13 de Abril de 1969

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Brian había invitado a algunos de sus amigos artistas más cercanos a casa, con la intención de pasarla bien en una fiesta con mucha comida y alcohol, de verdad que estaba tratando de dejar las drogas de lado... Habíamos adornado todo el lugar y había un pequeño escenario por si los chicos querían tocar algo.

Cuando todo estaba de maravilla, llegó Anita junto con Keith Richards tomada de la mano, corrió hasta la barra de comida y comenzó a lanzar todo por todos lados, los chicos trataban de detenerla cuando fue hasta donde yo estaba y me tomó del cuello.

- ¡Tú lo has arruinado todo! –gritó furiosa mientras me agitaba, yo trataba de alejarla pero no podía quitarla de encima sin ayuda-

Brian de acercó hasta nosotras y nos miró desconcertado, yo trataba de zafarme y ella comenzó a jalarme del cabello.

Mick la tomó de la cintura tratando de apartarla y ella lo golpeó en la entrepierna, haciéndolo caer de rodillas frente a nosotras.

Los invitados nos habían rodeado y no dejaban de tomar fotografías.

- ¿Ya sabían quien estaba involucrada detrás de todos esos espectáculos y entrevistas baratas? ¡Ésta perra! –me abofeteó y le jalé el cabello- ¡Vende todas sus historias!

Logré sacar fuerzas quien sabe de dónde y le arrojé a la piscina con molestia. Los Stones me miraban de decepcionados junto con los demás, Brian solo negaba haciendo una mueca, metió las manos a los bolsillos de su traje y volvió adentro de la casa...

Cuando todos se marcharon yo seguía sentada en el césped mirando las hormigas pasar en fila. Ni si quiera tenía el valor de entrar a casa y afrontar todo lo que estaba pasando.

Cerca de la media noche, me levanté y entré a la casa sin hacer ruido, Brian tenía una botella de coñac en la mano y me miró de reojo mientras que con su otra mano frotaba su frente.

Caminé hasta donde estaba y lo abracé por la espalda, Brian solo suspiró y sin decir nada más, buscó en su bolsillo y sacó una pequeña caja negra.

- ¿Qué es esto? –pregunté sentándome sobre sus piernas-

- Era por esto que había invitado a los chicos... -hizo una mueca y abrió la caja, dejando relucir un anillo de diamantes-

Me quedé atónita, tenía el vestido lleno de tierra, el cabello despeinado y las mejillas con moretones por las bofetadas de la rubia y... ¿Brian me estaba pidiendo matrimonio?

- Nunca imaginé que fuera a suceder... -susurré mirándolo con los ojos llenos de lágrimas-

- ¿Te quieres casar conmigo? –dijo entre risas-

- ¡Sí! ¡Sí quiero casarme contigo!

Estaba tan feliz de que estuviera pasando lo que no imaginé...

Me tomó de la mano y colocó el anillo en mi dedo... Lo tomé de las mejillas y comencé a besarlo suavemente.

Fue una noche muy apasionada.

Loving you... Brian JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora