Yuri como todo tigre al asecho atrajo al gran héroe Kazajo a otra de sus trampas por capricho. El omega condujo al moreno a su habitación y hacerlo pagar por haberlo ignorado durante semanas, eso fue un golpe duro al ego del rubio, ¿acaso no le iba a suplicar por más después de aquella noche que lo vio débil y vulnerable?
El menor con un poco de agilidad tiró al moreno en su cama, fundiendo nuevamente sus labios, mordiendo el labio inferior del Alpha, provocando un leve gruñido del moreno. Su cordura se iba perdiendo y su instinto salía a flote. El omega estaba soltando de apocó sus feromonas, esto estaba volviendo loco al mayor, haciendo que quisiera tomarlo y marcarlo. Reclamar como suyo ese delicado cuerpo, hundir sus caninos en esa piel blanca como la nieve pero suave como una rosa.
Las manos del moreno rondaban por cada rincón de ese escultural cuerpo, hasta que llegó a la intimidad del menor.
-Hey, tranquilo- interrumpió el rubio, tomando la mano de Beka - hay que seguir jugando, disfrútalo.- lanzadole una mirada cargada de lujuria, posicionando la mano contraria a sus muslos.
-Estas jugando con fuego, Yura.- Dijo el moreno, tomando las hebras doradas del omega, haciendo que saltara un delicado gemido de sus labios.- Y te puedes quemar si sigues así.
El rubio tomo eso como un reto, uno muy excitante. El sentir el agarre del mayor lo hacia estremecerse y es que Yuri era alguien con gustos un poco extraños. Beka se había sorprendido de las fantasías del rubio. Pero el omega no daría un paso atrás, quería sentir cada centímetro de esa piel color caramelo que lo hacia tener pensamientos bajos y pecaminosos, no pararía hasta terminar lo que inicio.
El rubio no paraba de soltar pequeños gemidos en la oreja del alpha, cada rose con su entrepierna le daba una descarga eléctrica por todo su cuerpo. No se suponía que el terminara así, el que tendría que estar gimiendo es el mayor, pero a Yuri se le estaba saliendo de control su trampa y ahora el estaba cayendo junto al Moreno, el tacto de Beka era perfecto, sus labios se deslizaban por su cuello.
-Espera.- Interrumpió Yura, zafándose del toque del moreno.- Alguien puede darse cuenta.
Otabek reacciono a lo que estaban haciendo, sin duda alguna era la peor idea del mundo. Estar ahí comiéndose a besos, y marcarlo en ese departamento desataría una broca enorme, el olor del omega llamaría la atención a cualquiera y no quería tener problemas con JJ, no mas de los que el canadiense ya tenia con el.
-Cierto.- Otabek se levanto de la cama, poniendo a lado al rubio para poder tomar su camisa..
¿En que momento se había despojado de sus prendas?
-Toma.- Otabek le puso su chaqueta en sus hombros.- Creo que con eso es suficiente. Vayámonos a otro lugar.
Al tratar salir del cuarto, el moreno tomo de la mano a Yuri pero el no se movió, se quedo en el mismo lugar, sin decir una sola palabra. Su mente divagaba por lo que estaba haciendo.
-¿Ahora te importa si alguien mas se me acerca?.- Cuestiono el rubio con algo de molestia en su tono.
-Obviamente no dejare que salgas así, todos podrían olerte y lo que menos quiero es pelear hoy.- Respondió Otabek mientras tomaba al menor por la cintura y lo empujaba de apoco a poco a la puerta.
Lo aferro a su cuerpo y le tapo la cabeza con la capucha de su chaqueta, no quería tomar riesgos. Lo único que preocupaba es a donde llevaria al omega, porque las cosas no terminaría así, los dos querían asecharse, terminar lo que inicio. Y para Yuri no era una opción, era un deber.
El alpha pensó en su departamento, pero su hermana se daría cuenta, así que su opción era pedirle ayuda a su "hermano de otra madre". Leo de la Iglesia. Su amigo de años que conoció en su adolescencia cuando practicaba skate. Un joven de estatura promedio, alpha, piel un poco mas tostada que la de el, ojos color chocolate, cabello lacio y castaño, cuya confección era fornida. Según la mayoría de sus amigas de la universidad, los dos eran algo parecidos, sin embargo Leo era mas risueño y expresivo que Beka, el americano era lo opuesto al kazajo hablando en personalidad.
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5 minutos.
FanfictionMi nombre es Otabek Altin, tengo 20 años. Estudio, trabajo. Aparentemente soy normal pero tengo un don, puedo ver la muerte de los demás. -Los personajes de esta historia son del anime Yuri!! On ice, creadora Kubo-sensei.