CAPITULO 34
Para cuando llegamos al hospital en diez minutos en lugar de los normalmente veinte minutos que hace la gente normal que no anda cargando con una embarazada enojada a su lado yo ya estaba al borde de un paro cardiaco. Creo que pocas veces en mi vida había estado tan frenético. ____ cada vez gritaba más fuerte, tenía más dolor y sus insultos pasaban de ser simples palabras enojadas a ser frases repletas de odio por hacerle eso. Estacioné frente a la puerta en lugar de buscar un lugar en el estacionamiento para poder salir corriendo más fácil.
-Iré por alguien -anuncié y salí de ahí corriendo, me metí al hospital y busqué desesperadamente por alguien. Fui hacia un hombre con bata en cuanto lo vi saliendo por un pasillo y me paré antes de chocar con él y tirarlo al piso-. Doctor, mi novia está apunto de parir y no sé que hacer. Ella está en el auto, ya se le rompió la fuente.
-Oh, muchacho -me miró con amabilidad y una ligera sonrisa y dio una vuelta para caminar de nuevo por el pasillo que había llegado. Regresó después de veinte minutos con un tipo con una silla de ruedas corriendo tras de él. Creo que no necesitaba que le diera ninguna indicación, los gritos de ___ lo guiaron muy bien-. ¿Está en los nueve meses?
-Sí.
-Bueno, es genial. Nosotros nos encargaremos de ella, debes ir a registrarla en recepción y...
-¡Justin, no me dejes sola! -gimió _____ llorando a mares cuando pasó a mi lado rápidamente-. ¡Ven conmigo!
No le respondí nada porque el tipo ya estaba lejos con ella para cuando quise hacerlo, en lugar de eso fui a recepción como me dijo el hombre y la registré.
Mis palmas estaban sudadas, mi espalda también. No quería que llegara ese momento. Fue demasiado rápido, no estaba preparado aun. Llamé a mi tía, a mi papá, a Marbella y a Liam, y después a Lizzy, Kevin y Trisha, y por ultimo a la doctora Hart. Estaba encorvado en un asiento, hablando con ella con la cabeza baja para que nadie viera mis ojos rojos.
-Todas las mujeres tienen un dolor insoportable en esos momentos, Justin, tranquilo -me aconsejó Hart-. Recuerda lo que te dije, ten fe, reza. Y recuerda que éste mes los niños estuvieron más fuertes, Elvis es un chico fuerte y Avalanna salió de su estado de emergencia.
-Pero ____ no -atajé con la voz cortada-. No puedes decirme con seguridad si podrá sobrevivir a esto o no ¿cierto?
-Cierto, pero ambos sabemos que es una fuerte, puede superarlo. De todas las mujeres que pudieron haber pasado por esto, confío en ____ más que en ninguna otra.
-Oh, no sé -murmuré perdiéndolo, moviendo mi mano derecha sin control y dejando al fin que una lagrima saliera-. No sé que voy a hacer si le pasa algo, yo solo con dos niños, extrañándola. Me voy a volver loco. No podré...
-¡No estés hablando como si ya estuviera al borde de la muerte! -me regañó-. Ve con ella y ayúdala. Te necesita. Trataré de llegar lo antes posible.
Pero no era tan fácil como ella lo hacía ver. No podía sonreír y rezar y poder vivir tranquilo con eso nada más. Ya pasé por todo esto una vez, con mi mamá. No quiero que pase de nuevo con _____, no con ella, no de nuevo. Jamás haría lo que hizo mi papá, odiar a mis hijos, pero realmente sería difícil sobrevivir con ellos yo solo.
Cuando todo el mundo llegó me tuve que controlar un poco e incluso sonreírles, porque nadie sabía nada acerca del peligro en que estaba _____ o mis hijos, ni siquiera Kevin. Todos estaban súper contentos. Mi hermanita no podía esperar para que nacieran sus sobrinos, estaba brincando por todo el lugar, deseé poder contagiarme un poco de su felicidad. Me pregunté en silencio porqué demonios los había invitado, me ponían cada vez más desesperado, no dejaban de felicitarme, mi tía estaba sobre mí, sobre mí y sobre mí. Maldición. Uno no puede ni siquiera deprimirse a gusto.
Mi corazón se paró cuando el doctor caminó hacia nosotros viendo sus papeles. Tuve un flashback, de cómo se nos acercó un doctor de esa manera y cómo nos dijo que mi mamá estaba muerta. Que no haya pasado nada malo, por favor. Por favor. Que no sea eso.
-¿Quien es Justin? -preguntó, todos me apuntaron sin decir ninguna palabra-. _____ está exigiendo que la acompañes, se niega a cooperar si no estás ahí y los bebés están a punto de salir.
-Oh, ¿en serio? -pregunté emocionado y me levanté de golpe, con la esperanza vibrando en mí-. ¿Cómo le está yendo? ¿Está todo bien? ¿No está en peligro?
-No, no está en peligro -contestó, calmándome y llevándome por un pasillo iluminado donde los gemidos de ____ se escuchaban cada vez más fuertes.
-¡VEN ACÁ! -gritó en cuanto me vio llegando, pero el doctor no me dejó. Me llevó a una pequeña habitación y me hizo ponerme una bata y un cubreboca y ya que estaba ahí, me puse un gorrito y unos guantes. Y por fin me metí a la habitación con ella. Estaba toda sudada, llorando y completamente roja.
-Bebé -murmuré y me quité el guante de la mano derecha de mala gana para tomar la suya.
-Ya no quiero hacer esto -lloriqueó y se removió en la camilla pero sus piernas estaban bien postradas arriba y no se podía mover-. Que me hagan cesárea, por favor. Por favooooor.
-____, toda va a salir bien -la trató de calmar una doctora rubia escondida entre sus piernas-. Tienes que empezar a pujar. Ya estás dilatada.
-¡No quiero pujar, perra! -le gritó, como loca, haciendo que en su cuello resaltara una vena. Miré asustado a la mujer, pero ella sólo reía.
-El enojo te puede ayudar mucho -le dijo, acariciando su rodilla, como dándole ánimos-. Puedes reprocharme a mí, o a tu novio, o a la vida, a lo que quieras. Grita y empuja con el estomago, no hagas fuerza con la garganta.
-¡Justin! -gritó volviendo su ira y su mirada hacia mí-. ¡¿POR QUÉ ME HICISTE ESTO?! ¡¿POR QUÉ NO TE PUSISTE UN CONDÓN?! ¡TE ODIO! ¡AAAAAGH! ¡VA A SALIR ALGO DE 3 KILOS DE MI POBRE AMIGA Y ES TU CULPA! ¡TU CULPA, TODO ES TU CULPA! ¡ME MORÍ UNA VEZ Y ME VOY A VOLER A MORIR AHORA POR TU CULPA! ¡ME DUEEELE!
-Eso está yendo muy bien, ____ -la alabó la doctora- Puedo ver que ahí viene una cabecita.
Oh, sí, genial. Mis hijos están naciendo. ¿Pero que necesidad tenía de poner a ____ en mi contra?
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Real life, Real Love
Teen Fiction¿A dónde han ido los buenos tiempos? Todo está mal, ¿Dónde están los planes que hicimos para los dos? Sí, yo sé que es difícil recordar la gente que solíamos ser. Es aún más difícil imaginar que no estás aquí a un lado de mi. Tú dices que es demasia...