Jimin:
Suspire fuertemente mientras apretaba el folder, con mis papeles dentro, contra mi pecho antes de entrar al imponente y enorme edificio que pertenecía al rival de Jungkook, lo primero que vi fue a una bella omega de cabello negro y chino que atendía la recepción, vestía un conjunto de saco y falda en un estilo recatado, por lo que pude apreciar, no mostraba más de la cuenta dejando sus senos ocultos al público lo que le daba una apariencia profesional, me acerque a ella para pedirle informes, por alguna razón me sentía extremadamente tímido. Culpaba de mi nerviosismo a Tae, no quería quedar como un completo idiota frente a sus compañeros de trabajo. La mujer fue muy amable y profesional, me indico tomar el ascensor mientras tomaba el teléfono para avisar a la secretaria de su jefe que me atendiera, seguí sus instrucciones y entre a la cabina con algunas personas, todos se veían muy amables, parecían bastante contentos con su trabajo o al menos eso aparentaban, aunque pensándolo bien era probable que si lo fueran, Tae era un rayito de sol desde que comenzó a trabajar para el señor Jung, en el transcurso del ascenso cada uno de los empleados comenzó a bajar dejándome solo mientras llegaba al último piso, obviamente... el último piso siempre era del jefe pensé mientras trataba de relajarme, inhale y exhale antes de que la puerta se abriera, enderece mi postura, levante el mentón para aparentar tener más seguridad y con fingida confianza di un paso fuera...
Esperaba encontrarme con más personas esperando ser entrevistadas pero no había nadie en la sala de espera, solo se encontraba la secretaria, que parecía demasiado aburrida mientras acomodaba una pila de papeles que se encontraba frente a ella. Avance hacia el escritorio mientras observaba hacia todos lados me lleve una sorpresa al notar que el jefe no se encontraba solo en ese piso, las oficinas de los otros ejecutivos, incluida la de Tae y una sala de juntas se encontraban ocupando el mismo piso, la puerta del Sr. Hoseok estaba abierta y desde el pasillo podría verlo sentado en su escritorio, me detuve frente a la secretaria, carraspeando la garganta para hacerme notar, la bonita mujer se giró a verme y con una sonrisa me llamo
– ¿Sr. Jimin?- cuestiono con voz dulce
Asentí rápidamente sintiendo mis mejillas arder
– El Sr. Jung espera- me indico con un gesto de su mano la puerta del CEO, me incline un poco timido para golpearla.
-Adelante-
Contesto de inmediato, entré llevándome una mano hacia el cabello para acomodarlo, me sentía algo inseguro con ese tono rosa pues me parecía que era poco profesional de mi parte presentarme así a una entrevista de trabajo, pero ya que me habían aseguraron que no habría problema ni afectaría el resultado de mi entrevista, trate de ignorarlo. En cuanto entre vi a aquel hombre de pie recargado de espaldas a su escritorio con ambas manos en él, tenía el pie derecho ligeramente cruzado por sobre el otro, parecía relajado como si nada en el mundo le preocupara, estaba usando un traje bermellón de satina con un chaleco negro de la misma tela y una camisa negra que le abrazaba el cuerpo como una segunda piel, el cabello negro lo llevaba partido a la mitad lo cual le hacía ver un poco bobo, le arruinaba el look en pocas palabras, ahora entendía cuando Tae decía que su jefe lo necesitaba más de lo que podía imaginar... si conmigo era demasiado perfeccionista y no me dejaba salir a la calle si no me veía perfecto, a sus ojos no me imagino lo que hacía con su jefe siendo el Ceo de tan importante compañía. El hombre que se encontraba frente a mí se vería mucho mejor si llevara el cabello hacia el frente o de lado, le daría una apariencia más madura y sexy. Su expresión era muy sonriente pero un tanto perturbadora ya que no me quitaba los ojos de encima mientras avanzaba hacia él
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|Treat you better |Kookmin~Hopemin
Fanfiction¿Que podría ser peor que tu alfa destinado te rechace? Con el corazón destrozado y un bebe en camino un rayo de esperanza aparece en la vida de Jimin demostrándole que el amor existe... Las cosas no podrían ir mejor hasta que el pasado regresa de l...