Perro.

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-Vamos, Yura, o llegaremos tarde.-Dijo el mayor estirando un pie del pequeño rubio.

-Jean! Déjame dormir, estaba soñando muy bonito...-Dijo el menor tapándose la cara con la almohada.

-Está bien, te vas solo- JJ soltó a Yuri del tobillo y se retiró.

A veces al mayor le costaba demasiado entender y cuidar al rubio y mas si este se ponía a la defensiva.

-Joder, se enoja por todo.

Yuri se levanta y se dirige al baño. Se miró al espejo y se tiro el cabello para atrás. Se roza los labios con las yemas de sus dedos recordando aquel sueño con su Vitya.

-Viktor...-Susurraba mientras unas cuantas lagrimas caían por sus mejillas.

Hace tiempo que Yuri ya no soñaba con Viktor. Quería olvidarlo por completo, no sentir odio ni amor por el peliplata, pero cada vez que lo recordaba terminaba llorando de tristeza o de enojo. Yuri era tan inestable con sus emociones y nunca se sabía cómo iba a reaccionar, el pequeño solía encerrarse en su habitación y llorar o en el peor de los casos, destrozando su habitación hasta no dejar nada completo, esto, según él, le ayudaba a descargar su frustración.

Yuri tomo un jarrón del baño y lo lanzo a la puerta del baño. J.J al escuchar el golpe fue corriendo al baño.

-Estás loco, Yura? Porque lo hiciste?-Dijo el mayor entrando al baño.

-Porque lo odio, J.J, odio recordarlo y odio que me haya mentido!- Dijo el menor lanzando pequeñas cosas del baño a piso.

Rápidamente J.J envolvió al menor con sus brazos- Vamos, Yura, no lo hagas de nuevo. Por eso estamos aquí.-Dijo con una dulce voz tratando de calmar al pequeño tigre ruso.

-Perdón, J.J, no puedo.- Su voz se escuchaba quebrada, estaba a punto de romper en llanto.

Los dos se quedaron ahí por algunos minutos, abrazados. El menor sollozando, repitiendo lo mucho que extrañaba a su amado.

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-Joder! Mila, porque tardan tanto? Sabes las cosas que cancele para estar a tiempo a esa sesión?- Dijo Otabek, tirando el estuche de su cámara al sillón que estaba cerca de su computadora.

-Vamos, Beka, no te enojes, aun no llega Yakov.- Dijo la pelirroja con una sonrisa forzada, le ponía tensa el que Otabek estuviera de mal humor.

Si algo le molestaba el moreno, era la impuntualidad. Otabek era de los que se tomaba muy enserio su trabajo, jamás perdonaba a esas modelos con aires de divas que llegaban tarde a las sesiones. Por lo mismo su regla era nunca salir con modelos.

De repente se escuchó la puerta del estudio abrirse, haciendo sonar esas campanas típicas de las puertas. Eran JJ y Yuri tomados de la mano, habían llegado 1 hora y media tarde. El menor iba con la cabeza abajo.

-Disculpen la demora- Dijo el mayor- Yura no suele llegar tarde a su trabajo, pero esta vez tuvimos...-pensó las palabra correcta para referirse al berrinche del rubio en la mañana- un inconveniente en la casa.- Paso su mano por su nuca. Ser el niñero del pequeño lo estaba volviendo loco.

-Tienes suerte. Yakov aún no llega. Diva.- Dijo Otabek dirigiéndose a Plisetsky, el menor levanto la cabeza al escucharlo- Podrás ser una estrella en tu país, pero aquí las cosas cambian, si piensas que tú eres el único con cosas que hacer, estas equivocado.-Su voz sonaba realmente molesta, Otabek no solía ser así.

Beka, ¿Qué mierdas te pasa? Tú no eres así, acaso los celos están hablando por mí?- Se dijo así mismo.

La cara de Yuri se ruborizo del coraje, acaso aquel idiota le había llamado Diva? Quien se creía ese fotógrafo de quinta para hablarle así?

5 minutos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora