Entre rasguños y mordidas. [Aguslina].

Capitulo 23."El fin del comienzo"

El viaje se me hizo desesperante,sentía que estaba tan sola en cada momento. Él simplemente hacia acto de presencia.Tan distanciados como nunca antes.

Abordamos el crucero inmenso.Yo confiando mis esperanzas en esa embarcación lujosa y Agustín cargando las maletas,serio desde cada respectiva.

Intente hacerle charla,tocarlo ,pero recibía el mismo rechazo que la vez anterior y la vez anterior.No quería darme por vencida,entendía su fase de rabia .Sin embargo,yo no merecía ese tipo de desprecio.

Nos asignaron una habitación matrimonial en la parte mas alta del lugar,algo que me produjo cierto temor en un momento,luego deje de darle importancia  y cambie mi  ropa del viaje.En el bolso de mano equipe un vestido largo ,que resulto ser de gran ayuda  frente al calor. Quería explorar ese inmenso lugar lo mas antes posible y no gastaría tiempo buscando un atuendo,lastima que Agustín no tenia el mismo entusiasmo y se limito a tirarse agotado sobre la cama.

  — Agus,¿No me acompañas a dar una vuelta?. — Pregunte usando la voz mas tierna y aguda que tenia.Me senté a su lado y comencé a revolver el copo de su cabeza.

Por lo menos no había quitado mi mano,era un avance,escuchar sus gruñidos suaves.

  — Estoy cansado. — Murmuro mientras movía la cabeza,acercándose a mi brazo.

  —No importa,amor.Me voy a quedar contigo.— Mencione recostándome ligeramente a su lado,pero antes de hacerlo completamente,se sentó.

Me analizo cuidadosamente,mis manos las agarro y hizo una mueca en su cara que simulaba felicidad.

  — Carolina. — Enuncio impactando mis cansados ojos con los suyos frescos.— No me gusta que me digas,asi.Me agobia.

Quede aturdida ante sus palabras,asintiendo con la cabeza apenada y reprimiendo las lágrimas. No me gustaba ser tan sensible frente a él.

  — ¿Debo pedirte permiso?. —Pregunte como si nada,analizando sus ojos parpadeantes.Giro la cabeza hacia mi y lanzo un suspiro.Como si pudiera enojarse con algo tan absurdo.

    — No,pero no entiendo tu propósito al tratarme así.  — Menciono en un tono elevado,demostrando su irritabilidad. — Este vinculo nunca ha sido tan cursi.Viví tu vida. — Sentí ese asco al final de la frase,ese repudio,al verme ahí con él.

Seguramente intentaba  imaginarme como alguien más,siendo yo alguien más.Esa con la cual podría liberar todo su cariño.Sin embargo,se daba cuenta que a pesar de cerrar los ojos e imaginar,nada me transformaba,no alteraba la realidad en lo absoluto.Seguia siendo la misma persona que no amaba.

  — Pienso que nada debería ser definitivo.Yo espero nuevas cosas.

  — No deberías esperar tanto,Carolina.— Contradijo con dureza,sabiendo que me quebraba con ello,pero sin una mínima preocupación.

Era inevitable sentir lo que sentía,a pesar de  la soberbia expulsada por su boca.

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Salir de la habitanción,no me ayudaba.Sentía que cualquier cosa me bloqueaba,me confundía.Arriesgaba mi vida por esta relación incierta a su lado.

Nunca antes había experimentado una fragilidad psicológica tan fuerte.Todo parecía afectarme demasiado ,hasta la mínima expresión corporal de su cuerpo causaba un desequilibrio en mi estado de animo.No podía renunciar,no después de haberlo conocido.

Aspirando la brisa marina ,continué debiendo el cóctel acido.Necesitaba ser fuerte o por lo menos,sentirme así.Con toda esa energía influyendome volví a lo mio.

La habitación parecía  tener el mismo aire,recordándome su rechazo de  hace un rato. Yacia dormido boca abajo respirando profundo pero totalmente pausado.Me dedique a observarlo tal como si quisiera aprender la posición de cada vena en su brazo,así de esa forma,bastante psicópata.

Tenia que producir alguna reacción en el,hasta el momento nada funcionaba.

Me pare frente al espejo.Lo que vi,fue eso mismo que todos decian con una sonrisa "Eres una chica muy dulce".Y si lo era,de forma  infantil y empalagosa.

Agustín tenia preferencias notorias en las mujeres y ninguna de esa me hacia mención.Empezando por mis múltiples faldas floriadas hasta los tobillos y las camisetas con estampados animados.

  — Madura Carolina.No tienes 15 años.— Musite enojada.— Comienza a ser una bomba sensual y no una de gasolina.

Solté mi cabello e intente darle algo de forma con las manos,dejando unos mechones rulientos sobre mi orejas.Debia mostrarle que yo también tenia encantos y ese vestido no me hacia honor.Cambie,lo siguiente que lucia sobre mi cuerpo era una blusa de tirantes roja  con un leve escote,creaba esa ilusión de sensualidad combinando con un short negro rasgado.

Viendome sugerente,pinte mis labios con un labial rojo.Procure hacerme escuchar mientras posaba exageradamente en el espejo,observando su cuerpo realizar pequeños estiramientos.

  — ¿Qué haces?.

Observe su cabeza despejarse de la almohada y enfocarse en mi.

  —Estoy viviendo mi vida.Tal como tú dijiste.—Enuncie sin demostrar interés en su existencia.

  — Carolina. — Refunfuño.

Me gustó verlo luchando por mi atención.Sonrei por dentro.

 —¿Podemos dejar el orgullo de lado?.
—Pregunto intrigado mientras arqueaba su ceja.Lo mire confundida,se me hacia dificil procesar sus palabras de la nada.

—¿Qué pretendes?.—Curiose mientras lo enfrentaba.

—Necesito que seas sincera conmigo.—Pidió acomodandose en la cama para quedar sentando.
Extendió su mano,exigiendo la mía junto a ella.
Cumpliendo su deseo,me senté en el borde,rozando sus dedos.Evitando en todo momento a sus ojos chocar con los míos.

—No te entiendo.—Expresé rompiendo el silencio.

—Esa es la idea.—Suspiro.—No quiero que lo hagas,sólo necesito que me respondas.—Confeso algo nervioso.Acerco su cuerpo al mió, su mano empezaba a acariciar mi mejilla,bajaba hacia mi barbilla y con un movimiento hizo que nuestros ojos  se saludaran.

—No se que esperas escuchar Agustín.
—Balbusie elevando una ceja y bajando la mirada.
Sin embargo,su mano volvió a obligarme a ver sus ojos.Ahora estaba firme la conexión,destruyendo la fuerza interior que me quedaba.

—¿Crees que puedas ser feliz conmigo y yo contigo?.

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