No sé ni por qué dije que sí. Mis ánimos estaban decaídos y no podía fingir que todo iba de maravilla.
Al llegar a casa de Harold me detuve para mirarla bien y aquí fue donde comenzó todo, en este lugar la conocí.
— ¡Oye tú! ¿Te quedarás como idiota o vas a entrar?.
Di un suspiro y me acerqué hasta a el.
— Hola amigo —. Y entre.
Fui directo al sillón mientras Frank y Harold estaban hablando de no sé qué cosas de primos. Total, yo seguí dándole vueltas a todo esto y aunque no me agrada la idea; Doblas me puso a pensar, ¿Estaba ahí por ella? ¿O por qué era un simple capricho mío? No sé.
— ¡QUE TE PASA ANIMAL! —. Dije al sentir un cojín golpear mi cara.
— A ver estúpida no me hables así —dio un chasquido con los dedos— ¿En serio eres maestro? Creí que odiabas esa profesión.
Me quedé en silencio tratando de analizar la respuesta, bueno pues ya.
— Si wey, pero necesito trabajo.
— ¿Trabajo? —Frank me observo confundido— osea, existen miles de ellos y tú escoges el que más odias. Ya Ramiro, admitelo...
— ¿Qué? —. Ahora era yo el confundido.
Harold sonrió.
— Aún no logro entender por qué de maestro pero bueno. ¿Irás a ver a Dani?.
El silencio se apoderó en aquel lugar, un nudo en la garganta comenzó a formarse. Frank le dijo algo a Harold a lo que esté se tapó los labios para luego mirarme.
— Perdón, no sabía.
Subí mis hombros dándole una sonrisa incómoda.
— Tengo algo que hacer —. Me levanté sin despedirme y comenze a caminar hacía aquella dirección.
Después de un largo rato llegué a esa pequeña cafetería donde acostumbrabamos a venir juntos y lo que más me sorprendió era que ella estaba ahí. Sentada en nuestra mesa con un café y pedazo de pastel que aún no había tocado. Sin pensarlo dos veces entre y me senté frente a ella.
— Ese libro te lo sabes de memoria ya, ¿No? —. Sonreí cuando ella bajo el libro con rapidez, pestañeo varias veces como si tratará de hacerse a la idea que era real.
— S-si —Me contesto nerviosa— pero me gusta leerlo de vez en cuando.
Ambos estábamos sonriendo y sin decir nada, un recuerdo atravesó mi mente...
//Flashback//
Era un sábado por la tarde cuando yo estaba mirándome al espejo tratando de lucir bien. Después de varios intentos de que mi cabello se quedará en su lugar decidí salir hacía aquella cafetería donde la chica mas linda y maravillosa me esperaba.
No puedo explicar lo que siento por Daniela, sé que es amiga de Harold y que la conocí hace dos semanas atrás pero es que como ya lo dije, es maravillosa.
Y fue ahí cuando la ví, estaba de pie afuera del establecimiento mirando su celular, poco a poco me acerqué hasta que ella se percató que estaba ahí.
— Hola —. La saludé dándole un beso en la mejilla.
Note como ella se sonrojó, se miraba tan linda.
— Hola —Sonrió— Pensé que llegaba tarde y ya te habías ido.
— No, claro que no. Yo te esperaría hasta que llegarás, está bien que tenga mi carácter pero me agrada pasar tiempo contigo.
Ella seguía sonriendo y eso me encantaba. ¡Por Dios! Esta chica es perfecta.
— ¿En serio? Bueno, yo...
— Perdón por interrumpir pero... ¿Te parece si entramos? —. Caminé a la puerta y la abrí.
Después que entramos, elegimos la mesa y tomaron nuestro pedido.
— Tienes una sonrisa muy bonita Daniela, de hecho eres linda.
Ella comenzó a reírse nerviosa.
— Gracias, supongo —Se quedo callada unos cuantos minutos y me miró— Eres muy guapo Ramiro.
— Si, lo se. Estoy guapísimo.
Ambos soltamos la carcajada que hizo que los demás clientes voltearon a vernos.
// Fin del Flashback//.
— Sigo sin entender ¿por qué te reiste cuando te dije que si era guapo? —. Me crucé de brazos.
— Es que me sorprendió tu ego. Si eres lindo pero no sé, te viste muy presumido.
— ¿Qué pasa? —. Pregunte cuando ella miró por una ventana y también yo ví a esa dirección, ¿Cuál fue mi sorpresa? Doblas venía para acá.
Volví a ver a Daniela que me miraba preocupada mientras yo solo susurré "Tranquila, no pasa nada". Me levanté de mi lugar y fui a darle un beso en la frente, sin antes percatarme que nos estaba viendo, en efecto lo hizo.
— Hablamos luego. Te veo mañana —. Le guiñe el ojo al mismo tiempo que le agarraba la barbilla y créanme estaba a nada de besarla.
POV'S Daniela.
Mi mirada estaba fija con la suya, su mano tenía mi barbilla y ese deseo que me besara era más fuerte. Pero la mirada del maestro Rubén era bastante incómoda para mí.
Ramiro camino hacia la salida sin decir nada, ni mucho menos mirar a nadie y cuando lo perdí de vista mis codos se apoyaron en la mesa mientras que mis manos agarraban cada lado de mi cabeza, volví a estar confundida.
— ¿Puedo? —. Rubén se inclinó para verme y asentí con la cabeza.
Seguía mirando la portada del libro para tratar de mantener mis lágrimas y que no salieran.
— Si, sí claro —. Lo miré y mi media sonrisa se hizo presente.
— La verdad no me imaginé encontrarte aquí con él, bueno tú me entiendes. Pensé que ya no querían verse...
— Yo también creí eso —Mi tono de voz bajo— Pero por lo visto no.
— Quiero que me contestes algo con toda pero toda la sinceridad del mundo —Se quedó en silencio y asentí— ¿Por qué no regresan?...
***
¡Hola!
Primero que nada agradecerles a las personitas que han leído está historia. Realmente mi amor incondicional •u•
Nos leemos luego-3-
PD: ¿A quien más le dolió que le borraran el remix de "Me rehuso" a Ramirito? 😭😭 levanten la mano (TnT)/
¡Estúpida, mi Nathiro idiota! :C
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Mi nuevo maestro es mi ex novio.
Fanfic¿Que se sentiría que después de terminar enterarte que tu nuevo profesor es tu ex novio?