unknown || park jisung

ciento dieciséis.

Si tenéis #WYD de iKON y podéis reproducirla en este momento, hacedlo; creo que es perfecta para este capítulo y el siguiente ♡.

Llegué a casa exhausta. Habíamos salido de la tienda a las 21:30, y todos nosotros estábamos cansados, incluso Jeno, quien había estado simplemente sentado.

Justo cuando llegué, recordé que tenía que estudiar para el examen de Historia, el cual sería mañana y, a pesar de que ya había estudiado todo, necesitaba repasar para que no se me olvidara. Sabiendo que iba a ser aburrido, cuanto antes comenzara, antes acabaría.

Me senté en la cama, algo dolorida. Mis músculos dolían debido al frío que pasé durante el tiempo que estuve dentro del refrigerador, y Jisung seguramente estaría igual. Me había dado cuenta de que últimamente siempre lo relacionaba todo con él: cada vez que pensaba en algo, buscaba una relación con él, o me venía a la mente en cualquier momento. ¿Así era el hecho de que me gustase alguien? No estaba segura; varias veces me había gustado algún chico, pero nunca me pasaba eso. Simplemente... me gustaba. Antes era así, me gustaba Jisung, pero no me venía todo el tiempo a la mente, ni sonreía cada vez que pensaba en él. Ahora era... diferente. Mi forma de pensar en él era distinta a como era antes. Algo había cambiado en mis sentimientos, pero no sabía qué.

Saqué mis libros de la mochila después de haberme quedado embobada mirando hacia la lámpara del techo, lo cual me pasaba cada vez que estaba muy metida en mis pensamientos.

Pasé un rato estudiando. Estaba poco concentrada, pues me era difícil concentrarme en cualquier cosa, no sabía por qué. Había algo que estaba en mi cabeza, y no podía sacarlo, pero no sabía qué era. Miré hacia el reloj de pared y eran las 22:30. No llevaba demasiado tiempo estudiando, así que suspiré cansada al saber que aún necesitaba estar un rato más. Llamaron a la puerta.

"Saeron, ¿vas a bajar a cenar?" llamó mi madre, abriendo la puerta. "Veo que estás estudiando."

"Sí. ¿Puedo saltarme la cena por hoy? No tengo hambre." pregunté. Mi madre asintió con la cabeza y salió, cerrando la puerta. Seguramente eso sería mejor para ella, pues cuanto antes acabara de cenar, antes podía adelantar un trabajo que tenía que hacer, siempre era así.