Nico estaba viendo una película envuelto en sus cobijas después del sueño más extraño que había tenido en su vida; incluía vampiros, su anemia y una extraña sensación de que fue demasiado realista como para ser un sueño...Unos golpes a su puerta lo hicieron gruñir, las personas siempre tenían que molestar cuando estaba tan cómodo. Luego pensó que quizá era Hazel y si no abría la puerta igual terminaría por derribarla y no podría pagar una nueva. No se molestó en ponerse las pantuflas, de igual forma volvería a su cama en pocos minutos. O quizás no... cuando el mismo tipo que atentó a beber su sangre estaba parado en su puerta con una bolsa de farmacia en su mano.
—Hola. —Saludó mostrando sus hoyuelos. Luego añadió más nervioso. —Me invitas a entrar, no puedo si no lo haces...
Cierto, los vampiros tenían que ser invitados a pasar por la puerta o no podían entrar... Nico (que había estado muy en shock como para gritar o reaccionar de cualquier forma) sonrió y justo cuando el rubio se dio cuenta de sus intenciones ya Nico había cerrado la puerta en su cara.
—¡Hey!-. Escuchó la queja del vampiro.
Nico lo ignoró y volvió a la tranquilidad de SU noche de películas. Aún así, el pobre pelinegro no contaba con el hecho de que había dejado su ventana abierta y la regla de necesitar permiso para entrar no contaba con las ventanas...
—¡AHHH!—. Nico lanzó su control remoto directo a la cabeza del rubio.
—¡No grites, no grites, no grites!—. El rubio esquivo el aparato con facilidad y siguio acercandose al aterrado pelinegro.
—¿¡Que no grite!? ¡Un desconocido se ha metido en mi casa dos veces y además me mordió!—. Nico trató de alcanzar la lampara de su mesa de noche, pero el vampiro fue más rápido que él.
Cuando Nico fue consiente de lo que había pasado, tenia su espalda contra la pared, las manos firmemente sujetas sobre su cabeza y el cuerpo del rubio a milimetros del suyo.
—Muy bien, muy bien. Si lo dices así suena bastante horrible—. Nico evitó la mirada del rubio, su corazón iba tan rápido que no podia resultar saludable. —Pero no voy a hacerte daño, solo quiero ayudar. ¿OK?
El pelinegro pensó sus opciones; era lógico que el ojiazul era mucho más fuerte que él así que si hubiera querido hacerle daño...
—Tienes que calmarte. Tu corazón va muy rápido. No voy a hacerte daño, lo prometo.
—y-yo... tú.—De repente todo empezó a darle vueltas y empezó a dejar de sentir sus piernas. El vampiro soltó sus muñecas y antes de que Nico cayera lo atrapó y lo cargó al sofa.
Una vez que el pelinegro estuvo sentado, el vampiro se arrodillo frente a él y sonrió.
—Mi nombre es Will, y lamento haberte mordido... y asustado—. Acerco su mano a la cara del pelinegro y rozó sus nudillos contra su mejilla..
Nico estaba tratando de calmarse cuando un pinchazo de electricidad lo recorrio, Will también lo sintió y alejó su mano.
—Supongo que no has comido nada.... prepararé algo.
Nico estaba seguro de que oficialmente había perdido la cordura.
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One-shots: Solangelo
FanfictionOne shots solangelo sin ninguna relación entre ellos. Algunos están inspirados en AU's, otros en el campamento mestizo. ¡Espero que les guste! P.d hace mucho leí Percy Jackson por lo que porfa disculpen cualquier dato que no esté conforme a los lib...