" Intoxicado por la flor que cae entre dolor, este amor floreció sin pensarlo... "
Realmente no sé cómo fue que comenzó todo. Sin darme cuenta mis labios ya devoraban a los tuyos con tanto deseo y necesidad que podía jurar que si me detenía moriría...
~~~~ AVISO después del cap ~~~~ ***********************************
Aquella habitación se encontraba regida por un silencio sepulcral, tan pesado e incómodo que podía cortarse con un cuchillo.
- Que molestia - se quejó la azabache mientras observaba su atuendo, el cuál había adquirido un tono rosado.
- ¿Dónde están los baños? - preguntó en tono serio.
- E-en el piso de abajo, segundo p-pasillo a la izquierda, primera p-puerta - contestó Rose en el tono más amable que pudo; aunque aclaró, seguía asustada.
La joven demonio se retiró del lugar haciendo caso a las indicaciones dadas por la pequeña rubia, no quería tener que seguir con ese atuendo puesto y mucho menos con ese color impregnado por toda su ropa, por lo que optó a cambiarse.
Todos en el salón seguían estáticos, mucho más al saber que tendrían que convivir con un demonio en su misma clase.
- ¿U-un demonio? - se preguntó a sí misma la profesora.
- ¿P-pero porqué? - preguntó completamente desconcertada Alya.
- ¿C-cómo logró entrar? - se interrogó Nino.
- E-es acaso posible - pensó Adrien aún confundido.
- !¿Qué hace una ESCORIA aquí?! - gritó Chloe con asco, recalcando bastante la palabra "escoria", haciendo salir a todos de su trance.
- Pues esta "escoria", tampoco esta a gusto en este lugar - contestó Marinette a la pregunta hecha, logrando sobresaltar a todos y hacer ruborizar a todos los hombres presentes.
Pero cómo no hacerlo, después de todo la joven poseía un cuerpo escultural y aquellas ropas que portaba en ese instante lo hacían notar más. Llevaba puesto un short ajustado, color negro, hasta un poco más arriba de la mitad de sus muslos; un top sin tirantes, el cuál dejaba expuestos sus hombros y clavícula, color carmesí que acentúaba perfectamente su busto; unas medias negras que llegaban 2 dedos debajo de su short y unas zapatillas de igual color.
Suspiró pesadamente.
- Lo único que sé, es que estaré con ustedes hasta que acabé el año en curso, tal vez un poco menos - añadió la joven desinteresadamente, mientras se sentaba en el escritorio y cruzaba la pierna. - O al menos eso es lo que me han dicho - término de hablar.
- Y-ya veo - trató de sonar firme la profesora, aunque no funcionó del todo.
- Bueno, porque no te presentas ante el grupo - sugirió la mayor.
La oji-azul dio un suspiro algo cansado.
- Como mencioné anteriormente, mi nombre es Marinette Dupai-Cheng y vengo del mundo de los demonios - hizo el esfuerzo de presentarse.
- ¿Eso es todo? - cuestionó Alya.
- No tengo interés alguno de hacer amigos aquí, así que sí - respondió con desdén.
- Bien. Te sentaras en la primera fila, segundo pupitre, lo compartiras con Alya - señalo la profesora el pupitre donde se sentaba la castaña
El nerviosismo se apoderó de su cuerpo y una corriente de sudor frío recorrió toda su columna.
- ¿C-conmigo? - preguntó señalandose a sí misma.
- Así es - confirmo la mayor.
La morena tragó sonoramente la saliva que mantuvo retenida en la boca mientras en su rostro se pintaba una mueca de preocupación. Nino, por su parte, estaba peor que su novia, en su garganta tenía atorado en gran nudo de sentimientos encontrados, nerviosismo, preocupación, miedo y enojo esos eran los que más lo invadían.
- Bien - se limitó a decir la azabeche.
Acto seguido, se posicionó donde se le había indicado.
La morena a pasó titubeante se acercó a su lugar y con el corazón a punto de salirse de su pecho, se sentó. Cada músculo de su cuerpo estaba completamente rígido, sus manos no paraban de sudar y temblar por igual, y su temor por tener a la demonio como compañera de pupitre no desapareció ni en el más mínimo segundo.
La azabeche por su parte, dirigió con sutileza aquellos ojos celestes de los que era poseedora a su ahora "compañera de banca", ladeó la cabeza ligeramente y una sonrisa socarrona se apoderó de su rostro.
- Que patética - fue la idea que pasó por la cabeza de la joven, sin embargo creyó conveniente guardar aquel pensamiento para sí misma.
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Desde las profundidades del inframundo, reaparece...YO :3
Lamento mucho mi demora -////-, se que prometí apurarme con el fic pero se me han juntando un montón de cosas (ajenas y personales):'v, provocando así que mi mente quedará completamente en blanco e impidiendo que pudiera continuar con la historia.
Pero debido a la presión de una amiga, la cual lee el fic, fue que (literalmente) la imaginación me golpeó en la cara y pude volver a escribir (no fue nada lindo el golpe Abi -.-).
En fin, también quiero anunciarles sobre una nuva historia que comenzaré a subir.
La cual se titula *redoble de tambores*...
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En si la historia no es mía, más bien de una amiga pero debido a que no posee cuenta en wattpat, me cedió el gran honor de publicarla en mi cuenta (más bien me la viole 7w7).
La intentaré subir lo más pronto posible en mi cuenta y en verdad me gustaría mucho que la leyeran (O si no morire :'(...).
Esperó poder subir lo más pronto posible el siguiente capítulo de la historia y apurarme para escribir.
Les deseó unas muy buenas noches, días, tardes o lo que sea (ustedes me entienden ¬_¬') y les agradezco todo el apoyo que me han dado.
Sayonara, pequeños humanitos que leen mi fic \^3^/.
