unknown || park jisung

ciento veinticinco.

Jaemin estaba sentado en el borde, con su característica mochila gris, mirando el suelo. A primera vista no parecía un mal chico, que tampoco lo era, pero cuando una chica le gustaba... hacía lo imposible por conseguirla, estuviera soltera o no. Esperaba que mi primo se diera cuenta de que a mí me gustaba Saeron, y no intentara acercarse a ella. En realidad Jaemin no era una mala persona, de hecho conmigo se portaba bastante bien, pero a veces, cuando le gustaba una chica y ésta no quería nada con él, se enfadaba y lo pagaba con los demás, y ha llegado a haber veces en que ha llegado a casa tan enfadado que, o no me hablaba, o era desagradable conmigo.

Habíamos crecido juntos y teníamos mucha confianza, éramos básicamente hermanos, y sabía que él estaba cambiando, o al menos lo intentaba, aunque lo hacía despacio, pero yo apreciaba que supiera que lo que hacía no estaba bien.

"¿Él es Jaemin?" preguntó Saeron, al verle. Asentí con la cabeza. "Vaya, en tu familia tenéis mucha suerte."

"Sí, ya sé que es guapo, no hace falta que me lo recuerdes." dije, rodando los ojos. Todo el mundo decía lo mismo, y estaba celoso porque, en ese aspecto, quería ser como él.

"Me refiero a que ambos sois altos." respondió. "¿Realmente piensas que haría un comentario así delante del chico que me gusta?" me quedé mirándola sin saber qué decir. Seguramente mi cara estaría roja, tanto como un tomate.

"¡Hey!" saludó mi primo. Saeron se acercó y bajó un poco su cabeza en señal de saludo. "¿Tú eres Saeron? ¿No te conozco?" dijo. Genial, ya empezaba.

"¡Tú eres el chico del hospital!" dijo ella, riendo. "Por eso pensaba que ya te había visto antes."

"Como sea, entremos." dije, intentado evitar que siguieran hablando de esa manera. Posiblemente a Saeron le cayera bien Jaemin. Abrí la puerta y Jaemin se sentó en uno de los sillones.

"¿Cómo es que tardasteis tanto en llegar? Estuve aquí esperando veinte minutos." dijo, como si fuera algo totalmente grave. Lo ignoré. "Mi madre no ha tenido tiempo para cocinar, así que tendrás que hacerlo tú."

"No tienes por qué hacerlo." dijo Saeron. "Podemos pedir pizza y pagarla entre todos, no es un problema-"

"Nah, vamos, deja de Jisung cocine. ¿No se lo has contado?" la cortó mi primo.