- ¿Qué tomas? – preguntó Julie una vez en casa de Max, Chas estaba aún despierto viendo la televisión, en ese momento no le importaron las diferencias y mucho menos que hace unas horas le había tenido temor o algo así solo quería hablar con alguien.
- Cerveza – contestó él y tomó de la lata una vez más. - ¿Max no viene conmigo?
-No. – respondió ella, seca. – ha preferido quedarse con la muy zo . . . con su amiga.
- ¿Sara? – Chas puso una sonrisa cómplice.
- ¿Tienes otra cerveza?
- Sí, en la nevera
Julie abrió y agarró una para luego cerrarla y seguir con la conversación.
- Si, Sara. – puso los ojos en blanco, odiaba el solo hecho de recordar su nombre, había tenido que soportar toda una noche con sus estúpidos cariños hacia Max ,observar cómo es que se le pegaba siempre, le tocaba y por último tener que aguantar como Max apuntaba sus ojos a los senos de esa zorra.
- ¿Te cae mal?
- ¿Debería caerme bien? Es una. . .
- Dilo, sin pena
- ¿Zorra? ¿Puta? Que se yo pero Max tampoco se queda atrás.
- ¿Él también es una zorra? – Julie rio al escuchar esa pequeña pregunta.
- Es un idiota - Julie tomó cerveza aunque odiaba el sabor de esa bebida necesitaba ahogar esa furia que tenía adentro con algo.
- ¿Qué hizo?
- ¡LA MIRABA SIEMPRE!
- Mujeres. . . - Chas blanqueó los ojos.
Julie se sintió ridícula, al menos por un momento, pensándolo bien había quedado mal con aquella familia, la misma que como le habían contado había ayudado incontables veces a Max en su niñez.
- No puedo creer que te den celos de Sara.
- Ya déjame. – le dijo Julie.
- Tú le gustas a Max - le dijo él sincerandose, realmente lo sabía, lo notaba y esta vez no se trataba de la simple mujer que traía a su casa por un día cogían y no la veía nunca más, sentía que estaba vez era importante para Max.
- No lo defiendas ¿ok?
- Está enamorado, te lo juro. – le volvió a decir. – de otra manera no estarías viva.
Eso le enfrió la sangre por completo pero parte de esa enorme sinceridad era cierta, Max se moría por ella tanto que no se atrevería a hacerle nada nunca.
De pronto se escucharon las llaves interceder en la cerradura de la puerta principal, "es él " pensó Julie, de inmediato se tomó lo que pudo de la lata de cerveza y dejó lo que quedaba sobre la pequeña mesa de centro antes de irse a la habitación, se volteó para decirle algo a Chas.
- Gracias. – le sonrió ella, una sonrisa sincera y tal vez, solo tal vez por una milésima de segundo Chas pudo entender porque Max se había enamorado de ella.

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SECRETOS
Historia Corta~2do libro de la trilogía "El secuestro de Julie" ¿Estarías dispuesto a confiar en alguien que siempre ha ocultado un secreto?