Abrí los ojos despacio, acostumbrándome a la luz tenue que entraba por la puerta de la nave. Parpadeé varias veces y tomé una respiración profunda, asegurándome de que estaba bien y no tenía secuelas. El techo de la nave temblaba levemente, y supuse que alguien estaría caminando por el segundo nivel. Bostecé y estiré los brazos, que todavía tenía entumecidos; por el dolor de mis músculos imaginé que habría estado en la misma posición durante toda la noche. Cuando rocé el frío metal con mis dedos me estremecí y aparté las manos con rapidez.
Las imágenes de mi brote pasaron por mi cabeza a toda prisa, como el tráiler de una película. Me lamí los labios secos y noté el sabor a sangre de mi boca; no habría pasado mucho tiempo desde la última vez que vomité. Hice una mueca para mí misma y me reincorporé, gimiendo al notar el dolor en cada parte de mi cuerpo. La cabeza me daba vueltas y siseé de dolor mientras me ponía la mano en la frente, como si eso fuera a aliviarme de alguna forma. Me llevé las manos a las orejas y me recogí los mechones de pelo que caían en mi cara, quedándome ahí unos minutos mientras me acostumbraba a estar de vuelta.
—La princesa ha despertado —musitó Murphy a mi lado, llamando mi atención, y me giré lentamente para mirarlo con una ceja levantada al escuchar ese apodo de nuevo— Iré a llamar a Bellamy.
—Espera —dije rápidamente y le cogí del brazo para que dejara de caminar. Este me miró extrañado y yo guardé silencio, no muy segura sobre qué decirle— ¿Estás mejor?
Murphy frunció levemente el ceño y dejó caer su brazo. Alcé las cejas levemente, recordándole que tenía que contestarme a la pregunta, pero no fue hasta que decidió que me había admirado lo suficiente que contestó.
—¿La primera persona por la que preguntas después de despertar soy yo? ¿Estoy soñando? —bromeó, tocándose la frente para después negar.
Rodé los ojos e imité su gesto, sin poder ocultar una sonrisa. Tenía que admitir que este Murphy no me desagradaba del todo.
—No hagas que me arrepienta —contraataqué, fingiendo una sonrisa mientras intentaba levantarme.
—Estoy perfectamente, ¿no lo ves? —alcé una ceja— Gracias por ayudarme.
—De nada —contesté secamente, intentando esconder mi sonrisa— ¿Ha pasado algo mientras dormía? No te han amenazado, ¿no?
Murphy se rió entre dientes y negó, mirando al suelo y pasándose una mano por la mandíbula.
—Estarán esperando a que despiertes, sino no tendría sentido.
—Muy gracioso —aseguré y le di una palmada en el hombro cuando conseguí levantarme.
Las piernas me temblaban levemente y sentir el suelo bajo mis pies era extraño después de lo que me había parecido mucho tiempo. Mentalmente, me sentí culpable por estar bromeando cuando probablemente fuera estuvieran preparando todo para la inminente guerra. Pensar en los terrestres me cayó como un balde de agua fría y la sonrisa se borró por completo de mi rostro. No podía permitirme estar ahí, descansando, mientras el tiempo corría en nuestra contra hacia una muerte segura.
—Llamaré a Clarke, querrás salir de aquí —asentí mientras tomaba una gran bocanada de aire y sonreí brevemente como agradecimiento— ¿Te encuentras mejor?
—Perfectamente, ¿no lo ves? —inquirí con obviedad, copiando su frase anterior en un intento de burlarme de él.
Murphy sonrió, agachando la cabeza brevemente, y asintió. Movió su dedo índice en el aire mientras salía de la nave, a lo que yo reí entre dientes. Me apoyé en la mesa de metal y suspiré, frotándome la cara para despertarme completamente. Dejé la mano bajo mi barbilla y me quedé mirando a un punto fijo, pensando intranquilamente en un problema que no tenía solución. Por si eso no era suficiente, tampoco sabía qué hacer respecto a Bellamy; habían pasado tantas cosas en las últimas veinticuatro horas que desconocía el rumbo en el que íbamos.
ESTÁS LEYENDO
Run » Bellamy Blake (the100)
Fiksi Penggemar"Como ya sabéis, una hecatombe nuclear hizo inhabitable la Tierra. Un pequeño grupo de humanos fue capaz de sobrevivir gracias a que pudieron ubicarse en las pocas estaciones espaciales existentes en ese momento durante casi un siglo. Sin embargo, n...