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El teléfono de Félix empezó a sonar en medio de la clase. El profesor lo miro mal y le hizo un movimiento con la cabeza para que saliera del salón a contestar.

—¿Bueno? —dijo al contestar.

—Hola, ¿cómo estas? —dijo Sam del otro lado del teléfono.

—Sam —estaba un poco nervioso— bien, ¿y tú?

—Igual bien, ¿no interrumpo nada?

—Estaba en clase.

—Lo siento —rió nervioso— es que estoy afuera del InstitutoFélix se alarmó— ¿podrías salir unos 15 minutos?

—Es que no puedo perder clase.

Te prometo que no tardará —Félix se quedó callado— por favor.

—No más de 15 minutos, ya voy —habló después de pensarlo un poco.

Félix colgó el teléfono y fue corriendo a la salida del Instituto, ahí estaba Sam.

—Que bueno que aceptaste venir —le sonrió.

—Si, pero anda, ¿qué pasó?

—Me voy, no sé si vaya a regresar pero al menos por ahora eso no esta en mis planes.

—¿A dónde te irás?

—Inglaterra —levantó las cejas.

—Genial —dijo Félix, sin saber que más decir.

—Quería despedirme, me iré mañana y no creo tener tiempo para hacerlo después.

—Te deseo mucha suerte —le sonrió.

—Y quiero irme sabiendo si es que me perdonaste en algún momento.

—No puedo odiarte para toda la vida, pero yo no guardo rencor Sam —le sonrió.

—Entonces... ¿todo bien? —Félix asintió.

—Todo bien.

—Y me gustaría decirte una última cosa antes de irme, ¿puedo? —Félix asintió, de nuevo— hable con Marc, sé que puede sonar un poco raro pero me dijo muchas cosas y créeme que sé cuando una persona en serio quiere a otra —rió— no lo desaproveches Félix, ¿si? Todos merecen una segunda oportunidad y así como a mi me diste más de 5, cuando te decía que cambiaría, creo que Marc se merece una segunda.

—No lo sé —torció la boca.

—No es que este de su lado, pero Marc en serio te quiere —lo tomó del hombro— y creo que sabes que para que yo diga algo así pues está difícil —pausa— quiero que seas feliz.

—Está bien —dijo muy apenas.

Sam abrazo a Félix y sin que ninguno de los dos dijera otra cosa, cada quien se fue por su lado.

El hecho de que Sam y Marc hayan hablado se debe a que se habían encontrado en el centro comercial. Y Sam se acercó a Marc...

—Marc, ¿cierto? —dijo mientras se acercaba a él, Marc asintió.

—Sam, si no me equivoco —habló en forma de saludo.

—Ese mismo.

—No me quieres golpear, ¿o si?

—Créeme que quiero, pero si nos ponemos a comparar soy la persona menos indicada para reclamarte por lo que hiciste.

—Tienes razón.

—Me supongo que Félix te llegó a contar ¿no?

—Acerca de lo que le hacías, claro que me lo contó.

—Dios, me arrepiento tanto de eso —pasó la mano por su frente.

—Yo también me arrepiento de haberle hecho daño.

—Al menos no tuviste que ver como lloraba suplicando que lo dejara en paz... —Marc hizo una mala cara— perdón, creo que eso no debi decirlo.

—No —dijo negando con la cabeza.

—En fin, me alegra que Félix se haya dado cuenta antes de que se enamorara completamente de ti.

—¿Te alegra? —rió sarcasticamente.

—¿Qué querías?, ¿que nunca se enterara?

—Era mi mejor opción.

—Al final la verdad siempre sale a la luz.

—Es que en serio lo quiero ¿sabes?, yo sé que las circunstancias en las que lo conocí no fueron las adecuadas pero por una parte no me arrepiento.

—¿Por qué?, en tú lugar yo me estaría muriendo por la culpa, bueno, pase por algo así.

—Me hubiera gustado conocerlo de forma distinta, pero sin la apuesta jamás lo hubiera hecho —pausa— estuvo mal, lo sé de sobra.

—¿No harás nada para tratar de recuperarlo? —Marc negó.

—Lo quiero, y no quiero hacerle más daño... —Sam interrumpió.

—El que le hagas daño o no, depende más de que tú quieras.

—Bueno, si, pero no lo obligare a hacer algo que no quiere.

—Él no hará nada que no quiera.

—No querra darme una segunda oportunidad.

—¿Cómo puedes estar tan seguro?

—Me lo dijo.

—Conozco a Félix... dirá que no quiere para convencerse de que no. No porque en realidad sea así.

—Entonces, ¿qué hago?

—Habla con él, pero tranquilo, una charla bien y ya.

—¿Por qué haces esto?

—Puedo notar que en serio lo quieres, y sé que Félix también lo hace —pausa— yo me iré, y si lo último que puedo hacer por Félix para recompensar mi error, es tratar de reconciliarlo con la persona que en realidad quiere estaré tranquilo.

—Lo entiendo —le sonríe— ahora tendré que buscar la manera de hablar con él.

—Está perfecto —le devolvió la sonrisa— mucha suerte, y cuidado con que le vuelvas a hacer daño.

—Gracias, en serio, gracias...

Es día Marc se fue pensando en como hablar con Félix, al final decidió dejar las cosas pasar, no haría ningún plan ni nada. Cuando viera el momento venir lo haría, y lo único que esperaba era que Félix quisiera escucharlo.

Retos y Apuestas |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora