Capítulo 10 | Pánico escénico

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Al llegar debajo de la gradas, nos sentamos en el pasto como de costumbre y comenzamos a sacar nuestro almuerzo

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Al llegar debajo de la gradas, nos sentamos en el pasto como de costumbre y comenzamos a sacar nuestro almuerzo. Pego mis rodillas a mi pecho y empezamos a saborear nuestro almuerzo mientras miramos fijamente a Maite para que comience la lectura.

Ella carraspea un par de veces y comienza:

Óscar Wilde una vez dijo "El mundo siempre se ha reído de sus propias tragedias, porque es la única manera de soportarlas"

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Óscar Wilde una vez dijo "El mundo siempre se ha reído de sus propias tragedias, porque es la única manera de soportarlas".

Bueno, era el momento perfecto para reírme de uno de los mayores ridículos que había pasado en mi vida, podría jurar que nunca había escuchado a alguien reírse tan fuerte hasta que escuché a mis amigos. Apostaría mi mesada a que Mateo ya hasta se había orinado encima.

Se preguntarán: ¿Qué fue lo qué pasó? Les explicaré.

Todo comenzó ayer, mientras Cleo ensayaba su audición para la obra; ella dijo que necesitaba ayuda, por lo cual nos encontrábamos en su habitación repasando algunos diálogos.

—Deberías de audicionar —dijo Cleo—, eres perfecta para el papel de Viola.

—¿Qué decís, che? Te faltan un par de jugadores —respondí riendo.

Aunque siempre me había sentido re identificada con el papel de Viola, una cosa era segura, yo no había nacido para la actuación.

Ojalá hubiera pensado eso antes, ya que al final, Cleo me convenció.

Al otro día, me presenté al colegio como normalmente lo haría y cuando me encontraba en mi casillero asegurándome de que mis libros estuvieran perfectamente acomodados, Diego se paró justo al lado de mi y dijo—. Oí que audicionaras para la obra.

—Vaya que el chisme se corre rápido en este sitio.

—Bueno, como dice el dicho "pueblo chico, infierno grande" —respondió con tranquilidad haciéndome soltar una carcajada.

—Deberías audicionar conmigo, conocés la obra perfectamente —En cuanto finalicé mi propuesta. El chico comenzó a negar con su cabeza repetidas veces—. Vamos, Mateo es el director. Tenés una gran ventaja.

Estragos de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora