Capítulo 9

78 9 7
                                    

¡Felicidades! Vuestra respuesta del capítulo anterior ha hecho que Sans tenga una opinión más positiva de Frisk al decidir quedarse con Papyrus.

Ahora Papyrus también la aprecia más.

Además habéis abierto una nueva "ruta" en la lectura, que puede desencadenar más eventos y decisiones.



 La carita de Papyrus, que reflejaba un obvio"Por favor, quédate un poco más" me determinó a pasar más rato con él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

 La carita de Papyrus, que reflejaba un obvio"Por favor, quédate un poco más" me determinó a pasar más rato con él.

-Oye, y por qué no comemos aquí, hace demasiado que no pruebo unos buenos spaghetti del Gran Papyrus.- Dije imitando su pose heroica y provocando en el nombrado, gran entusiasmo en su mirada.

-¿De verdad, humana?

-De verdad.

-¡Sans! ¡¿Por qué no te pareces más a la humana?! ¿Entiendes ahora por qué llorab...?- El pequeño tapó su boca en un intento de que las palabras no salieran, tomando color sus mejillas.- ¡Bueno, voy a la cocina, la pasta no va a hacerse sola!

 Papyrus se fue, quedándome a solas con Sans.

-Heh... eso que has hecho por mi hermano ha molado, aunque voy a por unas patatas a Grillby's, por si te arrepientes de tu decisión.

 El mayor se fue y me quedé pensando en la pasta de Papyrus de sabor... indescriptible.

-Papyrus, voy a ayudarte.- Dije entrando en la cocina. Lo bueno de ser estudiante es que la pasta era una comida habitual, por ende sabía prepararla para que tuviese un sabor menos... ¿Indescriptible?

 Surgió una fluida conversación, o más bien monólogo, ya que solo hablaba él. Realmente yo no tenía nada que contar sobre mi vida, o al menos nada que no sonase deprimente. Me contó que ahora pertenecía, finalmente a La Guardia Real. Si bien esta había cambiado su cometido a uno menos "caza-humanos". En un momento cesó su risa y me tomó por los hombros, mirándome con añoranza.

-Frisk, ¿verdad?

-Sí.

-Es increíble, he llorado mucho por un humano del que ni siquiera sabía el nombre..

-Yo también os he echado mucho de menos.- Lo abracé y el rodeó mi cintura con ternura. Apoyó su cabeza en mi hombro.

-Por favor... no vuelvas a irte así... no sin nosotros.

-Preferiría quedarme en el subsuelo el resto de mi vida que salir sin vosotros. No quiero volver a estar sola.- Comenté en un acto de sinceridad que me sorprendió incluso a mí.

 Fijé mi vista en la puerta de la cocina, Sans estaba ahí, mirándonos con esa característica sonrisa suya.

-Heh, parejita, creo que la comida ya está.

 No separamos rápidamente quitando la olla del fuego. La pasta había quedado realmente buena y la disfrutamos viendo a Metatton en la televisión.

-Heh ¿Queréis té o café?- Preguntó Sans rumbo a la cocina.

-Café para mí.- Respondí.

-¿Qué? ¿Te gusta el café, Frisk? No sabía que eras de esas.

-¿De esas?

-De las mías. El café mola.- Intervino Sans.

-Para mí té de flores doradas, por favor.- Dijo Papyrus.

 El mayor fue a la cocina. 

-Oye...- Papyrus rompió el silencio.

-¿Sí?

-Ha sido genial reencontrarme con alguien tan guay como tú.

-Lo mismo digo.

-¡Me alegra que sientas lo mismo que yo! Entonces, ¿aceptas una segunda cita?

 Perpleja ante sus palabras desvié la mirada intentando que mi determinación me diese una pista de qué hacer. Sans se dirigía a nosotros, con esa mueca burlona, interesado por mi respuesta.

.

.

.

¿Qué le dictará la determinación a Frisk?

-Aceptarla, puede ser divertido.

-Negarme.

-Otra cosa.

Comentad para que la historia pueda continuar.




Undertale interactivo. -Humantale-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora