Al día siguiente, Kate tenía la esperanza de que todo volviera a la normalidad, pero todo se fue a la basura cuando vio a Seth junto a su madre y su hermano.
Al ver esa escena se le revolvió el estómago y sintió algunos celos al verlos tan junto, así que cogió una manzana para el camino y salió de casa sin despedirse de nadie.
Después de aparcar su coche frente a la entrada del instituto, cogió sus libros y salió en busca de sus amigas Emma y Maddie. Tenía que contarles todo lo ocurrido en su casa el día anterior. Nada más pasar la puerta de entrada, se encontró con su mejor amiga Emma, con su cara de niña y sus grandes ojos azules.–¡Hey, Emma! Tengo algo súper importante que contarte –dijo Kate al llegar a su lado – Pero antes, ¿dónde está Maddie?
–Está enferma. Tiene gripe y no vendrá en una semana, pero... cuéntame lo que me ibas a decir.
–Te acuerdas de que mi madre había conocido a alguien y empezaron a salir, ¿no? –Emma asintió –Pues anoche vino a casa, pero no vino solo él, también su hijo... cenamos, hablamos un poco y se van a casar –ella abrió los ojos, sorprendida –Shh... eso no es lo peor, lo peor es que van a vivir en mi casa, o sea, mejor dicho, ya están viviendo en mi casa. ¡Están invadiendo mi espacio! –dijo Kate exaltada,
–Vamos, Kate, no seas exagerada, tampoco es para tanto –dijo Emma poniendo los ojos en blanco.
–¿Que no es para tanto? Están invadiendo mi casa, mi familia... y me quieren quitar el amor de Tommy –se quejó Kate con voz chillona.
–Yo creo que estás un poquito nerviosa, ¿por qué mejor no vas a ver a Luke? –sugirió Emma riendo.
Luke... aquel chico con una brillante sonrisa, rubio, alto, de ojos azules, un poco tonto, pero eso se cura.
O eso espero...
Kate todavía recordaba el día en que, "se conocieron".
Recordaba que ese día había logrado convencer a Maddie para ir a ver jugar a Luke, nada más llegar buscaron sitio libre.
Al observar a Luke jugar se dio cuenta de que le llevaba gustando desde la guardería. Estaba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Maddie le intentaba decir y cuando lo hizo ya era demasiado tarde.
La pelota ya se había estampado en su cara.
Y, tal y como la gente dice, después de la tormenta llega la calma (Nota: o algo así...), en su caso, ver a Luke corriendo hacia ella con su cara de preocupación y aquel pelo rubio brillante enmarañado gracias a aquel molesto gorro que se encontraba en el suelo tirado, junto a esas gafas que ocultaban sus preciosos ojos azules.
No sabía si era el golpe que había recibido o porque todavía estaba en su mundo, pero al tenerlo frente a ella mirándola con preocupación, se olvidó de todo y todos a su alrededor.
Eso lo recordaría por el resto de su vida como lo más vergonzoso que le había llegado a pasar... cuando le preguntó si estaba bien, lo primero que se le vino a la cabeza fue "¡te quiero!" y fue lo primero que dijo.
Nada más ser consciente de sus palabras quiso que la tierra se la tragara, pero se le olvidó cuando él le dedicó una sonrisa y con la pelota, el gorro y las gafas en la mano se tiró a la piscina a continuar con el partido.
Cuando éste terminó, Luke se acercó a Kate y la invitó a salir, pasaron varios días y se dieron cuenta de que el sentimiento era mutuo y empezaron su noviazgo.
Hasta el momento, su relación era la mejor de todo el instituto y Kate deseaba que aquello siguiera siendo así por mucho tiempo.
Fin del capítulo 3
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Confusion
Teen Fiction"¡Exacto!" Pensó Kate "Mi vida es perfecta. Y ningún niñato lindo va a arruinarla"