Adrien se encontraba camino a la escuela, metido en sus pensamientos, trataba de entender el porqué su padre actuaba de tal manera; cuando su padre tomo el cargo de "Dios del mundo angélical" se volvio un poco estricto con él, pero cuándo su madre falleció se volvío frío y distante; al principio pensó que era porque le afecto demasiado la muerte de su madre, pero con el tiempo aquella conducta que tenía su padre se volvío habitual.
Fue entonces cuando escucho el sonido de la puerta del auto abrirse, avisandole que había llegado a su destino, nada más y nada menos que el colegio "Francoise Dupont" aquel al que asistían todos los angéles para saber sobre la historia de su mundo, acerca del mundo terrenal y sobre sus enemigos los demonios.
En cuánto bajo de aquel auto pudo sentir como alguién se colgaba de su cuello.
- ¡Adrinkis! -
Dijo una voz chillona proveniente de una chica de cabello rubio y ojos celestes.
- ¡Por fín llegaste! -
Dijo la rubia mientras intentaba darle un beso a Adrien.
- Ammm...h-hola Chloe. -
Contesto el muchacho mientras intentaba separarse de la chica.
- Adrinkis me preguntaba que haras esta tarde, ¿que tal si me acompañas por un helado? ¡Siii! -
Dijo la muchacha en modo de suplica.
- Lo siento Chloe pero estare muy ocupado, será otro día. -
Contesto el oji-verde.
- Pero... -
Dijo la rubia, pero justo en ese momento sonó la campana anunciando que debían entrar al aula.
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Rosa negra
Romance" Intoxicado por la flor que cae entre dolor, este amor floreció sin pensarlo... " Realmente no sé cómo fue que comenzó todo. Sin darme cuenta mis labios ya devoraban a los tuyos con tanto deseo y necesidad que podía jurar que si me detenía moriría...
