unknown || park jisung

veintidós.

Intentaba dejar de pensarlo a veces, pero los nervios y los ronquidos de Yerin no me lo permitían. Yo ya estaba acostumbrada a que mi hermana roncara, ya que dormíamos juntas dos veces por semana -lo que me alegraba bastante- y la única opción que tenía era acostumbrarme, pero una vez empiezan a molestarte, no puedes ignorarlos. Aunque, de todas formas, no dejaría de dormir con mi hermana dos o tres veces por semana, ya que era algo que amaba.

Al llegar las 7:30 de la mañana, no podía tener más sueño. No había pegado ojo en toda la noche, y podría haber dormido, como mucho, una hora.

"¿Sae?" escuché la voz de mi hermana desde la cama. Yo me había levantado unos minutos antes que ella para ducharme y despejarme un poco, para así poder mantenerme despierta todo el horario de clases "¿Eres tú?" preguntó, con una voz más ronca y grave de lo habitual. Siempre le pasaba al despertarse.

"Sí, ¿qué pasa?" pregunté, extrañada.

"¿Qué tienes en la cara?" se levantó de la cama para acercarse a mí "Tienes ojeras, dios mío. Ahora mismo, te pareces a un chico chino que hay en mi clase con unas ojeras de panda, se llama... ¿Tao?"

Me miré al espejo y sí, mi hermana tenía razón, tenía unas notables ojeras.

"¿Crees que mamá me dejará utilizar su maquillaje para taparlas? No quiero ir así al instituto." dije, preocupada. ¿Y si PJS me veía? Oh, claro que me vería.

"Sí, yo te acompaño." dijo, y fuimos hasta la habitación de mamá, quien estaba en su tocador maquillándose para salir a trabajar, como siempre.

Tenía varias fotos de ella. Algo que no he dicho, es que yo tenía por hobbie la fotografía; cuando tenía tiempo libre, salía a la calle y hacía fotos de lo que me pareciera interesante, así que me gustaba mucho hacerle fotos a mi madre.