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Happy B-Day the King (parte II)

Ese día tenía que ser más que perfecto, era su fiesta, todos estarían ahí para verlo y festejar a lo grande.

Se levantó de la cama y se apuró al baño, tomando una ducha relajante se puso a divagar imaginando el gran día que lo esperaba. Había planeado tanto este día, que nada ni nadie se lo podía arruinar.

Salió del baño con una toalla cubriéndole lo debido (sí saben a lo que me refiero), con otra secándose su abundante cabellera negra. Estaba tan metido en sus pensamientos que no escucho cuando el omega se metió a su recámara. Y justamente, como sí el universo conspirare en su contra, cuando el pequeño Rubio posó sus ojos en el la toalla se le cayó de la cadera, mostrando toda su virilidad.

-Joder, Jean! Acaso siempre tienes que salir así del baño?!- gritó el menor, su rostro estaba totalmente rojo por lo que acababa de ver. Nunca se espero ver así a su amigo.

JJ como pudo tomo la toalla tratando de taparse lo más rápido que pudo, nunca pensó que el omega entrara sin avisar.

-Vamos, Yura, somos hombres, tenemos lo mismo.-sus palabras salían con nervios.

Yuri rodo los ojos, tratando de tomar aquello como una broma, una broma muy extraña. El menor salió de la habitación azotando la puerta.

-Vístete rápido, tenemos que empezar todo para esta noche.- Grito del otro lado de la puerta.

JJ corrió a su armario para tomar algo de ropa, usó lo normal, claro, lo normal para una gran fiesta. Un pantalón entubado color negro, sus botas color café chocolate, una camisa color vino con negro y su ya tan común chaqueta negra. Hoy tenía que lucir mejor que nunca.

Termino de arreglarse lo mas rápido que pudo y salio de su habitación, buscando al rubio. Grata fue su sorpresa cuando llego a la sala y miro a su amigo con un pastel y un lobo de peluche con una corona.

-Feliz cumpleaños, al rey!- El rubio grito y salto a los brazos de su amigo. El moreno tomo al menor en sus brazos, tenia los ojos llenos de lagrimas y su corazón saltaba de emoción.

No podía pedir nada mas, tenia al mejor amigo del mundo.

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-Vamos, Isa, tengo que entrar al baño!-Gritaba Otabek mientras tocaba la puerta con insistencia.

-Lo siento, hermanito, pero yo entre primerooo~.

-Como digas, pero me vengare por esta.- Rodo los ojos. Habia olvidado lo pesado que era vivir con su hermana.

Se dirigió a su recamara para terminar de arreglarse, estaba buscando el atuendo perfecto para esa noche, casi no salia a fiestas, pero presentía que esta fiesta era algo importante, asi que tenia que esperarse en su vestimenta.-Así que soy un perro con pésimo gusto.....-Murmuro para el.

-Otabek, tenemos que hablar.- La voz de su hermana lo hizo salir de sus pensamientos. Se sentó en la cama del mayo, mirándolo muy seriamente.

Sabia que tendría que volver hablar de "ese" tema con su hermana. Tema que quería evitar a toda costa porque, a pesar de lo que Isabela le revelara, el ya sabia como terminaría todo.

-No te metas en asuntos que no te corresponden, ya te dije que no me importe que hayas visto, eso no tiene nada que ver.-Su tono era molesto, realmente le irritaba hablar sobre el rubio.

-Altin! Deja de ser aún terco. Yo se bien lo que vi, el hilo los conecta y lo sabes muy bien.- grito frustrada, su hermano era tan cabeza dura.

Las palabras de Isabela hicieron recordar la infancia del menor. Nunca se enfadaba con su hermana, pero sabía que tocar esos temas con el era algo prohibido.