Mi Dulce... Dulce y Adorable Flug

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Flug se tallo los ojos con cansancio después sentir los rayos de sol entrar por su ventana, bostezo y estiró ambos brazos, luego volteó la mirada hasta encontrarse con un durmiente Black Hat.
Él Chico inventor al ver a su jefe de esa manera se le hizo tan tierno que inmediatamente un sonrojo apareció sobre sus mejillas, se llevó una mano para cubrir sus boca mientras recordaba todas esas travesuras que la noche y las noches anteriores habían realizado.

A veces mal decía a Black por ser tan rudo con él.
Su cuerpo estaba lleno de marcas de duro amor, por donde quiera que se le viera.
Si, claro. No podía negar que los ''malos tratos'' le gustaban, adoraba cuando su demoníaco líder hacia el rol de verdugo, así él le podía amarrar, mordisquear, y profanar cuantas veces le llenarán sus depravadas necesidades, y eso lo ponía increíblemente caliente.

Flug tuvo que salir de sus locos pensamientos, tenía la intención de levantarse para ir al cuarto de bañó y darse una ducha, no quería recordar cuanto había sudado horas atrás. Sentir su cuerpo húmedo y pegajoso lo hacía sentir incómodo.

Lamentablemente no fue posible, Black Hat lo había tomado por la muñeca y con un rápido movimiento, su querida mano derecha estaba entre sus brazos, mientras que con delicadeza besaba su cuello.

A él inexperto Flug le gustaba estar en estas situaciones. Pero por ahora tenían que acabar.

—J-Jefe, ahora no...

—¡Calla Flug!, eres mío, así que no tienes derecho a darme órdenes.

Black acercó el cuerpo de su subordinado para tener más acceso, ahora sus manos trazan caricias sobre su terso abdomen.

—P-por favor, tenemos que trabajar, además Demencia no tardará en venir a molestar.

—Crees que me importa, ya te lo dije, eres de mi propiedad. Voy a divertirme contigo en el momento que me plazca.

—Lo se, pero necesito un bañó y creo que tu también.

— ¿Fui demasiado sucio anoche, mi pequeño Flug?.

—Más que otras veces— la respiración de Flug se volvió profunda cuando Black Hat llego a peligrosamente a su miembro, el cual pudo consentir con pequeños masajes.—¡Jefe!.

—Me encantas cuando dices mi nombre de esa forma, dan ganas de partirte en dos.—Dicho esto, Black intensificó sus masajes, ahora tomando aquel pedazo de carne sobre su mano, y darle fuertes estirones.

—¡Pero ni siquiera mencioné tu nombre— Flug añadió en un hilo de voz, extasiado por aquel placer...

—Claro que no... pero ahora verás como te hago hacerlo gritar.

Al escuchar esas palabras, Flug estuvo a punto de desmayar. Sabía que no iba a poder sentarse en semanas, Afortunadamente escucho no muy lejos unos pasos fuera de su habitación. Y como el predijo, era Demencia quien acechaba desde lejos para luego tocar sin ningún respeto la puerta.

Por un lado, el villano intelectual estaba feliz, no del todo, pero al menos no tendría que caminar raro y más este día donde asistiría a una Junta con demás genios del mal. Para Black Hat no era lo mismo, tendría que encargarse de Demencia más tarde por haberle arruinado el momento.

...

Después de un malvado desayuno hecho con amor por 5.0.5, la extraña familia comía en un cómodo silencio. Al acabar Black Hat y su ayudante estaban listos para ir a su esperada reunión.

Villanos como ellos no necesitaban llegar en vehículos. Con un simple botón que Flug apretó, inmediatamente se encontraban a las afueras de un lujoso edificio de color negro con relucientes ventanales. Sin más, entraron y se encontraron con muchas otras figuras del mal que estaban en espera de tan aclamada conferencia, esta se trataba de eliminar a una reciente alianza de héroes de todo el mundo.

Los minutos pasaron y por fin la conferencia había comenzando.

Flug, como un buen asistente, tomaba notas, fotografías y todo lo posible, mientras que Black Hat lo observaba de reojo en cada movimiento que hacia. distraído en sus pensamientos, pensaba como hacer feliz a su inventor favorito esta noche, tantas cosas pervertidas podía imaginarse, y lo único que podía parar esas imágenes lujuriosas era llevarlas a cabo.

¡Pero era imposible!. No podía armar una escena en medio de toda esa gente, No señor.

Él villano de apariencia elegante ya no resistía más, quería mandar todo al diablo para ir a fornicar con su inocente científico. Su cuerpo ardía más que otras veces, verlo tan atento lo hacía más apetecible.

¡Maldita Sea!, tenía que controlarse...

Él chico con cabeza de bolsa de papel saco de su trance a su jefe, anunciando que la conferencia acababa de terminar.
Se levantaron de sus asientos y después de despedirse de muchos en la multitud (más bien, Flug lo hacía. Black Hat no le dirigía la palabra va nadie), el inventor avisó a su jefe qué iría al baño.
Al encontrarse ahí abrió la llave del grifo, quitándose los guantes amarillos exponiendo sus manos, echó un poco de jabón y comenzó a lavarse, luego suspiró divertido.

Se sentía extraño por la relación que él y su jefe tenían, comparada con la de muchos asistentes que se encontraban aquí el era afortunado, ninguno de ellos se salvaba de un insulto o de una humillación, el tampoco lo hacía con su jefe, pero al menos Black Hat le tenia consideración.

Y como por arte de magia, su líder se encontró ahí.

— ¿Porqué tardas tanto?...

—Lo siento, necesitaba un respiro. Pero si ya está listo podemos irnos.

Black Hat no escucho a su subordinado, simplemente se perdió en uno de esos moretones en su muñeca que el mismo le hizo. No paso mucho tiempo para que su frustrante expresión cambiará a una sonrisa. Ahora estaban solos, y Black moría por violar salvaje-mente a su mano derecha.

Así que el paladín se abalanzó detrás del él genio de lentes, tomando sus caderas y deshaciendo sus pantalones y así hundirse dentro de ese tierno muchacho.

—J-jefe— la voz de Flug era débil.— aquí no podemos...

Black siseo. No podía esperar más para liberar todo el estrés que traía dentro. Por otro lado, Flug gemía no demasiado fuerte como para llamar la atención, aunque de verdad quería hacerlo, Black Hat lo violaba sin compasión alguna.

—Hoy estas mucho más apretado que las otras veces Flug, ¿A que se debe?.

—Debe ser tu imaginación— Él científico apenas si pudo responder. El dolor junto con la lujuria lo hacían perder la noción de la realidad.

Black Hat, se volvía más frenético, como resultado sus embestidas eran profundas y rápidas logrando así hacer gritar a su compañero. Pero no podía darse el lujo de hacer un escándalo. Con habilidad, su mano hizo una maniobra rápida y se fundió debajo de aquella bolsa, cubriendo la boca de su adorable amante. Continuó moliendo lo más fuerte que podía hasta que sus fuerzas iban disminuyendo, cuando pudo sentirse satisfecho salió de él, lo tomó por la barbilla y con cautela levantó la bolsa encontrándose con los ojos llorosos de Flug, quienes lo miraban temeroso. Se veía endemoniada-mente adorable y si no fuera por que se sentía exhausto se dedicaría esta vez como el dijo, ''a partirlo por la mitad''.

Al terminar su Amorío ambos decidieron ir a casa.

BLACK HAT: UNA ANTOLOGÍA MÁS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora