Capítulo 02 | El cambio

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Regreso a la casa después de un agotador primer día de clases

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Regreso a la casa después de un agotador primer día de clases. Cuando me adentro al lugar escucho un par de voces en el comedor, Thiago y Reneé, su mejor amiga. Corro a mi habitación con sigilo para evitar saludar. Tiro mi mochila justo al lado de mi escritorio y me apresuro a tomar el cuaderno amarillo que había escondido bajo mi colchón por la mañana para evitar que mi madre pudiera encontrarlo durante mi ausencia.

Me siento junto a mi ventana y abro el cuaderno en la página donde me había quedado, comienzo a leer un par de palabras, pero mi acción se ve interrumpida cuando algo golpea mi ventana un par veces y de mala gana me hace voltear para encontrarme con nada más y nada menos que mi mejor amiga.

Giovanna se ha vuelto a brincar el árbol que dividía nuestras casas, y me ordena con la mirada que le abra la ventana de la habitación.

—¿Que haces aquí? —interrogo confundida y con una notable pereza en mis palabras.

—Bueno, ayer me quedé muy intrigada con la historia, así que vengo a que me leas. —contesta con un tono seguro mientras se sienta al lado mío.

Suelto un largo bufido que se acompaña de una carcajada—. Vale, ¿estás lista? —Giovanna asiente con emoción y me apresuro a leer.

Dicen que el cambio es una sucesión de pequeñas decisiones cotidianas que comienzan a revelar lo que realmente eres, pero para eso debes estar dispuesto a renunciar a lo que eras

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Dicen que el cambio es una sucesión de pequeñas decisiones cotidianas que comienzan a revelar lo que realmente eres, pero para eso debes estar dispuesto a renunciar a lo que eras. Y si, puede parecer duro, pero a menudo es para bien.

Progreso. Eso es lo que yo necesitaba.

Decidí irme a México a estudiar un semestre, durante mi último año en el bachillerato. He leído mucho sobre ese país y vaya que parece un lugar magnífico. Su cultura es preciosa, su gente tan amable y el colegio al que asistiré es hermoso, y tiene un nivel académico excelente, casi perfecto podría decirse, y cómo he decidido estudiar la universidad ahí, estaré preparada y ya me habré acostumbrado a vivir lejos de mi familia, de mis amigos y todo lo que involucra estudiar en otro país.

Tengo que admitir que al principio mis viejos no estaban de acuerdo, alegaban que yo no necesitaba aquello. Pero lo hacía, lo hago. Y siendo sincera creo que es una de las mejores elecciones que he tomado en toda mi vida.

Estragos de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora