Cuando acepté ayudar a mi hermano Thiago a limpiar el ático, no me imaginé que ayudar significaría limpiar mientras el se sienta a revisar las cosas viejas de mi padre.
Definitivamente la paga que me va a dar no vale lo suficiente.
Molesta, arranco la hoja de un cuaderno que veo dentro de una de las cajas, y se la aviento a mi hermano atinándole justo a la cabeza justo como Michael B. Jordan lo haría.
—Te vas a arrepentir. —gruñe mi hermano haciéndome salir de mis pensamientos.
Posteriormente a sus palabras comienzo a correr entre risas alrededor del ático, por lástima, no logro llegar muy lejos, dado a que torpemente tropiezo con la caja de la que segundos antes había sacado el cuaderno y dos segundos después mi cara está besando el suelo.
Thiago se acerca agarrando su estómago como si estuviera a punto de peinarse encima por las risas que le hice sacar mientras que yo sigo quejándome en el suelo. Subo mi pantalón para revisar mi rodilla, la cual está sangrando por un raspón que me hice al caer.
—¿Estás bien? —pregunta mi hermano algo preocupado al terminar de reír.
—¿Acaso me ves bien? ¡Podrían tener que amputarme la pierna! —exagero solo un poquito.
—Déjame ver qué tal está. —Thiago se acerca para inspeccionar mi rodilla y después de un par de segundos habla—: No se ve tan mal. Con un poco de alcohol y una gasa se arregla todo. Debe haber algún botiquín en una de estas cajas. Comienza a inspeccionar en las que tiene al lado mientras yo reviso en alguno de los cajones de allá. Asiento y comienzo a buscar dentro de la caja que me hizo tropezar unos minutos antes.
De la caja salen algunos papeles a nombre de mi madre, pero mi mirada se desvía unos cuantos centímetros hacia el cuaderno del cual había arrancado la hoja que le arroje a Thiago segundos atrás. Lo tomo con cuidado y comienzo a inspeccionarlo. La pasta era de un color amarillo muy llamativo, tenía pegadas unas estampas de flores y justo en el centro había unas letras color rosadas que formaban el nombre "Virgil".
—¿Que es eso? —pregunta Thiago sosteniendo un par de gasas y una botella de alcohol en las manos.
—No lo sé —digo por lo bajo, casi para mi misma—. Parecería que es... El diario de mamá.
¡Hola! Gracias por tomarte el tiempo de pasarte a leer esta historia y por adentrarte en este viaje conmigo, te lo agradezco de todo corazón. Espero que sea de tu agrado.
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Estragos de un corazón roto
Ficção AdolescenteA lo largo de nuestra vida tendremos tres amores. El primer amor: En esta etapa creemos que todas las relaciones son perfectas y eternas, como en los cuentos. El tipo de amor en donde lo más importante es cómo te ven los demás y no cómo te sientes e...