Mi vecino es un Actor Porno. [Taemin SHINee] HOT

6.Besos con gustó a Vodka.

La noche comenzó normal continuo de forma un poco más alocada siempre hacíamos previa en mi casa ya que vivía sola, bueno era la única chica a la cual sus padres no querían y habían echado de su casa, pero esa es otra historia.

– ¿Bueno quién tiene algo emocionante que contar? - preguntó Anna en gritos dándole un trago a su shoot de Vodka.

– Willow... Willow cuéntales - insistió Holly.

– Damas y Vodka... - dije tomando la botella como micrófono -... mi vecino es actor porno está para hacerse un documental de cinco horas con el; y sus amigos Dios toda una saga - aclare.

Las chicas se rieron como unas locas.

– Queremos verlos - insistió Dana (la gemela de Anna)

– No son todos míos -

– ¿Cuantos son? - preguntó Fer.

– Cinco -

– Dios mujer porque no te los estás moviendo -

– Eu ya me bese a dos y DIOS como besan - mira hacia la pared -... Se escuchara, bah que la chupe -

– Si le pagan por hacerlo - me explicó Holly.

Como sea, nos levantamos y caminos hasta el boliche mi buena actuación nos dejo entrar ya no parecíamos tan ebria, el volumen y el humo era insufrible, los cuerpos se movían de un lado a otro, nos fuimos moviendo hasta quedar en una de las esquinas, me dejé llevar por la música y el alcohol en mis venas, sentí una mano en mi cintura un chico "equis" no le di bola y seguí bailando con el rato se aburriría y se iría. Cosa que hizo al rato, no quería besar a nadie al menos a los que querían no estaban aquí, bailamos toda la noche hasta que los pies nos dolieron.
Las horas fueron pasando, era momento de irnos salimos junto a un montón de gente las chicas se fueron a tomar el colectivo y yo camine en silencio por las calles oscuras, si estuviese sobria no lo haría ni loca pero el alcohol me volvía valiente. Llego en menos de cinco minutos, entre en el ascensor junto a...

– JongHyun - salude en un grito.

– Willow preciosa - dijo rascando su cabello rubio.

– Dios tienes una sonrisa hermosa me gusta por arrugas la nariz -

– A mi también me encanta tu sonrisa, y vos claramente -

Aún no había sacado los brazos de su cuello, el aprovechó para poner sus manos sobre mi cintura. 

– Emmm a mi también - le confesé.

– ¡Envidio a Taemin y Minho ellos lograron besarte! - exclamó.

– Y más de una vez - le aclararé.

– Más de una vez, y yo no pude ni una - dijo con tristeza.

–  Bueno está es la oportunidad perfecta-

– Pero estas ebria no quiero que te arrepientas - lo decía sinceramente.

– Estoy ebria pero consiente, pero si no quieres -

Me apoyó contra la pared haciendo que el de apoyará arriba mío, se acercó lentamente primero toco mis labios mordió mi labio levemente el de bajo, abrí la boca dándole el total acceso, su lengua entró con voracidad ya lo le preste atención al ascensor, solo a la boca de JongHyun que se movía ágilmente sobre la mía, Dios esto era exquisito. Sus manos acunaron mi trasero, generando más presión.

– Puedo - preguntó metiendo las manos por abajo de mi remera.

– Si -

Rápidamente metió mis manos y las dirigió a mi pechos, no me había puesto corpiño lo que lo hice suspirar.

– Libres son mejor -

Sus manos suaves y grandes entraban a la perfección en mis pechos, sus dedos tomaron mis pesones y comenzó a acariciar lentamente, era una sensación placentera quería más.
El ascensor paro de golpe logrando que nos separaremos.

– Está debe ser obra de Taemin - río JongHyun.

– ¿Eh? -

– Te contaré un secreto... - se acercó al lóbulo de mi oreja -... Te quiere para el sola -

– Lastima que yo elijo - dije tirando de él para volver a besarlo pensé que me pararía pero no solo lo siguió.

Toque el botón de vuelta hacia mi piso, por primera vez en la vida deseaba que el edificio tuviera más pisos. Bajamos y caminamos el pasillo pegados, el me tenía de la cintura pegándome a su cuerpo, mientras besaba mi cuello.

– Nos tenemos que separar - se lamentó.

– Bueno ya sabes a dónde vivo - dije con una al sonrisa, lo volví a besar en forma de despedida.

– Dios no me tientes -

– Si quieres no cierro con llave -

– Mejor cierra o no podré contenerme y cuando te haga mía muñeca voy a hacerlo duro y salvaje; tanto que vas a querer más - su tono ya no era dulce.

– Créeme yo te haré mío - le susurré sobre sus labios.

Entre dejándolo en la puerta con ganas de más, bueno Willow solo me queda dos más y ya habrás besado a los cinco.