, ni hospitales, ni tantos años, así que...- iba a seguir pero Andrew me interrumpió.

-¿Enserio no me recuerdas? ¿Ni siquiera a mi? ¡Por todo lo que existe! ¡Cristal, soy tu mate!- gritó, me asusté y salté un poco, ya no tenia las manos en puños.

-Andrew, cálmate o no llegaremos a ningún lado- dijo el que es "mi hermano", entonces Andrew asintió y se acerco a mi, ahora si pudo.

-¡No! ¡Sueltame!- grité golpeando su espalda, me había tomado como un costal.

-Tranquila- fue lo único que dijo y por más que lo golpeara o le gritaba no me soltó. Entonces salimos de esa casa, que era pequeña por cierto, me sentó en la parte trasera de un auto y él fue a montarse, abrí la puerta para bajarme pero Jesús subió.

-¿Ibas a alguna parte?- preguntó con una sonrisa, yo bufé, mire a la puerta del otro lado pero ya Andrew estaba ahí.

-Ni lo pienses- dijo serio- ¡Vamos rápido!- le dijo a mi hermano, me crucé de brazos molesta. ¿Será posible que no recuerde nada de mi maldita vida? ¿Ni de mi misma? ¿Por qué? ¿Qué eh hecho?

Mi Otra VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora