Capítulo 5

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Una voz me despierta, al principio me sobresalto porque no sé quién es, pero luego al escucharla con más claridad me doy cuenta de que Josh está a un lado de la cama llamándome y moviéndome el brazo izquierdo suavemente.
-Ay- digo- aún me duelen los brazos por la paliza ¿recuerdas? - le lanzo una mirada asesina y él responde con una tímida media sonrisa a modo de disculpa.
-Venga, Rose despierta ¿es qué piensas dormir todo el día?-parece que todo lo que ha pasado antes de que nos fuéramos a dormir se le hubiese olvidado.
-¿Qué hora es Josh?- digo yo aun bostezando, la verdad es que estoy muerta de sueño.
-Ya son las cuatro de la tarde, tenemos que hablar, -dice en un tono más serio- y decidir qué hacer, debo llevarte a ver a mi jefe- esto último lo dice con una voz más sombría y sale de mi habitación.
Lo que me lleva a... ¿quién será su jefe? Al que tanto menciona. Supomgo que lo averiguaré enseuida. Así que intento arreglrme un poco.
Me levanto de la cama y me hago el pelo e intento curar las heridas, Josh me espera bajo en salón. Una vez bajo; los dos nos ponemos serios, sabemos que no son momentos para estar bromeando. Dudo que los vuelvan a haber esos momentos. Cuando me siento en el sofá él me dice:
-Antes me habías dicho que escuchaste a tus padres hablar sobre la información, cuéntame lo que pasó por favor.- vacilo un poco pero luego recuerdo que Josh ahora es mi aliado, debo confiar en él que quizás con su ayuda resolvamos esto cuanto antes así que le empiezo a contar.
- Un día hace unos seis o siete meses, estaba en mi cuarto viendo la televisión, cuando escuché que mis padres habían llegado, se supone que ellos se habían ido de cena con tus padres, aunque ahora ya no sé si es cierto. El caso, es que escuché que discutían y bajé a saludarlos, pero vi que de lo que hablaban no tenía nada que ver conmigo. Así que me escondí para escucharlos. Hablaban sobre unas cuentas bancarias recuerdo haberles oído decir que iban a robar un millón de dólares y que iban a traspasarlo a otra cuenta sin que nadie se enterase. También escuché que si alguien se enteraba o no sé qué lo matarían para que no contase nada.- hago una pausa, para ser sincera, no me imagino a mis padres robando un millón de dólares y siendo asesinos.-no me imaginé que hablarían de un modo tan literal- le explico suspirando y luego continúo ya que la cara de Josh refleja que está muy interesado en este tema.- Cuando mi padre se dio la vuelta me descubrió espiándolos y me dijo enfadado que pasara.-hago otra pausa, esta vez más corta, para aclararme la garganta desde que he empezado a contar la historia el estómago se me ha hecho un nuda, es como si reviviese el momento- me contó que el asunto de las cuentas bancarias solo era un trabajo que debían realizar para el banco en el que trabajaban, que su jefe le había dado la lista para que traspasaran el dinero de una a otra. Y que lo de asesinar a personas era solo una de las bromas de su jefe. Y a partir de ahí, ya sabes, me dijeron también que debía marcharme y el resto pues es esto.- digo señalando a mi alrededor.
-¿Eso es todo Rose?- dijo un poco impresionado.
-Sí, bueno es todo lo que yo sé-añado.- pero después de lo que han hechos mis padres ya no sé si creerlos.- le cuento con una tristeza reconocible en mi voz.
-Vale, prepárate, vamos a ir a visitar a James.
-¿Y quién es James?- pregunto, esta vez con más intriga, cada vez que descubría algo nuevo necesitaba más llegar a final de todo esto por muy dura que fuera la verdad. Una vez estamos los dos preparados vamos coche, que está aparcado en frente de la casa, en el prado, que hoy es mucho más bonito ya que hoy es un día soleado y no hace tanto frio. Llevo puesto lo mismo que hace dos días ya que al raptarme no cogí nada de repuesto. Josh por el contrario va con unos pantalones negros y una camiseta verde de Adidas y con unas converse también verdes, está muy guapo le sienta bien el verde oscuro. Al cabo de dos horas de viaje llegamos a Washington y aparcamos el coche en una enorme plaza. Luego caminamos en silencio por las animadas calles de aquí, pero no es un silencio incomodo, es como si los dos estuviéramos demasiado ocupados pensando que se nos hubiese olvidado de que al lado tenemos a otra persona, y tal vez sea verdad.
Llegamos a una casa que me resulta bastante familiar y me detengo en seco.
-¿Qué pasa?- me pregunta Josh -¿Cómo has dicho que se llamaba el hombre al que vamos a visitar?
-James- me responde como si nada ¿por qué?

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