¿Por cuál podemos empezar? Creo que la subdirectora Green, porque me da penita, lidiar con cierta rubia era durillo y no hablamos de nuestra joven Woods que ya ha crecido mucho, veintitrés añitos y muy bien mozos. Era los ojazos que tenía en jaque a toda la sede del FBI de Oregón, todos menos una fiscal, que resultaba ser un hueso duro de roer. Claro que desde la adolescencia y por cierta ojiverde siempre se habían llevado como perros y gatos. Si, hablamos de la fiscal Teles.Niylah Green sintió nostalgia al llegar al departamento. Había cambiado un poco las instalaciones, pero aun así los recuerdos azotaban su cabeza como si fuera el día anterior. El subdirector le había recibido y le guio hasta un cuarto al lado de la sala de interrogatorios. Ya que la agente Woods estaba junto a un compañero interrogando a un sospechoso de secuestro a una menor. La rubia no podía con esos casos, cuando entró en el FBI pudo estudiar el caso de sus madres muy detenidamente, historia que le afectó y mucho. Sobre todo, Lexa, que nunca quiso sacar el tema. Green observó a través del espejo los métodos de la jovencita Woods. En un principio se mantuvo silenciosa, apoyada contra la pared, observando cada respuesta evasiva de ese degenerado:
- Te caerán muchos años en la cárcel Josh- decía el agente que estaba apoyado en la mesa y miraba intimidante al sospechoso- colabora con nosotros y se reducirá la condena, así de sencillo.
El sospechoso esbozó una carcajada. Rápidamente prestó atención en la agente rubia y le lanzó un besito:
- ¿Por qué no me interrogas tú preciosa? - le miró con lujuria, a la que la rubia esbozó una sonrisa, esa que solía dibujar antes de hacer algo que iba en contra de todo protocolo- te puedo contar muchas cosas en privado.
Woods por fin se despegó de la pared y fue hasta colocarse detrás del sospechoso, sin previo aviso, le agarró del pelo y estampó su cabeza contra la mesa:
- Uy- dijo Eliza- pero que torpe ha resbalado y se ha comido la mesa.
- LOCA- dijo quejumbroso el sospechoso con las manos en la nariz que no dejaba de sangrar- esto es agresión policial.
- WOODS- vociferó su superior- FUERA DE LA SALA DE INTERROGATORIOS AHORA MISMO.
Eliza gruñó, aquello era perder el tiempo, con pastitas y te no iban a conseguir nada, con esas cucarachas mano dura. Tenían pruebas suficientes para enchironar a ese hijo puta y ahí estaban, intentando obtener una confesión. "Preciosa" le había llamado, pero que capullo. Salió dando un portazo. A Green no le hacía gracia tener a esa neandertal en su equipo, pero debía de admitir que los tenía bien puestos la muchacha. Salió del cuarto y siguió a la agente:
- Se nota que eres hija de Lexa alias cavernícola.
Dijo la mujer. Eliza amplió una sonrisa y se giró para ver a la recién llegada:
- subdirectora Green ¿No te pilla tu departamento un poco lejos?
- Ya sabes, me entró nostalgia- dio unos pasos para ofrecer la mano en forma de saludo- y quería ofrecerte un puesto en Chicago.
- ¿Chimeas también?
Arqueó las cejas y contuvo las ganas de reír. Niylah no tuvo la misma reacción, no tenía sentido del humor y nunca la había tenido, pero hasta ella que tenía un gran repertorio de chistes malos, había superado a todos sus chistes malos, puso los ojos en blanco:
- Hija de Lexa Woods tenías que ser, menos mal que no has soltado un- gruñó y puso voz ruda- follaaaar.
- Aquí no digo esas cosas, que la gente se emociona ¿realmente quieres separar a mis madres de su retoño?
- El retoño tiene que volar del nido algún día- hizo una señal con la cabeza- ¿vamos a tomar algo?
- Sí ¿por qué no? - señaló al cuarto del que acababa de salir- seguramente me caiga una buena reprimenda por eso.
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Alto FBI: Nueva generación Parte 2
FanficAl final nada es como uno acababa deseando. Alycia en Nueva York Eliza en Oregon Michel en Chicago Aden en Denver Diría que por fuerzas del destino sus caminos volverán a juntarse. En realidad ese destino tienen nombres y es la Directora Fish y la...