Pobre... No tiene ni puta idea.
¡Bueno! Ha llegado el momento de aprender conforme a la marcha.
Yaoi.
ErrorFresh.
Undertale (c) Toby Fox.
Error! Sans & Fresh! Sans by CrayonQueen.
¡El resto de personajes son de su respectivo autor!
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«Joder, ¿qué hice yo para merecer esto?».
Se decía el esqueleto oscuro en su mente, mientras refunfuñaba dejándose caer en el sofá.
―En mi puñetera vida he cuidado un bebé ―se quejó, encendiendo el televisor y subiendo los pies sobre la mesa de centro de sala―. O algo... en general.
Sacó un chocolate de sus bolsillos y haciendo zapping* se relajó en su siempre cómodo sillón.
―Como sea... ¿qué tan difícil puede ser? ―sonrió, confiado―. Él lo hace a diario.
Pasaron un par de horas, el glitch reía viendo sus programas mientras montones de envolturas de chocolate se veían por el suelo y los muebles de su alrededor.
―¡Cacho de estúpido! ―se burló, sacando una barra más de su dulce adicción.
Cerca de dar un mordisco, un molesto y fuerte sonido comenzó a escucharse. Resonaba en la casa con prominente fuerza, incesante y sin piedad. Error trató de ignorarlo, subiendo el volumen del televisor. Sin embargo, el ruido se volvía cada vez más insistente, crispándole los nervios.
―¡Joder! ¿Qué coño suena? ―dirigió la mirada a las escaleras de la casa, pues el sonido venía de la segunda planta.
¿Qué sonaba? Pues es bastante obvio para cualquiera, menos para Error: Reshy lloraba. Pero como siempre Fresh cuidaba del pequeño nunca antes había llorado tan fuerte y, al estar el glitch todo el tiempo en el sofá viendo televisión, nunca le había alcanzado a escuchar antes. Además, en su vida jamás había lidiado con el llanto de un bebé.
Subió gruñendo sonoramente y dando furiosos pasos hasta donde escuchaba aquel molesto ruido. Llegó hasta la recámara de su pequeño retoño, que pegaba fuertes alaridos.
―¡¿Por qué tanto escándalo?! ―reclamó, glitcheándose ligeramente.
El llanto no cesó ni un poco.
―Maldición.
Se acercó al bebé, un pequeño esqueleto tan oscuro como él, vestido con un mameluco colorido. Lo giró en distintas posiciones, con cara de duda.
―¿Dónde te apagas?
El bebé ladeó la cabeza, mirándole de vuelta aparentemente extrañado de tremenda pregunta. Aunque no tardó en seguir llorando. El glitch gruñó con fuerzas, dejando al pequeño Reshy de vuelta en su cuna. Se cruzó de brazos, pensativo en qué hacer.
La verdad no tenía ni idea de cómo hacerle parar. Intentó mecerlo en la cuna, ya que solía ver a su querido fiestero hacerlo logrando así que el pequeño se durmiera, pero a él no sirvió. También veía que en ocasiones le ponía un peluche que Geno le había regalado, así que se lo dejó al lado a ver si se callaba, pero tampoco. Alguna vez vio que le arropaba con una frazada... ¿Dónde estarían las frazadas?
Comenzó a caminar en círculos, con los llantos de fondo, tratando de pensar en qué carajo hacer. Tras unos minutos, sacó su celular y le marcó a Fresh.
―¿Bueno?
―¿Geno? ¿Qué haces con el celular de Fresh?
―Confiscándolo. Estamos de vacaciones.
―Necesito que me lo pases. Es urgente.
―Fue a comprar algo que le pedí. Y aunque estuviera aquí no te lo pasaría.
―¿Qué? ¡¿Por qué?!
―Vacaciones, Errorcito ―se escuchó reír al esqueleto mayor, las risas aumentaron cuando el bebé aumentó el volumen de sus quejas―. Noto que Reshy ya te está dando problemas. ¿No piensas solucionarlo? ―preguntó burlón.
―¡Para eso llamé, Geno! ¿Cómo hago que deje de hacer ruido? ¿Cómo se apaga?
―¿Apagarlo? ―rio más fuerte―. Es llanto, glitch tonto. No se apaga simplemente.
―¿Entonces qué mierda hago?
―¿Sientes algún olor?
―... ¿Olor?
―Entonces no es eso... Debe tener hambre, dale algo de comer.
―¿Y qué se supone que le daré?
―No sé qué le dé Fresh, pero busca en la cocina. Algo debe haber.
―Eso no me ayuda demasiado, Geno.
―Lo sé ―dijo divertido y colgó.
Error, sorprendido, miró la pantalla del celular sin creerse que de verdad le había colgado.
―¡Joder, Geno! ―exclamó, apretando su celular con enojo y glitcheándose.
Después de refunfuñar un par de minutos, soltó un suspiro y dirigió su mirada al pequeño que seguía llorando.
―¡Tú! ―le señaló, el menor le miró con intriga―. ¡Deja de hacer escándalo! ¿Quieres comida? Vamos entonces, pero cállate.
El bebé no le hizo caso y siguió llorando.
Bajó con el bebé en brazos, glitcheándose por los gritos que prácticamente sentía en la cara, tratando de reprimir su mal humor. Pasó por encima de su basurero de envolturas y, estando en la cocina, Error tuvo la suerte de encontrar una notita de Fresh en la nevera:
"Cuando a Reshy le dé hambre dale una papilla".
―¿Qué coño es una papilla?
Ok, vamos mal... Y apenas comienza el mes.
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Zapping* - Cambio rápido y contínuo de canales con el control remoto.
