CAPITULO 29
{_____}
-No estés asustada con todo esto, es natural. Ademas, no te estoy diciendo que lo hagas ahora mismo, en cuanto él llegue y en mi cara, son unos cuantos consejos para más adelante nada más, sé que eres aun una niña, sólo te digo que hay ciertos trucos que lo van a sorprender en la cama, digo, si ustedes se van a casar, que creo es obvio, y bueno, como te estaba diciendo, después de que dejas que él...
-Es que... es que yo no... pues agh, nosotros sólo lo hicimos una vez. Una sola vez y nunca más de nuevo -la interrumpí alejándome un poco de ella en el sillón, por protección y acariciando a Druwstin dormido a mis pies con nerviosismo. Ella era Adisa, una tía de Justin que era toda una experta sexual que me quería dar mil consejos y yo estaba asustada porque nunca jamás había siquiera escuchado hablar de las cosas que me estaba diciendo-. Y... y ni siquiera hice nada, sólo abrí mis piernas y ya. Él hizo todo el trabajo, ni siquiera me enteré de lo que pasaba.
-Ay, mi vida, que lindura -murmuró enternecida y se empezó a reír a carcajadas, sin dejar de verme de una manera dulce con sus ojos verdes-. ¿Y era su primera vez? Aw, tan lindo.
-Bueno, era mi primera vez, no la de Justin, él es una puta, pero fue nuestra primera vez juntos y... Um, sí. Además me pase la mitad del acto llorando, así que...
-¿O sea que fue la primera y única vez, y saliste embarazada? -adivinó, con las cejas casi saliéndose de su frente y una sonrisa burlona en la cara. Asentí sintiéndome tonta y como una niña pequeña-. Que mala suerte.
-Lo sé -puse los ojos en blanco-. Ya estoy acostumbrada, y realmente estoy contenta con mis bebés. No me arrepiento.
-Los bebés siempre son una bendición -vociferó con la vista perdida y su mano voló a mi vientre-. ¿Me dejarás ser su tía favorita que los malcríe, cierto?
-Por supuesto -sonreí-. Aunque estoy muy segura de que voy a ocupar más que tú seas la consciente con ellos, la que los regañe y eso. Creo que yo voy a ser como una hermana... ¿sabes? No tengo nada de experiencia con niños, nadita. No sé nada, ademas soy muy joven y... bueno, tengo miedo.
-¿Miedo de qué, o a qué?
-Miedo, pues, a muchas cosas. Hace rato estaba pensando en todo eso -tomé aire y dejé que mi vista vagara por toda la sala-. Tengo miedo a crecer, tengo miedo igual que Justin a la vida adulta, tengo miedo de no saber que hacer una vez que mis bebés nazcan, tengo miedo porque sé que voy a necesitar a mi mamá más que nunca y me va a hacer mucha falta, tengo miedo de que no vayamos a ser buenos padres, yo y Justin, nosotros somos... somos raros ¿sabes? Incluso ahora que somos novios, seguimos siendo mejores amigos, hacemos tonterías, decimos tonterías, y los bebés necesitan crecer con una familia de verdad, con gente mayor, madura, inteligente y... no sé, gente que no sea como nosotros, porque ¿qué puedo enseñarles yo y qué puede enseñarles Justin? Hasta hace poco, cuando estuve a punto de morir, fue cuando maduré, y sólo un poquito. Antes de eso era incluso máááás tonta, infantil y estúpida. Todavía tengo que descubrir un montón de cosas, como tu dices, soy una niña. Soy un bebé teniendo bebés y eso no está bien. ¿Y sabes qué? Cuando supe que estaba embarazada, nadie me regañó, nadie me dijo lo estúpida que fui... mi hermano se enojó, claro que lo hizo, pero no tenía derecho de decir nada porque su novia estaba embarazada también. Mis papás me hubieran dado un sermón larguísimo, me hubieran dicho lo inconsciente y malditamente estúpido que es embarazarte a tus diecisiete años. Y lo necesitaba, porque es verdad, necesitaba con todas mis fuerzas que me regañaran, por más estúpido que suene.
-Linda, linda, relájate -murmuró ella y se acercó para abrazarme. No me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que abrí mi boca para sollozar poquito y las lagrimas se metieron a mi boca, y luego me hicieron ahogarme-. Y respira, por favor.
ESTÁS LEYENDO
Real life, Real Love
Novela Juvenil¿A dónde han ido los buenos tiempos? Todo está mal, ¿Dónde están los planes que hicimos para los dos? Sí, yo sé que es difícil recordar la gente que solíamos ser. Es aún más difícil imaginar que no estás aquí a un lado de mi. Tú dices que es demasia...