Siete.

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La detective Benson me observa curiosa, sabe que no pienso hablar. Ella anota algo en sus hojas y vuelve su mirada a mi.

—¿Tienes algo que ver con el secuestro de Micaela García? —Me rió recordando a aquella joven.

—Hablaras por las buenas —El detective Sandoval se sirve café.— O por las malas —Una sonrisa macabra se plasma en su rostro.

—¿Micaela? Si, creo que recuerdo ese nombre —los miro desafiante.

—Hablaras por las malas —Dice tomándome del brazo y llevándome aun mas dentro de la comisaria. Su mano en forma de puño se estrella contra mi cara. No podrá hacerme hablar. Jamás—. ¿Donde esta Micaela García? —Vuelvo a reírme. 

—No voy hablar, ¿no entiendes? —El se me queda mirando.

—Bien —Mis ojos se tornan blancos.

Me lleva  a una celda y me encierra, miro a mi alrededor y espero paciente, en cualquier momento estoy fuera.

Dan's POV:

Mis padres me abrazan y lloran, Lorena me mira desde el auto. No lloro, no me alegro, ni me inmuto. Mis padres se percatan de mi comportamiento y se separan para verme.

—¿Que te pasa Dani? —Pregunta mi madre inundada en lágrimas—, ¿No estas feliz de vernos? ¿No estas feliz por escapar de ese infierno? —La miro con el ceño fruncido.

—No madre, no estoy feliz —Digo gritando— Y si me disculpan me voy —Mi madre me toma del brazo pero me safo. Voy hacia uno de los detectives—. ¿A donde se lo llevaron? —Pregunto seria.

—No deberia importarte, ya estas a salvo —Dice sonriente.

—No, no lo estoy. ¿Donde esta Guido? —El me mira preocupado.

—Esta confundida, disculpe —Mi madre me arrastra hasta el auto.

—¿Que rayos ocurre contigo? —Dice mi padre fuera de si por mi comportamiento.

—¿No lo entienden? Estoy enamorada de el, lo amo —Mi padre me da una bofetada. 

—Te lavaron el cerebro, de eso estoy muy seguro —La ambulancia se estaciona y me siento en la camilla.

—Daniela, ¿como te sientes? —la médica me observa.

—Triste —Susurro. Ella me mira.

—Es normal Dani, pasaste mucho tiempo con esos criminales, ya veras en un tiempo como mejorarás —Niego riendo.

—Lo amo Dios, es todo para mi y tengo que salvarlo porque si no lo hago yo estaré muerta —Ella asiente dubitativa—. ¿Por casualidad no sabes donde hay una cabina telefónica? —Sonríe.

—A tres cuadras de aquí, por la diagonal, te toparas con una estación de servicio —Asiento— Yo te cubro —Sonrió y ella distrae a mis padres.

Corro y a lo lejos divisó un pequeño pueblo, como había dicho ella el teléfono público esta en la estación de servicio. Marco el número y después de tres tonos me atiende.

—¿Hola? —Mis ojos se llenan de lágrimas.

—Gastón, nos atraparon, Guido esta en la comisaría pero no se cual —El suspira.

—Dan, mi amor, tranquila. ¿Donde estas? —Pregunta preocupado.

—Estoy en una estación de servicio a tres cuadras por la diagonal del hotel Fridah.

—Bien, quédate ahí y ten cuidado, estoy en camino —Escucho el motor del auto.

—Aquí te espero —Digo y el finaliza la llamada.

Secuestrada. «Guido Sardelli»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora