Retos y Apuestas |EN EDICIÓN|

28

Al día siguiente, Marc llevó a Félix a su casa y regreso a la suya, llevándose la sorpresa de que su hermano estaba ahí.

—Chris, hasta que te veo —dice Marc en forma de saludo.

—Hermanito, hermanito —empieza a reírse mientras niega con la cabeza.

—¿Qué pasa? —pregunta un poco confundido.

—Muy bueno el show de anoche, ¿no?

—¿De qué hablas? —ahora mas que confundido, estaba nervioso.

—"Eres perfecto", "hazlo bebé, vente en mi" —dijo, imitando a Marc, esto seguido de unos gemidos falsos. Marc no sabía que decir— nunca pensé que fueras gay, hermanito —soltó otra risa.

—Eso es algo que no te incumbe —logró decir después de un rato.

—La próxima vez avísame ¿quieres? —pausa— las paredes son muy delgadas y se escucha todo.

—Ya Chris, no le digas a mamá por favor.

—Tuviste suerte eh, si mamá te hubiera descubierto —hizo una mueca— el único hijo del que no estaba tan decepcionado...

—Sólo no le digas, ¿quieres?

—Tú tranquilo —rió— tu secretito está a salvo conmigo.

—Más te vale idiota —dijo, para después irse.

—¡A ver para cuando lo presentas! —gritó Chris en cuanto Marc iba a mitad de las escaleras.

El lunes por la mañana, al llegar al Instituto, Félix fue corriendo al casillero de Tiana, para contarle lo que pasó el viernes.

—¡Tiana! —dijo cuando se situó a su lado.

—Tranquilo Félix, ¿qué pasó?

—¡Adivina que! —decía emocionado.

—No lo sé Félix —habló después de pensarlo un poco— ¡dime! —impaciente.

—Vamos a un lugar mas seguro.

—Anda Félix, dime aquí —la impaciencia de Tiana sólo aumentaba.

—Es que es bastante lo que tengo que contarte —decía emocionado— vamos, ya.

Tiana, más a fuerza que de ganas, pero muerta de curiosidad siguió a Félix hasta el auditorio.

—Ahora si, ya cuentame que me tienes con la duda.

—Ya no soy virgen.

Tiana gritó, mientras se cubría la boca con las manos.

—Cuentame todo, no te molestes en omitir detalles —dijo emocionada.

—¿Segura?

—Dilo, tal y como sucedió.

—Perfecto, todo empezó después de la cena de la que te dije... fuimos a su casa y vimos una película en su habitación —pausa— nos empezamos a besar y ya sabes, todo empezó a subir de tono...

Félix se encontraba nervioso, pero trataba de disimularlo con sonrisas y se consentraba en los besos tiernos y cálidos de Marc.
Este se posisionó sobre Félix de un movimiento rápido. Lo que hizo que Félix pegara un salto.