13.

2 0 0
                                    

No escuché ruido alguno, estaba muy cansada, triste, adolorida; me fui quedando dormida a pesar de mi situación. Minutos más tarde, entra Alexis, azotando la puerta. Me espante mucho con el ese golpazo....





Se subió a la cama, se sentó en mí, y dijo mientras me daba bofetadas: — ¡ eres una vil zorra, tonta, niñata !—. Comencé a llorar porque no podía defenderme, no podía hacer nada, y pensé en que había hecho mal para que el me tratara de esa manera tan ojete.... no paraba de golpearme y siguió diciendo:





— Esto me está doliendo más a mi que a ti, pero lo hago por amor. Lo hago para que aprendas a ser de mi total propiedad. ¿ No ves que también te amo, y por eso hago esto?—.
No sabía que hacer, no podía parar de llorar, ya no podía ni conmigo misma, quería morir.





Alexis me dio uno de los últimos golpes gritando a todo pulmón: — ¡ deja de llorar carajo !, ya no eres una niña para hacer eso. Yo te quite tu virginidad, eso te hace solo mía mía, de mi maldita propiedad !—. Se calmó un poco, me tomó por las mejillas y continuó: — Maldita zorra, eres mía, ¿ entendiste ?—.




Asentí con la cabeza, me golpeó aún más fuerte que las anteriores, y volvió a preguntarlo 3 veces más y los golpes eran más fuertes. Aún con lo que tenía en la boca logré gritar y asentir con  la cabeza.





Por fin paró de golpearme, se quitó y se sentó a la orilla de la cama, tomó mi mano, la besó y dijo: — así me gusta—. Se levantó, se puso frente a la cama sin dejar de mirar en mi entrepierna y agregó: — escúchame bien zorra miserable, voy a salir todo el día con la misma chica que viste ayer. No sé que haga con ella pero es obvio que no la trataré como a ti, como sea, no quiero que muevas un solo dedo. Llegaré después de las 12, y por tus abuelos no te preocupes; iré a tu casa a avisar que nos quedamos de ver en otro lado.

Moreno Mío... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora