Capítulo 7

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Al no poder seguir teniendo una vida normal con nuestras familias, en nuestras respectivas casas, tuvimos que buscar otro lugar donde vivir. A las afueras de la ciudad, en el campo, existe una casa abandonada, es bastante pequeña, pero va a servirnos mientras buscamos un hogar permanente.

Cuando llegamos a nuestra nueva vivienda, era muy tarde y decidimos dormir en el piso por esta noche, ya que no hay camas.

La casa, si puede ser llamada de esa manera, es en realidad una cabaña de madera abandonada y que por lo tanto esta bastante vieja y deteriorada, en pocas palabras: el escondite perfecto. A nadie se le va a ocurrir que cuatro adolescentes viven en una cabaña en el medio de la nada. La nuestra es una cabaña de una planta que tiene: una cocina con comedor integrado, un cuarto de baño, un living y un dormitorio lo bastante grande como para que entren dos camas cuchetas, no caben cuatro camas en el piso.

Los chicos, con su precario conocimiento de carpintería, sacado de las clases de ES, van a construir las cuchetas con algunos tablones que traje de mi casa y que estaban sin uso. Al día siguiente nos levantamos temprano para desayunar y ponernos manos a la obra lo más pronto posible.

Cuando éramos chicos, nos encantaba jugar acá. Una vez, hace unos años, quisimos salir a acampar y le dijimos a nuestros padres que haríamos un campamento cerca de la cabaña, pero cuando llegamos hacía mucho frío y decidimos meternos a la casa y dormir allí, al día siguiente consideramos que sería buena idea tener como un lugar de escondite secreto por si alguna vez pasaba algo en nuestras casas, de modo que esa misma tarde cada uno trajo un bolso desde su casa con todo lo que clasificó como imprescindible para vivir. Además de la cabaña, hay un río cercano con agua potable, por lo que no precisamos comprar agua. Cuando los Súmps llegaron, de alguna manera limpiaron el agua de algunos de los ríos del mundo logrando hacerla apta para beberla, lo más impresionante es que lo lograron sin necesidad de represas u otras cosas, para que siempre tuvieran un suministro de agua, obviamente no se lo dijeron a los humanos porque sino ya no podrían vendernos el agua, pero una vez estábamos jugando cerca del río y me caí, trague mucha agua, pero aparte del susto no me pasó nada malo, no me intoxique como aseguran los científicos de Súmpac que pasaría si alguien toma del agua de un río. Cuando decidimos comenzar con el plan, trajimos más alimentos. Durante el desayuno hablamos animadamente, cuando de repente escuchamos:

- "... como ya saben, ayer durante el mercado de el día de descanso, se produjo una revuelta en la cual fallecieron cuatro adolescentes, el percance, fue generado por un hombre que intentó robar una bolsa de comestibles ..." - Contaba el periodista Súmp que da el informe diario con voz de narrador, desde la radio que Martín trajo - "... al salir corriendo nuestros agentes emitieron la alarma y un par de soldados fueron en su busca, pero al mismo tiempo estos chicos comenzaron a perseguir a los uniformados con la intención de dañarlos, por lo que otro par de soldados salieron a perseguirlos. Luego de un par de minutos pudieron llegar a ellos en una plaza llena de gente, los jóvenes rodearon al ladrón con intención de protegerlo, éste pudo escapar, pero los adolescentes fallecieron al recibir los disparos en lugar de él, le voy a ceder la palabra al gobernador ahora, al cual le gustaría dar unas palabras respecto a este terrible suceso"

Durante unos segundos el parlante permaneció en silencio para luego darle lugar a la voz gruesa potente y dominante de uno de los hombres que nos quitaron la libertad - "Buenos días a toda la población humana, la situación de ayer me dejó muy disgustado" - Dijo con voz de aburrido - " No voy a mentirles, pensaba que eran más inteligentes, creí que había quedado claro, ustedes no son rivales para nosotros, tenemos armas, recursos ... soldados. Ustedes no tienen nada. Están bajo un completo control de nuestra parte, si cualquiera de ustedes intenta enfrentarse a nosotros morirá" - Dijo citando la misma frase que escuchamos todos los días de parte de la población Súmpac, oímos cómo se acomodó en su asiento y siguió hablando, ahora con un aspecto más interesada - "Por ser la primera vez, y por el hecho de que los culpables ya tuvieron su merecido, lo dejaremos pasar, tienen este día para reconfortar a las familias de los caídos y pensar en lo que pasó" - Su voz se ensombreció - "Pero a partir de ahora, si a cualquiera de ustedes sea niño, hombre, mujer o anciano, se le ocurre hacer algo parecido, sufrirá las consecuencias, no voy a permitir este tipo de comportamiento en esta colonia. Si alguien intenta una cosa así, morirá, su ejecución será pública para que servirá como ejemplo para los demás, y no quiero ni hablar de las consecuencias que sus actos traerán al resto de la población ... Pero bueno ..." - Volvió a cambiar su postura, esta vez su voz está más relegada - "... no pensemos en eso, durante todo el día tendrán oportunidad de visitar a las familias de los desafortunados adolescentes y consolarlos, además como muchas familias no tuvieron oportunidad de comprar sus raciones, tendrán todo el día para pasar por el edificio de gobierno a retirarlas. Hasta la próxima ..." - Nos quedamos duros por la noticia.

- Bueno ... al menos tienen el día libre - Susurro Martín con una voz apenas audible, en un intento por aliviar la situación - Entonces vamos a poder ir a hablar con Conrad y Roberto - Mencionó un poco más animado, a lo que todos asentimos de acuerdo.

Antes de que Martín y Diego salieran a ocuparse de las camas, ya habíamos acordado que mientras ellos hacen eso, Jime y yo iríamos a la ciudad a pedirle a Conrad que él y Roberto que estuviera en su casa para las diez de la noche porque queremos hablar con ambos. Así lo hicimos y para la hora del almuerzo ya estábamos de vuelta, los chicos ya casi terminan con las cuchetas, por lo tanto nos pusimos a hacer el almuerzo.

- CHICAS - Se escuchó el grito de Diego desde el patio de la casa - Vengan a ayudarnos a transportar las camas al cuarto, son muy pesadas.

Dejamos la pasta en la olla y salimos, grande fué la sorpresa que nos llevamos al ver las camas, estan preciosas.

- Wow chicos, tengo que decirlo, me sorprenden, no sabía que eran tan buenos con la carpintería. - Dijo Jimena muy asombrada.

- Digamos que las clases obligatorias, al final si sirven de algo - Respondió Diego

- Es obvio que si - Tercié, y nos dispusimos a llevar las camas a nuestra habitación, luego de terminar, admiramos nuestro trabajo, quedaron bien - Vamos a almorzar, tengo hambre ...

- Tu siempre tenés hambre - Se quejo Martín

- Sí, ¿algún problema? - dije frunciendo el ceño, haciéndome la enojada - Además tenemos muchos planes que hacer

- Cierto, mejor vamos

Mientras almorzamos hablamos acerca de lo que haríamos ahora - Bien chicos, tenemos que buscar la manera de conseguir identificaciones falsas, tinte para el cabello y lentes de contacto de colores para poder hacernos pasar por Súmps y entrar a la academia militar para jóvenes - Dije

- Podemos pedirle a Kendra Miller que nos de todas esas cosas, ya saben la mujer que tiene una tienda de antigüedades, la de la calle número 22 - Desde que Jime descubrió esa tienda, no deja de hablar sobre ella y de lo genial que es - En serio chicos, esa mujer tiene de todo, estoy segurísima de que ella tiene lo que necesitamos.

- Esta bien, vamos para allá después arreglar la casa, ¿OK? - Comentario a lo que todos estuvieron de acuerdo.

Luego de comer, cada quien se hizo cargo de una parte de la casa (Martín de nuestra habitación, Diego de el living, Jime de la cocina y yo de el baño) para arreglar la cabaña, ya que está muy deteriorada y prácticamente inhabitable. Mientras revisaba la ducha me dí cuenta de algo muy importante y que seguramente cause muchos problemas. No hay ducha, en realidad, hay un cubículo en el cuarto de baño que tiene una manguera, pero en realidad no hay un duchero ni agua caliente, esto último se puede arreglar calentando el agua en la estufa, pero después tendríamos que echarnos el agua encima porque no hay manera de hacer que la manguera chupe el agua de la cubeta.

Después de revisar todas las habitaciones en busca de problemas, nos dedicamos a reparar la máxima cantidad de averías posibles para poder hacer que la cabaña sea habitable y salir a la tienda de antigüedades. Arreglamos las goteras, con unos tablones que sobraron, la chimenea tapada y limpiamos casi toda la casa. Cerca de las ocho de la noche nos encaminamos a la ciudad, rumbo a la tienda de la señora Miller.

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⏰ Última actualización: Jul 26, 2017 ⏰

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