Al día siguiente era Lunes y me desperté gracias al despertador, que sonó a las siete de la mañana para ir a la escuela. Como siempre mis padres ya se fueron a trabajar; ellos se levantan a las seis para no llegar tarde a sus respectivos trabajos, es más cuanto más temprano mejor, ya que si llegan tarde aunque sea una vez los pueden despedir ya que los Súmps creen que la impuntualidad es algo imperdonable, si los echan ya no tendrían trabajo (no se los darían ya que sólo hay una asignación de empleo y esa es para toda la vida), y si eso pasa ya no tendríamos ingresos financieros; pero mi abuela estaba en la cocina y ya había hecho el desayuno: unas tostadas con manteca y mermelada sumado a un café con leche que tiene más leche que café - como me gusta - Estaba delicioso.
Mi casa era la más lejana al edificio del colegio, en comparación con las de los chicos. En la escala de lejanía después de la mía estaba la casa de Diego, luego la de Martín y la más cercana a la escuela era la de Jimena. Igualmente, no es como si estuviera a una distancia enorme, está a treinta minutos en bicicleta. Obviamente el trayecto sería mucho más corto si tuviera un auto, pero los Súmps prohibieron los autos así como también cualquier cosa que dañara el medio ambiente. Dijeron que no iban a permitir que unos seres tan irresponsables como los humanos que dejaran morir un planeta como este, tan lleno de vida y con agua en abundancia. Eso en parte es bueno porque están cuidando el planeta, pero ahora los humanos sólo podemos desplazarnos en bicicleta o caminando, incluso si debemos recorrer distancias grandes que nos deja exhaustos. Yo opino que los extraterrestres deberían darnos alguna clase de vehículo aunque sea para los viajes largos, pero bueno, tengo la sensación de eso va a cambiar muy pronto.
Hace unos años, cuando nos conocimos, nuestros padres tenían miedo de que si íbamos todos los días solos a la escuela nos pasara algo, por lo que nos pidieron que fuéramos los cinco (ahora cuatro) juntos a clases. Cuando se hicieron las siete y media agarré mi mochila y mi bici para ir hacia la casa de Diego. Sólo demore cinco minutos en llegar a su casa, toque el timbre y cuando él salió nos saludamos y partimos rumbo a lo de Martín. Resulta que el señor se queja de mi falta de puntualidad pero él demoró como seis minutos en salir.
- Jajaja, ¿quien es el lento ahora?, jaja- Dije riendo cuando salió, ellos también comenzaron a reírse al recordar la broma de ayer.
Luego de pasar a buscar a jime, que ya nos estaba esperando, demoramos ocho minutos en llegar a la escuela secundaria número 24. Ésta es una escuela pública ya que a los Súmps no les interesa que nuestra educación sea buena, sólo quieren que sepamos lo básico, un poco de cada tema para que tener algo de cultura general, y a la hora de buscarnos un empleo tengamos aunque sea una mínima noción de las cosas y de cómo comportarnos. Cuando llegamos al estacionamiento faltaban dos minutos para que comenzara la clase, guardamos las bicicletas lo más rápido que pudimos y fuimos corriendo hasta el salón de clase. Por suerte los bicicleteros no quedaban tan lejos de nuestro salón de clase como la sala de maestros, por lo que a pesar de haber llegado tarde la profesora todavía no había llegado.
Nosotros asistimos al único colegio disponible para humanos en esta ciudad, como dije a ellos no les importa que aprendamos muchas cosas, según ellos no íbamos a usar ese conocimiento nunca por lo que no valía la pena tener muchas escuelas. Cuando los Súmps vinieron a la tierra declararon que los humanos tendrían una educación corta, limitándose a culminar la primaria y la secundaria. Ellos decidieron que tendríamos asignaturas comunes como matemáticas o historia así como otras materias sobre la cultura humana en general, también nos obligan a tomar clases sobre la vida de su pueblo, además de una clase en la que nos enseñan a trabajar en diferentes áreas, ésto les sirve para determinar nuestra especialización laboral. Yo personalmente disfrutaría de las horas que paso en la escuela; si no fuera por eso. Tenemos profesores humanos y Súmps, para las materias sobre cultura humana y todas las demás respectivamente.
Mientras que los Súmps son entrenados para ser parte del cuerpo militar o estudian en la universidad para ser doctores o ingenieros por ejemplo, nosotros tenemos que aprender sus costumbre, su idioma y todo lo relacionado a la cultura de Súmpac, y eso me llena de enojo, nosotros también tenemos, o deberíamos tener, derecho a estudiar lo que queramos.
Inmediatamente después de que nosotros cruzáramos la puerta llegó la profesora, la señorita López enseña historia, la historia humana, nos ha contado sobre la vida de nuestros antepasados, cómo se las arreglaban para sobrevivir sin la necesidad de la tecnología. También nos cuenta sobre cómo fue que la raza humana invento la musica, el arte. La felicidad era un sentimiento frecuente para ellos así como la tristeza y la impotencia para nosotros. A los chicos, a mi (y estoy segura de que a todos en este colegio) nos gusta esta profesora porque sus historias nos dan fuerza para seguir, después de todo si los indios que vivían aquí antes de la llegada de los españoles pudieron luchar por su independencia, por qué nosotros no? Si el planeta entero luchó contra los nazis en busca de la libertad de los judíos, y ganaron ¿Por qué nosotros no podríamos lograrlo también?
Lastimosamente por mucho que me gustase, esta clase no es eterna, pronto llegó el final de la hora y con ella vino también la clase de el señor Kénedi él nos da las clases de Estudios Súmps, así decidimos decirle a la asignatura en la que nos enseñan a realizar diferentes trabajos. Tenemos dos horas por día de ésta materia; cada nuevo semestre que cursamos, nos enseñan sobre otra área de trabajo, esta vez nos tocó estudiar mecánica, el semestre pasado tuvimos carpintería. Ésta materia la tenemos a partir de los trece años, ya que de esa manera se aseguran de que cada uno haya pasado por todas las áreas, y el período de estudio termina el día de nuestro cumpleaños número diecisiete, para comenzar con el trabajo.
Durante el recreo fuimos a ver cómo estaba Agustín el novio de María, el pobre estaba muy angustiado, él nos ayudó a mantener el factor sorpresa de la fiesta, era el encargado de distraer a María para que no fuera a la casa de Diego antes de lo previsto , conociéndola sabíamos qué no esperaría hasta la hora acordada cómo le pedimos. No sé qué fue lo que Agustín hizo pero funcionó muy bien. Cuando lo encontramos nos apabulló a preguntas ¿Como esta María?¿Le paso algo?¿La encontraron en su casa?¿Saben cómo le fue en la P.S.E.? etc, el tipo hablaba tanto que casi ni respiraba. Pasó como minuto y medio hasta que por fin se calló, entonces nos miró expectante y procedimos a contarle lo que había pasado. Cuando terminamos él miraba al piso con una expresión entre triste y confundido, levantó la mirada e hizo la pregunta que todos nos hacíamos "Pero, por qué decidieron cambiar el proceso justo ahora"
- No lo sabemos - Dijo Jime - supongo que será simplemente porque les gusta arruinarnos la vida.
- Esta bien gracias por contarme chicos, iré a ver a María más tarde, chao - Agustín se fue saludando con la mano.
Les hice señas a los chicos para que me siguieran y fui a la parte más alejada del patio, hacia el escondite que encontramos hace un par de años y que nadie conoce, ni siquiera los Súmps, ya que era uno de los pocos lugares del edificio que no había sido reparado y que por lo tanto aún estaba en ruinas debido a la lucha por el poder entre los humanos y los Súmps que hubo hace años.
- Chicos, ya no puedo soportar esto más, ésta situación me esta volviendo loca, ningún ser vivo debería tener poder sobre otro y tratarlos como esclavos, ellos vinieron a este mundo en busca de un planeta donde vivir porque el suyo había sido destruido, pero eso no les da derecho a quitarnos el nuestro y tratarnos como a sirvientes. Yo digo que deberíamos hacer algo para deshacernos de ellos, tengo un plan, pero no puedo hacerlo sola ¿Qué dicen, me ayudarán a obtener la libertad para nuestro pueblo?
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Terra Rebellio
AléatoireHace mucho tiempo la tierra vivía en paz, pero todo cambió cuando una raza extraterrestre atacó la tierra. Desde entonces las personas de todas partes del mundo viven bajo su dominio. Después de sesenta años una chica de un país latinoamericano, dec...