Día Tres

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Abro los ojos y no puedo evitar sonreír

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Abro los ojos y no puedo evitar sonreír. No dudé que era ella la chica que aparece en mis sueños. Su mirada es única y son fáciles perderse en ellos, como me pasa al quedarme como un pelotudo admirándola. Del mal humor de anoche al gran amanecer de hoy es un gran cambio de actitud. Es tanto que Micaela no deja de mirarme, hasta que me siento al lado de Mauro que se ve confundido mientras Ramiro se muestra perplejo. Después de ignorarlos y aparezca con mi mejor caripela como si nada.

- Buen día hermanito, ¿Cómo amaneciste?- pregunta mi hermana y se sobresalta al ver que le sonrío- ¡Pero sí amaneciste como una lechuguita!- de repente sus ojos se llenan de lágrimas y viene a abrazarme- Ramiro me contó lo ocurrido y durmió en el sofá por arruinar tu gran momento...- me giro a mirarla y escucho a mi cuñado quejándose por lo bajo.

- ¿Era para tanto?- frunzo el ceño mientras vuelve a su lugar.

- Por tu felicidad, le puedo dar una patada en el orto a este pelotudo.- abro los ojos asombrado por ser tan... Tan cariñosa con su novio, entiendan el sarcasmo- Y para futuras ocasiones, recordá las veces que lo maldeciste por irrumpir.- frunzo el ceño mientras llego a mi desayuno preparado- En Buenos Aires no hizo más que estar irritado porque teníamos que salir de nuestro escondite...- Micaela sigue hablando y siento que se me hierve la sangre. ¡Me mintieron todo este tiempo!

- ¿Cómo que escondite?- pregunto y estoy a nada de estirar el brazo hacia mi cuñado. Sí, sobreprotejo a mi hermana mayor y que me ocultaran esto es el colmo.

- En mi defensa, prácticamente me acosaba y no pude ignorar lo que me hacía sentir.- ella se encoge de hombros- Sabía que lo último que encontraría en Ramiro es vivir el pasado.- suspiro y la tensión en mi cuerpo se desvanece.

- Si quieren que me muestre sorprendido, no lo van a lograr.- miro de reojo a mi entrenador que esquiva la mirada- No fue muy culto en mostrar cierto interés, así que siempre supe que esto pasaría.

¡Las indirectas que me hacían enojar! Gonzalo, ¿No te molesta que invite a Micaela a recorrer la ciudad? Gonzalo, ¿No te molesta que te diga que Micaela está buena? Si la acosaba no me sorprende, pero si mi propia hermana ocultara la relación que mantenía con Mansilla como si fuesen adolescentes es algo que no lo perdonaría. Pero sé que está la felicidad de ella por delante de todo y que Ramiro terminara durmiendo en el sofá por interrumpir el casi beso con Cecilia, es algo típico de ella... Ama los clichés.

Termino de desayunar, observo a mi hermana y mi cuñado con la misma cara de perro, como siempre me muestro antes de dirigirme a mi habitación y prepararme para comenzar el día. La idea es pasar la mañana en el gimnasio, algo que me sirve mucho para quitar la amargura de enterarme que la relación de Micaela con Ramiro comenzó mucho antes de lo que me enteré. Ya para el mediodía iríamos a entrenar y a esperar mi turno de jugar... Me pregunto si Mauro tiene conocimiento de todo esto, ya que no dijo nada en la corta discusión entre nosotros.

Sueño Correspondido © (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora