Cinco.

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Escucho el llanto de mi madre, la voz de mi padre consolándola, las bocinas de los policías, una voz masculina que desconocía. Ellos hablaban pero no lograba entender que decían. Me desespero, quiero hacer algo, quiero decirles que estoy acá, que no se preocupen mas por mi, que estoy bien y que los amo pero no puedo hacerlo. Algo me lo impedía, siento un dolor punzante en mi espalda baja. Detrás de mí hay un espejo donde observo como mi sudadera esta llena de sangre.

- Dan, querida. - Escucho la voz de Guido.

- ¿Que paso? - Intento incorporarme pero un dolor agudo me lo impide.

- Tranquila pequeña saltamontes, ya podrás volver a la normalidad. - Dice Gaston, esta sentado en un pequeño sillón a mi derecha. Guido estaba a mi izquierda y Patricio frente a mi.

- ¿Donde estoy? - Pregunto mirando a mi alrededor.

- En mi casa. - Susurra Guido rascándose la nuca con nerviosismo. - Tenemos grandes problemas, lo sabes ¿verdad? - Asiento. - Los Schäfer están furiosos, quieren matarnos y te quieren a ti Dan. No puedo permitir que te toquen, no puedo permitirme que te lastimen. - Gaston sonríe.

- Bueno Guido, ya nos quedo bastante claro eso, gracias pequeño. - Despeina la cabellera de Guido.

- Déjame. - Dice furioso y divertido.

- No estamos acostumbrados a esto Daniela, pero debemos protegerte y prometimos que íbamos a dejarte ir cuando todo acabe y estés a salvo. - Mis ojos se iluminan.

- ¿Volveré a ver a mis padres? - Gastón asiente. Veo como Guido se voltea y camina hacia la puerta yéndose. Patricio lo sigue.

- Tardara un tiempo en acostumbrarse a tu ausencia cuando te hayas ido, el prometió que todo esto no terminara como el caso Micaela. - Lo miro confundida.

- ¿Caso Micaela? - El asiente.

- Micaela fue nuestra víctima hace dos años atrás, Guido estaba perdidamente enamorado de ella, teníamos que matar a un hombre que nos había estafado. Micaela era el señuelo, Guido la tenia que cubrir y matarlo. El ya tenia preparado un plan, el sabia que iríamos, le disparo a Micaela, murió en brazos de Guido y perdió toda esperanza de amar. Luego te conoció a ti y cambiaste todo. - Mis ojos están llenos de lágrimas.

- No será fácil escapar, ¿verdad? - Niega. - Tengo miedo. - Susurro.

- No tienes porque, no dejaremos que te pase nada malo.

- Tengo miedo de que le pase algo a Guido, o Pato o a ti. - El sonríe.

- Muchos años en este oficio, no nos pasara nada. - Asiento. - Intenta dormir un rato ¿si? - Asiento nuevamente y cierro mis ojos. Caigo en un profundo sueño.

POV Guido:

Patricio vino detrás de mi, no podía dejarla ir, siempre fui una mierda, siempre la trate mal, no quería enamorarme de ella incluso cuando insistía en acercarse a mi. Dejo escapar el aire retenido en mis pulmones, debo calmarme.

- Guido, por el amor de dios, ¿que fue eso? - Pregunto preocupado.

- Estoy enamorado de Daniela y lucharé por ella. - Patricio se cruza de brazos.

- Sabes que cuando ella vuelva nos tendremos que ir lejos. - Asiento.

- Por eso, lucharé contra la justicia. - Estaba cruzando los límites, había posibilidades de que vaya a la cárcel pero por ella lo haría.

- ¿Te estas escuchando Guido? - Pregunta riendo. - Estas delirando. Déjala ir, ya le causaste mucho daño. - Asiento pero luego niego.

- La amo Patricio, después de lo de Micaela creí que no habría nadie mas a quien pudiera amar y la vi a ella. Tan delicada, tan pura, tan bella. No pude evitar pensar que ella sería mi próxima víctima y me arrepiento, lo juro. - El me mira confundido.

Secuestrada. «Guido Sardelli»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora