Capítulo 4

76 3 0
                                    

En aquel cuarto color carmesi con detalles en negro, 2 personas se encontraban sentadas desyunando, mientras conversaban y reían.

- Bueno Marinette, tengo que hablar contigo sobre un tema de suma importancia. -

Dijo el Sr. Dupai con tono serio.

- ¿ Que sucede papá ? -

Contesto la joven un poco confundida.

- Como ya sabras hija, durante mucho tiempo los angeles y los demonios han tratado de dominar el mundo terrenal. -

Contaba el hombre mientras sacaba un libro.

- Si lo sé papá, tu me lo has contado -

Dijo la azabeche mientras observaba a su padre.

- Y también sabras de las miles de guerras que se han hecho por este dilema. -

La joven tan solo asintío mientras observaba con detalle el libro que sostenía su padre en sus manos.

- Bueno verás, ayer tuve una reunión con el Sr. Agreste el actual dios de aquel mundo de angéles. -

Dijo el castaño mientras mostraba a su hija una imagén del oji-celeste, la cuál se encontraba en el libro.

- Ahora entiendo el porqué no estuviste ayer en casa. -

Contesto la azabeche.

- Verás Marinette, ayer logré llegar a un acuerdo con el Sr. Agreste para que ambos mundos puedan vivir en paz, pero hay una condición que debo cumplir de este acuerdo. -

Decía el castaño con un poco de nerviosísmo.

- ¿ Condición ? -

Preguntó la azabeche.

- Esta condición estipula que se debe de ver el comportamiento de un demonio y su convivencía con los angéles, si esté muestra una conducta positiva, el acuerdo se dará por hecho... -

El Sr. Dupai aún con nervisismo, dudo en terminar la oración.

- Así que por eso querida hija, he decidido que seás tú el deminio vaya el mundo de los angéles. -

Rosa negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora