-48

665 55 6
                                    

Hace 40 minutos que estoy sentada sobre mi cama, el vestido ya ciñiendose sobre mi, asfixiando mi figura, mis uñas tamborilean sobre el pequeño bolso que se envuelve en mis manos y tengo que controlarme para no triturarlas con mis dientes, estropeando el hermoso color azul de ellas.

Estoy muy nerviosa y solo tengo ganas de que mi padre se apiade en el último segundo de mi y me libere de esta tortura, pero sé que eso no va a pasar,doblo mi cabeza hacia el gran espejo a mi derecha y tengo que contener mis fuerzas para no llorar, la imagen que observó me transporta a mi yo de dos años atrás, sus ojos están agrandados, casi con pánico, tiene la piel más pálida que de costumbre y grandes ojeras azuladas se lucen bajo sus ojos.
Suelto un grito ahogado casi exasperado y tomo el vestido entre mis temblorosas manos, quiero arrancarlo de un tirón, necesito hacerlo, necesito terminar con esta tortura,me siento como si cientos de cadenas se apretaran a cada parte de mi cuerpo y no pudiera escapar de ellas, ni siquiera teniendo la llave en mis manos, mis respiraciones se hacen más rápidas y deambuló por toda la habitación como si estuviera ida, tomo el cabello entre mis manos algunas de las puntas de el se pegan a mi cuello por el sudor que estoy emanando, me doy asco, las lágrimas amenazan con brotar de mis ojos y trató de retenerlas en una lucha interna contra mí misma, mis rodillas huesudas tocan el suelo alfombrado al caer sobre el casi con derrota.

no puedo hacerlo.

si lo hago lo estaría perdiendo a el, a la única cosa buena de mi vida en este momento.

Un chirrido agudo sale mi boca porque sé que no puedo escapar de esto, me cubro mi boca con odio hacia mí misma para intentar acallar los pequeños quejidos.

No puedo rendirme, no ahora que estoy tan cerca de conseguir lo que quiero.

Me levanto con cautela, sujetándome de algunos muebles que se cruzan en mi camino, es como si toda la fuerza hubiera sido drenada de mi de repente.

Mi cabeza va a explotar de el intenso sonido que pasan por mis oídos.

Sacudo el vestido y me apoyó casi derrotada en el espejo, empañandolo con todavía las rápidas exhalaciones que salen de mi boca.

Me miró una vez más, pequeñas gotas cubren todo mi rostro, y un poco de el maquillaje está corrido por todo lo que estoy sudando.

No tengo un ataque de pánico desde hace bastante tiempo, y ya había olvidado la sensación de miedo y desesperación que te abordan cuando lo acabas de tener.

Tengo que sentarme en mi cama y tratar de calmarme a mí misma efectuando respiraciones más lentas y dejando mi cabeza entre mis piernas tal y como me lo enseñó el doctor, poco a poco siento que el intenso sonido de mis oídos se va calmando y tampoco siento tanto calor como hace unos segundos,me mantengo en esa posición hasta que logró calmarme totalmente, solo para que cuando termine unos toques en la puerta me pongan en alerta de nuevo.

La dulce y un poco preocupada voz de la ama de llaves me informa que el señor vendrá en 10 minutos y que tengo que estar vestida y lista en la puerta, ya que no le gusta esperar.

Me obligó a levantarme de la posición en que estoy, y a casi correr al baño a arreglarme un poco el maquillaje y el vestido, y cuando por fin termino han pasado 9 minutos.

Tomo el bolso entre mis manos y salgo de la habitación bajando lentamente las escaleras, para cuando llegó a la puerta, está es abierta dándome una vista de mi padre, sus ojos me escutrinian buscando alguna imperfección, para cuando termina su recorrido, sus frías orbes se posan en los mías y me da una sonrisa que no le llega a los ojos.

-Veo que no has olvidado en como llevar un vestido- esas son una de las cosas que odio de estos eventos, por mi iría de pijama, pero eso lo haría ser aún más duro conmigo y no, ahora no es el momento de dejarme llevar por mi actitud problemática.

••Weak••-|kim seokjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora